Luis García Montero. Biografía y obra principal.

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Biografía

Luis García Montero nace el 4 de diciembre de 1958 en Granada.

Es Doctor en Filosofía y Letras (con tesis acerca de su amigo y maestro poético Rafael Alberti) y Catedrático de Literatura por la Universidad de Granada, ejerciendo la docencia en dicha institución entre 1981 y 2008.

Desde muy joven milita en el PCE y también en Izquierda Unida, llegando a concurrir como candidato de esta formación a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Desde 1994, comparte su vida con la también escritora Almudena Grandes. Ha ganado, entre otros, el Premio Adonais (1983); Premio Loewe (1994) y Premio Nacional de Literatura (1994), ambos por Habitaciones Separadas y el Premio Nacional de la Crítica (2004).

Desde 2018, es Director del Instituto Cervantes.

Trayectoria

A pesar de ser fundamentalmente poeta, Luis García Montero también ha cultivado el ensayo, con obras como Confesiones poéticas (1993) o Las inquietudes bárbaras (2008) y ha desarrollado una intensa labor como columnista en medios como El País, Público e infoLibre (publicación digital de la que es cofundador). Algunos de sus artículos han sido recopilados en libros como Almanaque de fabulador (2003). En el ámbito de la narrativa ha publicado la novela Alguien dice tu nombre (2013) y la biografía novelada de Ángel González Mañana no será lo que Dios quiera (2009).

Hasta la fecha, Luis García Montero ha publicado 14 libros de poesía que algunos críticos agrupan en tres etapas o ciclos atendiendo a su evolución como poeta.

  1. Etapa de juventud. Etapa del manifiesto (1980-1991). Esta etapa de juventud aparece vinculada fundamentalmente a la escena cultural (y contracultural) granadina. Las obras más destacables son Diario cómplice(1987) y Las flores del frío (1991), ambas publicadas tras recibir el Premio Adonáis y cuando ya disfruta de un notable reconocimiento a nivel nacional. Algunos rasgos característicos de este período serían la variedad temática, la mayor presencia del humor y la parodia. Culturalismo.
  2. Habitaciones separadas (1994-2009). Este libro supone la consagración del autor como el poeta más leído de nuestro país y el comienzo de su relación con la editorial Visor. Junto a Habitaciones separadas, destaca en este periodo Completamente viernes, de 1998. Los rasgos característicos de esta etapa son una mayor presencia de lo autobiográfico, el tono más reflexivo y el perfeccionamiento del discurso de la experiencia como confluencia de la intimidad y los vínculos colectivos.
  3. Un invierno propio (2011-actualidad). Se inicia una nueva etapa caracterizada por una mayor presencia de lo narrativo y lo meta-poético. Coincide con una mayor dedicación por parte del autor al ensayo y la narrativa.

Influencias y características

Como profesor y erudito de la literatura española son tantas las influencias asimiladas por la poesía de LGM que citarlas todas sería imposible. Nos limitaremos a citar las más relevantes. Aquellas que lo convierten en continuador de una línea lírica caracterizada por el intimismo, la sobriedad y el afán de comunicar. Una poética heredera de autores como Garcilaso, en el Siglo de Oro; Bécquer, en el Romanticismo y Machado, Cernuda, Gil de Biedma o Ángel González, en la lírica contemporánea. Esta multitud de influencias aparece recogida en la famosa descripción que él mismo dará en una ocasión de su poesía:

Mi poesía es un país humilde de la Europa mediterránea, con ciudadanos educados, pero muy vitalistas y enamoradizos, que limita al norte con la vanguardia juvenil, al este con la poesía social, al oeste con la retórica clásica y al sur con el mar de las letras de tango o de bolero y con las canciones de Joaquín Sabina.

Así pues, una de las características de la poesía de LGM sería el eclecticismo. Pero mejor, recapitulemos, presentando algunas de las que han ido apareciendo a lo largo del tema y añadiendo otras en forma de listado para facilitaros su estudio.

