El Renacimiento

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EL RENACIMIENTO

Fue un término acuñado por los humanistas italianos (Rinascita) para designar un nuevo periodo que, inspirándose en la antigüedad grecolatina, pretendía romper con la tradición medieval en todos los órdenes: el pensamiento, la literatura, las artes, la vivencia religiosa, la política, etc. Los humanistas (Petrarca, Lorenzo Valla…) consideraban la cultura medieval como un periodo “oscuro” y decadente debido al abandono de la claridad y elegancia de los modelos literarios y artísticos de la civilización grecorromana. Para recuperarlos implantan un programa educativo centrado sobre todo en el estudio y el comentario de los autores clásicos (Studia Humanitatis).

El Renacimiento encuentra un terreno propicio en las ciudades estado italianas del siglo XV (Florencia, Venecia, etc. ) donde se dio un amplio desarrollo del comercio y la burguesía urbana. Comprende los siglos XV y XVI en Italia, y extiende su influencia a Europa durante el siglo XVI.

CARACTERÍSTICAS DEL RENACIMIENTO

Como movimiento que se desarrolla en toda Europa a lo largo del siglo XVI comprende varios aspectos comunes:

  • Políticos. El nacimiento de las monarquías nacionales encabezadas por el rey, cuya función es la conservación del Estado por encima de cualquier mandato moral. La teoría del estado moderno aparece en El Príncipe de Maquiavelo.
  • Económicos. Desarrollo en toda Europa de la vida urbana y del comercio, impulsados ahora por los nuevos descubrimientos geográficos.
  • Intelectuales. El Renacimiento es una revolución intelectual basada en el individuo y la libertad de pensamiento. La razón humana es capaz de descubrir los enigmas de la naturaleza y rechaza cualquier dogma que pretenda ponerle límites. Esta nueva mentalidad tuvo consecuencias decisivas en el desarrollo de las ciencias (la medicina, la astronomía, etc.)
  • Secularización de la cultura. El hombre tiene dos naturalezas autónomas: la humana y la divina. A semejanza de la antigüedad grecorromana, la mentalidad renacentista pone la naturaleza humana en el centro de la cultura (antropocentrismo) con independencia de su destino trascendente. El humanista italiano Baltasar de Castiglione estableció en El cortesano este nuevo modelo de hombre.
  • Artísticos. El arte y la literatura vuelven a los temas del arte clásico: los temas profanos, la mitología y la naturaleza como fuente de inspiración. La verosimilitud, la belleza y la armonía serán sus principios básicos.

En la estética del Renacimiento tiene especial influencia la filosofía griega de Platón. Para este filósofo los seres reales son un reflejo de modelos ideales, y su belleza sería un reflejo de una belleza ideal. En el Renacimiento estas ideas se cristianizan y se llega a afirmar que la belleza de las criaturas es una imagen de la belleza de Dios. Por lo tanto el amor humano a lo creado (mujer, naturaleza, etc.) es visto como un sentimiento que ennoblece al hombre porque conduce al amor a Dios.

LA RELIGIOSIDAD RENACENTISTA.

La crítica de los humanistas alcanzó también a la religiosidad medieval por haber deshumanizado la idea de Dios y haberse desviado de la pureza del evangelio. El humanista holandés Erasmo de Rotterdam será el principal propagador por toda Europa de un cristianismo basado más en la relación íntima con Dios y en la lectura de las Sagradas Escrituras que en los rituales.

Las ideas de Erasmo y su crítica a la corrupción y la ignorancia del clero fueron asumidas en gran parte por el monje Martín Lutero que se separó de la iglesia romana e impulsó la Reforma protestante. Sin embargo, quienes dentro de la Iglesia veían la necesidad de cambios reaccionaron con la Contrarreforma para frenar la propagación del Protestantismo.

EL RENACIMIENTO EN ESPAÑA.

El Renacimiento español ofrece unas características propias, en gran parte derivadas de la pervivencia de la mentalidad medieval:

  • Falta de apoyo social debido a la debilidad de la burguesía mercantil, base del Renacimiento en Italia.
  • La nobleza sigue conservando su prestigio social y mantiene unos valores medievalizantes poco acordes con las nuevas ideas del hombre.
  • La Iglesia, la corte y los nobles son los mecenas de la cultura en España. Este hecho dará al Renacimiento español un sello bastante conservador.
  • El analfabetismo y la incultura mayoritarios limitan el alcance de las ideas humanísticas propagadas a través de la letra impresa.
  • El Humanismo español se desarrolló teniendo como fondo un conflicto racial y cultural entre cristianos viejos y judíos conversos. Estos conectan rápidamente con el espíritu crítico de la nueva cultura, pero de esta manera se llegará a identificar con el tiempo a los humanistas con los judeoconversos sospechosos de heterodoxia.

