Saltar la navegación

Segunda parte

Actividad desplegable

Lee y completa

Munaylla estuvo de acuerdo y, una , los dos jóvenes abandonaron sus hogares y se pusieron a andar sin fijo. Durante el día, se ocultaban en las cuevas que encontraban por el camino. Por la noche, caminaban hasta desfallecer, al amparo de los árboles.

Hasta Quilla Hatum, la Luna Grande, , atenuó su potente resplandor para que no descubrieran a los dos enamorados. Así estuvieron los jóvenes durante cuatro días. Pero, al caer la quinta noche, oyeron unas voces a lo lejos.

–Querida Munaylla, los nuestros nos persiguen. Tenemos que encontrar un lugar seguro donde escondernos.

Pumahima no se equivocaba. Desde el momento en el que descubrieron la fuga de los jóvenes, las dos tribus, desde siempre, habían llegado al único acuerdo de su triste historia: seguir los pasos de aquellos a los que consideraron traidores en sus pueblos para darles su merecido.

Habilitar JavaScript

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)