  • Eclecticismo, asimilación de influencias dispares (clásicas y contemporáneas; cultas y populares). LGM se ha definido en muchas ocasiones como un romántico ilustrado, un punto de vista que concilia la razón y los sentimientos y hace posible una relectura más comprometida socialmente de la posmodernidad.
  • Compromiso ético con el lector. Búsqueda de una literatura útil y exigente desde el punto de vista estético.
  • Ficcionalización del yo y presencia de elementos autobiográficos.
  • Ironía desencantada, tono reflexivo y sentencioso.
  • Coloquialismo e integración de elementos de la cultura popular.
  • Presencia de símbolos recurrentes: el frío, la lluvia, el viaje, los medios de transporte y comunicación (teléfono, avión, coche, taxi).
  • Narratividad, ambientación urbana, fijación topográfica (referencia y descripción de escenarios y lugares concretos).
  • Ritmos marcados gracias al manejo de la acentuación, las repeticiones, las bimembraciones y antítesis. Uso del verso suelto (con sílabas estables pero sin rima). Preferencia por el endecasílabo, heptasílabo y alejandrino. Preferencia por el símbolo o el símil antes que la metáfora.
  • Tendencia a los finales sorprendentes que invitan a la reflexión o amplían el poder de sugerencia del texto.

HABITACIONES SEPARADAS

Aspectos externos

Habitaciones… es publicado en 1994 por la editorial Visor, tras resultar ganador del Premio Loewe. En 1995, el poemario recibirá también el Premio Nacional de Poesía. Hasta la fecha, El libro ha sido reeditado en más de 14 ocasiones.

Como hemos visto, Habitaciones separadas supondrá la consagración definitiva de LGM en el panorama poético nacional y es una de las obras más representativas de la poesía de la experiencia.

Aspectos temáticos

Si hay una palabra que define temáticamente el libro Habitaciones separadas, esa palabra es “crisis”. Crisis tanto en el sentido habitual de la palabra como en su sentido etimológico.

La palabra “crisis” viene del griego “krisis” y este del verbo “krinein” que significa “separar” o “decidir”. Crisis es algo que se rompe y porque se rompe hay que analizarlo. De allí el término “crítica” que significa estudio o análisis de algo para emitir un juicio y de allí también “criterio” que significa razonamiento adecuado. La crisis nos obliga a pensar y produce, por tanto, pensamiento y reflexión.

Noemí Elicia Martorelli. etimologías.dechile.net

A la luz de esta etimología, cobran pleno sentido tanto el título y como el contenido de la obra. Un título que el propio LGM ha explicado en varias ocasiones aludiendo a un momento vital en el que, para no caer en el cinismo ni el desencanto extremo, decidió llegar a un acuerdo con sus sueños y convivir con ellos en habitaciones separadas.

Así pues, la crisis es el leitmotiv de todo el poemario y aparece modulada en diferentes formatos (cambio, separación, búsqueda, viaje) y aplicada a diferentes ámbitos vitales (la infancia, la ciudad natal, la propia identidad, el amor, el compromiso político) en todos los textos.

En el libro Confesiones poéticas, en un ensayo fechado en 1990 y titulado La civilización de los poetas LGM escribe “la poesía contemporánea está protagonizada por un sujeto escindido”. Sin duda, esta afirmación es aplicable a todo el contenido del libro, pero también a su forma, debido al uso de determinados procedimientos propios de la poesía de la experiencia y característicos de la poesía de Luis (monólogo y desdoblamiento, reflexión, uso sistemático de la bimembración y la antítesis) que veremos al comentar los textos.

Así pues, el tema central del poemario es la crisis entendida como cambio, separación o búsqueda en todos los ámbitos de la vida. En relación con ello, resulta también interesante tener presente otro de los significados de la palabra “crisis”: “transformación” (de ahí “crisálida”). Habitaciones separadas es un libro “crítico” en la evolución del autor y marcará la entrada en una plenitud poética en la que conseguirá llevar a término el “programa poético” que ya estaba presente en el manifiesto de La otra sentimentalidad: una poesía útil y exigente, capaz de conectar con el lector gracias al equilibrio entre lo personal y lo colectivo.