El modelo humano del Renacimiento fue expuesto en El Cortesano del italiano Baltasar de Castiglione.

EL MARCO HISTÓRICO DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA. ETAPAS.

EL REINADO DE LOS REYES CATÓLICOS

Con la unión dinástica de Castilla y Aragón en 1479, los Reyes Católicos implantan en España una monarquía absoluta; se limita el poder político de la nobleza y se dan responsabilidades en la administración a personas formadas en las Universidades. En 1492 de producen tres acontecimientos de gran trascendencia: el final de la reconquista con la toma de Granada, el descubrimiento de América y la expulsión del país de los judíos no conversos al cristianismo; se inicia así una difícil convivencia entre los cristianos viejos y los conversos, limitando o prohibiendo el acceso de estos a los cargos públicos.

En el terreno cultural son los comienzos del humanismo español. Humanistas italianos vienen a España a enseñar latín y humanidades, y en Castilla, Elio Antonio de Nebrija es pionero de los estudios latinos y autor de la primera Gramática Castellana (1492). Una impresionante labor humanística es la llevada a cabo por el cardenal Cisneros, creador de la Universidad de Alcalá (1499) desde la que impulsó la Biblia Políglota.

EL REINADO DE CARLOS I (1516-1556)

Por su inmensa herencia, a la que se suma Alemania al ser coronado emperador en 1520, su reinado supone la proyección plena de España en la escena política europea e interminables guerras con Francia, que se oponía a su expansionismo; además tendrá que hacer frente a la herejía luterana a la que se adhieren gran parte de sus súbditos alemanes.

El reinado de Carlos I supone la plena asimilación del Renacimiento y del Humanismo en España. Entre sus amistades se encuentra el gran humanista Erasmo de Rotterdam y personalidades decisivas del Renacimiento literario español como Alfonso de Valdés, Diego Hurtado de Mendoza, Juan Boscán o Garcilaso de la Vega ocuparán importantes cargos a su lado.

EL REINADO DE FELIPE II (1556-1598)

Su política exterior está influenciada por la herencia paterna: guerras con Francia y defensa de la ortodoxia católica frente al protestantismo. En su reinado se prohibió la importación no autorizada de libros, los estudios en universidades extranjeras y se reforzó el poder de la Inquisición para perseguir todo brote de disidencia religiosa, sobre todo entre los españoles de origen converso.

En este clima de censura, la producción humanística y científica encuentra grandes dificultades. El Renacimiento perderá en España sus rasgos más europeos y se impregnará de lo más peculiarmente español, a la vez que el ambiente contrarreformista favorecerá la presencia de temas religiosos en la literatura.

LA LÍRICA CASTELLANA RENACENTISTA

En el siglo XVI se impondrá entre los poetas cultos de la corte la nueva poesía italianizante. Francesco Petrarca (1304-1374) será la influencia preponderante a través de la poesía amorosa de su Cancionero. Junto a esta poesía sobreviven otras formas medievales: el villancico, refinado ahora por los poetas cultos, los romances y la poesía del amor cortés.

Se suele fechar el nacimiento de la nueva poesía 1526, cuando Andrea Navaggero, humanista y embajador de Venecia en la corte de Carlos I, anima a Juan Boscán, y a Garcilaso a adaptar el endecasílabo y otras composiciones italianas a la poesía castellana.

TEMAS DE LA LÍRICA ITALIANIZANTE

  • El amor. Petrarca influirá en la manera delicada y espiritualizada de expresar el sentimiento amoroso. Los poetas aprenderán de su poesía a expresar una gran variedad de estados anímicos (dolor, tristeza, esperanza, abatimiento, nostalgia…). El resultado será una poesía que produce sensación de sinceridad. Otra novedad es el retrato idealizado de la mujer, inexistente en la poesía del amor cortés.
  • La naturaleza como escenario idealizado (locus amoenus) a imitación de Petrarca y la literatura pastoral italiana. Los elementos del paisaje, los sonidos, los colores, enriquecen ahora las descripciones que sirven de escenario a la expresión del sentimiento.
  • La influencia de los poetas de la Edad de Oro latina: Horacio, Virgilio y Ovidio. Ovidio influye en la introducción de los temas mitológicos, que servirán para expresar de forma velada e indirecta el sentimiento personal.

INNOVACIONES MÉTRICAS DE LA POESÍA RENACENTISTA.

