Prototipo del poeta soldado, actuó al servicio del Emperador en numerosas empresas militares(Italia, Alemania y Flandes) y en tiempo de Felipe II en la batalla de San Quintín. Gozaba Acuña de gran acceso a la persona del Emperador, que le encargó poner en verso la traducción al español que él mismo había realizado del poema de Olivier de la Marche "Le Chevalier Déliveré", en el que se cantaban, bajo forma caballeresca, los hechos de Felipe el Hermoso.
Acuña versificó la traducción imperial con singular fortuna en quintillas dobles, y no fue ésta la única ocasión en que se sirvió de los metros y ritmos tradicionales. Sin embargo, el resto de su producción le acredita como uno de los mayores representantes del italianismo. Enamorado de la Antigüedad, tanto de sus héroes como de sus escritores, así como de los grandes poetas italianos, toda la obra deAcuña, espíritu profundamente renacentista, acusa el influjo de los clásicos, sobre todo de Ovidio y de Virgilio.
Escribió bellas canciones, madrigales y sonetos de fino espíritu garcilasista, y algunas composiciones de mayor extensión como la Fábula de Narciso y la Contienda de Ayax Telamonio y de Ulises sobre las armas de Aquiles. Debe su fama principalmente al soneto en que define los ideales del Imperio: "Ya se acerca, señor o ya es llegada...", y que contiene el conocido verso "Un Monarca, un Imperio y una espada".
Procedente de Historia de la Literatura, Juan Luis Alborg