Aspectos formales

Estructura externa

Habitaciones separadas consta de 32 poemas distribuidos en cinco partes tituladas Las razones del viajero (1 poema), En otra edad (11 poemas), En otro amor (10 poemas), En otro tiempo (9 poemas), Epílogo (1 poema).

Estructura interna

Cada una de estas partes presenta una función y un contenido diferenciados que configuran una estructura interna enmarcada cuya parte central estaría constituida por las partes 2, 3 y 4. A su vez, cada una de estas tres partes se corresponde con un tema predominante.

  • En otra edad sería la crisis vital y de identidad: la separación del pasado.
  • En otro amor representa la crisis sentimental.
  • En otro tiempo sería, en cierto modo, la crisis ideológica: la separación o falta de identificación con el presente.

A continuación, comentaremos más detenidamente cada una de estas cinco partes.

  1. Las razones del viajero. Como hemos dicho, esta parte funciona como prólogo o presentación del poemario. El texto se construye en torno al símbolo del viaje y el viajero. El carácter simbólico se percibe por la imposibilidad de asignarle un lugar a ese viaje que bien puede ser visto como un viaje no solo en el espacio, sino también en el tiempo. Esta sensación, además, se ve reforzada por contraste con los poemas que vendrán a continuación que presentan una fijación topográfica explícita (Granada, el Genil). Por otra parte, el carácter de prólogo de la composición se evidencia en sus últimos versos, que contienen el título de las partes que hemos llamado centrales y el del propio poemario: aprender a vivir en otra edad, / en otro amor, / en otro tiempo. / Tiempo de habitaciones separadas.
  1. En otra edad. Esta segunda parte se puede subdividir en otras dos asociadas a dos componentes temáticos que son Granada y el viaje.
  • Primera parte: Granada. Los cinco primeros poemas de En otra edad representan la evocación de un tiempo y un espacio imposibles de recuperar. Así, en Fotografías… y Unas cartas…, la infancia y el pasado familiar; en Nuestra noche, la juventud y los amigos que han cambiado; en Enero y Ciudad, la ciudad irreconocible para el viajero que ha regresado. En todos, estos poemas, además se suceden las referencias temporales que parecen asociarlos a una secuencia de meses ordenados: septiembre, noviembre, diciembre, enero, febrero.
  • Segunda parte: el viaje. La segunda parte se inicia precisamente con un poema que hace referencia a marzo, continuando la secuencia temporal que hemos citado; y se titula Los viajes, centrando temáticamente los poemas restantes. Los viajes en esta parte son símbolo de perpetua búsqueda y, por tanto, de separación, soledad, desarraigo. Búsqueda y provisionalidad constante materializada en esos lugares de paso que son los aeropuertos, los hoteles, los espejos. Una búsqueda y movimiento perpetuo en el que el viajero parece llegar a separarse hasta de sí mismo, dudando de su propia identidad. Así sucede en el poema que cierra la sección Primer día de vacaciones.
  1. En otro amor. Se centra, como dijimos, en la crisis sentimental, entendida esta en un sentido amplio y no exclusivamente negativo. De hecho, esta sección del libro se abre y se cierra con dos poemas de tono más bien optimistas: Dedicatoria, una composición breve y conceptuosa que recuerda el estilo del madrigal; y Afirmación, un texto que, desde su propio título, ya parece aludir a la esperanza en un nuevo comienzo en el que el viaje adquiere rumbo y sentido (se afirma) al convertirse en un viaje en compañía. En el resto de los poemas, nos encontramos con tratamientos variados del tema amoroso entre los que podríamos mencionar: a) la ausencia y la separación (Octubre, Lifevestunderyourseat); b) la búsqueda o el deseo de amor (Canción de brujería, Aunque tú no lo sepas); c) las relaciones pasajeras (Tantas veces el mundo, Mujeres)…
  2. En otro tiempo. El núcleo temático sería la crisis ideológica, la dificultad para identificarse con un presente que no casa con los sueños y los ideales de antaño (de otro tiempo), convirtiendo al poeta en una Figura sin paisaje. Una disociación que desemboca en una especie de destierro del presente. No es casual que la imagen del destierro aparezca en tres de los poemas de esta sección. Así, el destierro perpetuo de En llamas; el destierro literal y simbólico de la palmera en Después de cinco años; y el destierro de un Jovellanos insomne que, paradójicamente, no ha renunciado a sus sueños. Junto a este destierro simbólico, otros poemas como Historia de un teléfono,El poder corrompe o Compañero formulan la temática a la que aludimos de un modo más directo. Y, finalmente, El despertar de un nómada y el lector que parecen remitirnos a la dignidad del nómada y la literatura como únicos recursos para congraciarse otra vez con el presente.
  1. Epílogo. El libro se cierra con Poética, una estampa paisajística que nos remite, en un nivel literal, a la contemplación de un aquí y un ahora; y, en un nivel simbólico, a una poética que concibe el simulacro y la imaginación como esencia de la poesía: el agua imaginada en un río seco. Esta irrupción del presente y de lo meta-poético, genera una especie de efecto de “títulos de crédito” devolviendo al lector a la realidad y recordándole que el viaje poético en el que se ha embarcado no es otra cosa que una ficción.
Estilo