  • Versos. El más usado es el endecasílabo de acentuación italiana (2ª, 6ª, 10ª), pero hay otras acentuaciones para conseguir la variedad melódica. El heptasílabo suele darse en combinación con el anterior en las estancias.
  • Cuartetos de rima circular (1-4, 2-3); tercetos encadenados (ABA: BCB); Liras (7+11+7+7+11); Estancias (7+11 con esquemas que se repiten); Octavas reales (ABABABCC).
  • Composiciones poéticas más frecuentes son: el soneto, la canción de tema amoroso, la epístola, la elegía y la égloga.

LOS TÓPICOS

En el afán de buscar lo ideal, lo arquetípico, los poetas renacentistas emplean unos temas recurrentes (tópicos) extraídos de la tradición literaria: el retrato femenino (ojos claros, tez blanca, labios y mejillas sonrosados, cabellos rubios); el locus amoenus, selección de los elementos bellos de la naturaleza; el Carpe diem, tomado de un verso de Horacio (Carpe diem quam minimum credula postero = Aprovecha el día, no confíes en mañana), muy en consonancia con el espíritu vitalista del Renacimiento.

EL ESTILO

El estilo de la nueva poesía se rige por los criterios clásicos de la naturalidad y la elegancia; huye de lo artificioso y modera el uso del cultismo, pero excluye lo vulgar.

GARCILASO DE LA VEGA

Nace en Toledo en el año 1501 de una familia de la nobleza. Desempeñó cargos palaciegos en la corte de Carlos I al que acompañó en varias expediciones militares. En 1536, muere en una acción de guerra en la Provenza. El año1526 es decisivo para su vida sentimental y literaria: conoce en Granada a Isabel Freire, dama del séquito de la emperatriz Isabel y principal motivo de inspiración de su poesía amorosa. En Granada tienen también lugar las conversaciones con el humanista y diplomático veneciano Andrea Navaggero, quien estimula a Juan Boscán y a Garcilaso a adaptar el verso endecasílabo italiano al castellano.

Su obra comprende unos cuarenta sonetos, cinco canciones, tres églogas, una epístola, dos elegías y algunas primeras composiciones influenciadas por la poesía de los cancioneros.

LAS DOS ETAPAS POÉTICAS

  • La influencia petrarquista aparece todavía mezclada con rasgos de la poesía atormentada de Ausías March. Esperanza y abatimiento se suceden ante la dificultad de lograr el favor de la amada.
  • Más tarde, durante su estancia en Nápoles, se impregnará del neoplatonismo amoroso de Pietro Bembo y de la literatura pastoril de Sannazzaro. Como resultado, su experiencia dolorosa del amor se trasmutará en melancolía resignada, en “dolorido sentir”. Al mismo tiempo aparecerán en su poesía nuevas sensaciones de luz, color y sonidos de la naturaleza, además de la mitología.

La égloga I es la expresión más acabada del tema del dolor amoroso. Garcilaso establece en ella una equivalencia entre su frustración vital por el rechazo y la muerte de Isabel Freire y la queja amorosa de los dos pastores. Al comenzar el día, Salicio y Nemoroso lamentan “dulcemente” en sendos monólogos el desdén de Galatea ( ¡Oh más dura que el mármol a mis quejas…) y la muerte de Elisa. La naturaleza, descrita en su apacible belleza, se conmueve y participa de los sentimientos de los protagonistas. Finalmente, el ocaso del día trae la calma y el consuelo del reencuentro de Nemoroso y Elisa en otra vida.

EL ESTILO DE GARCILASO.

La poesía de Garcilaso semeja una confesión natural e íntima, de “poesía para ser escuchada”. El secreto de esa facilidad para comunicar el sentimiento está en el endecasílabo italiano de ritmo pausado y musical, en el uso comparaciones y metáforas sencillas y en su vocabulario de palabras “no nuevas ni desusadas de la gente”, ocultas, pero ya admitidas en su ambiente cortesano. Su poesía es, en suma, un modelo de dulzura, naturalidad y elegancia.

LA POESÍA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI

En la segunda mitad del siglo se producen importantes cambios en la forma y el contenido, que avanzan algunos rasgos de la literatura del Barroco:

  • Temas. Presencia de temas patrióticos y ascético-morales como consecuencia del ambiente de intensa religiosidad y nacionalismo español que sigue a la Contrarreforma.
  • Lenguaje y estilo. Existe ahora un afán de perfección formal y de novedad que algunos denominan “manierismo”, fenómeno que se da también en las artes plásticas, como la pintura del Greco.

FRAY LUIS DE LEÓN

Fraile de la orden de San Agustín, nace en Belmonte (Cuenca) de una familia de judíos conversos en 1527. Realiza estudios en Salamanca y Alcalá y a los 32 años obtiene la cátedra de Teología Bíblica en Salamanca. Su independencia intelectual, manifestada en la traducción libre de El Cantar de los cantares de Salomón, le acarreó un proceso inquisitorial y la cárcel.

LA OBRA POÉTICA.

Fray Luis posee una exquisita formación clásica que redundará en la perfección formal de su poesía y su prosa. Lo mejor de su poesía son las odas, escritas en liras, la estrofa introducida por Garcilaso para este tipo de composición.

Los temas principales:

  • La soledad del hombre virtuoso en la naturaleza como medio de encontrarse a sí mismo, en contraste con las ambiciones mundanas (Oda a la vida retirada).
  • El elogio de la virtud cristiana frente a la inmoralidad del mundo.
  • La contemplación de la belleza y la armonía del universo como imagen de la grandeza de Dios aparece en varias odas dedicadas a sus amigos (Oda a Salinas, Noche serena ).
  • El anhelo místico de unión con la divinidad (En la Ascensión de Cristo).

 ESTILO Y LENGUAJE POÉTICO.

Su estilo está marcado por la oposición entre diversos motivos: cielo/suelo, virtud/ vicio, paz interior/ ambición mundana, etc. En torno a estos motivos se despliegan unos recursos retóricos (antítesis, enumeraciones en asíndeton o polisíndeton, paralelismos, nuevas metáforas…) empleados con sabia contención y sobriedad. El temperamento de Fray Luis, apasionado por la verdad y la virtud, anhelante del cielo, se traduce en frecuentes interrogaciones, exclamaciones que impregnan su poesía de dramatismo y emoción.

LA OBRA EN PROSA.

Es la obra de un humanista cristiano, profundo conocedor de la elegancia de la prosa latina que deja huella en sus traducciones bíblicas (El Cantar de los Cantares, El libro de Job) y en sus libros propios: De los nombres de Cristo y La perfecta casada.

LA POESÍA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI

FERNANDO DE HERRERA

Nace y vive en Sevilla donde pertenece al círculo literario de la condesa de Gelves, inspiradora de su poesía amorosa.

Frente a los poetas cortesanos del periodo anterior, Herrera es exclusivamente un hombre de letras.

SU POESÍA.

  • Poesía amorosa. Es deudora de los temas petrarquistas: la constancia en el amor y la complacencia en el sufrimiento por la amada imposible e idealizada. Para expresar esta dualidad el poeta juega con las metáforas de la “nieve” y el “fuego”:
  • Poesía heroica y patriótica. Responde al orgullo nacionalista del reinado de Felipe II. A diferencia de la poesía amorosa, en estas composiciones adopta un tono majestoso y solemne como en la famosa Canción a la batalla de Lepanto en la que invoca a Dios como valedor de las armas cristianas frente a los turcos:

LENGUAJE Y ESTILO.

La poesía de Herrera se desvía un tanto de la naturalidad de Garcilaso; intensifica el uso de cultismos, distorsiona la sintaxis mediante el hipérbaton y tiende a una adjetivación más colorista y ornamental. En resumen, es una poesía intencionadamente culta cuya dificultad nos acerca ya al estilo barroco.

SAN JUAN DE LA CRUZ

Nace en Fontiveros en 1542. Como fraile carmelita participó en la reforma de su orden al lado de santa Teresa, y como ella tuvo dificultades con la Inquisición que llegó a encarcelarle. La poesía de San Juan de la Cruz transmite la experiencia mística de la unión con Dios; se trata, por lo tanto, de una experiencia trascendente, de difícil comprensión para quien desconozca su simbolismo.

Sus poemas místicos más logrados son:

  • Noche oscura del alma. La unión con la divinidad es expresada en primera persona como una aventura amorosa: en una “noche” simbólica el alma (amada) huye furtivamente de su “casa” al encuentro de Dios (amado). Con los símbolos “noche”, “luz”…el poeta describe los tres momentos del proceso místico: el purgativo, iluminativo y unitivo o fusión con la divinidad.
  • Cántico espiritual. Presenta el mismo proceso en un diálogo apasionado de la “esposa” (alma) con la naturaleza y con el “esposo” (Dios).
  • Llama de amor vivo. Es el éxtasis del alma en la pura unión mística.

LENGUAJE Y ESTILO

La poesía de San Juan se sirve del lenguaje de la poesía del amor cortés y del petrarquismo para expresar “a lo divino” una experiencia inefable, y si bien el amor tiene aquí un significado místico-religioso, entraña también una intensa emoción humana.

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