Por lo que se refiere al estilo, Habitaciones separadas, presenta todas las características que hemos atribuido a LGM y la poesía de la experiencia. Concretamos un poco más a continuación.

  • Ficcionalización del yo, presencia del monólogo (a veces diálogo) dramático (El insomnio de Jovellanos, Lifevestunderyourseat).
  • Narratividad (Primer día de vacaciones) presencia frecuente de la estampa paisajística de carácter simbólico (Afirmación, El despertar de un nómada, Poética).
  • Adaptación, reinvención o influencia de formas poéticas y tópicos clásicos: glosa (Fotografías veladas de la lluvia), dedicatoria/madrigal (Dedicatoria), canción (Canción de brujería). El tópico del alba (Canción de brujería), el tópico del mar como símbolo de la ausencia (Octubre).
  • Predominio del verso suelto y las estrofas bimétricas (endecasílabos y heptasílabos). Por orden de frecuencia, los versos predominantes son el endecasílabo, el heptasílabo y el alejandrino. Ritmo y musicalidad basada en la medida de los versos, los acentos y la figuras de dicción (aliteración y fono-simbolismo). Uso frecuente de la cesura: De todo se hace cargo, de nada se convence.
  • Predominio del tono elegíaco contenido que alterna con momentos más optimistas o luminosos (Afirmación, Canción de brujería, El despertar de un nómada)
  • Ambientación urbana y del tránsito (aeropuertos, hoteles, autobús) en coincidencia frecuente con la enumeración (El amor difícil, El lector, Tantas veces el mundo).
  • Uso de un lenguaje cotidiano y natural. Revalorización poética de palabras y expresiones corrientes.Adjetivación sobria.
  • Tendencia a los finales sorprendentes que invitan a la reflexión o amplían el poder de sugerencia del texto.
  • Dicción directa, predominio de las figuras de construcción y pensamiento (bimembraciones, antítesis, similicadencia, anáfora, gradación)[1] sobre los tropos.
  • Preferencia del símbolo, la personificación y el símil sobre la metáfora. Algunos de los símbolos presentes en el libro son el viaje, el frío, el agua, el
  • Abundancia de referencias/homenajes más o menos explícitos a los clásicos (Garcilaso, Jovellanos, Cernuda). Neruda (Nuestra noche), Salinas (Las razones del viajero, El amor difícil), Gil de Biedma (Historia de un teléfono).

[1] Algunos ejemplos: De todo se hace cargo, de nada se convence (bimembración y antítesis). En otra edad/ en otro amor/ en otro tiempo (similicadencia). En los años, los meses, las semanas/ los días y las horas (gradación)