El texto narrativo. Tipos y técnicas

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By Miguel Castro Vidal

El texto narrativo. Tipos y técnicas

Introducción

En este tema se analizan las características esenciales del texto narrativo y sus principales manifestaciones. El texto narrativo forma parte de una tipología de discursos que la retórica clásica y la lingüística del texto identifican como narrativo, descriptivo, dialógico, argumentativo y expositivo. Esta clasificación se basa en la finalidad del discurso: el texto narrativo sirve para referir acontecimientos, el descriptivo para pintar cosas o personas, el dialógico para la interacción social, la argumentación para persuadir y la exposición para explicar ideas.

La diversidad de intenciones de cada modalidad discursiva se refleja en diferencias lingüísticas y estructurales, estudiadas por la retórica, la lingüística del texto y la estilística. En la práctica, es difícil encontrar textos “químicamente puros”; la actividad comunicativa suele mezclar diferentes modalidades discursivas. Así, las principales manifestaciones del texto narrativo, como la novela y el cuento, suelen combinar la narración con el diálogo y la descripción.

El texto narrativo. Características y componentes esenciales

La narración es un acto comunicativo en el que un emisor (narrador) relata una serie de sucesos relacionados con unos personajes, acontecidos en un proceso temporal y en un espacio determinado.

Los elementos indispensables del discurso narrativo son:

  • Narrador
  • Acción
  • Tiempo
  • Personajes o actantes
  • Escenario

El texto narrativo se caracteriza por su tendencia a mezclarse con otros tipos de discurso: principalmente la descripción y el diálogo.

Características estructurales del texto narrativo

Técnicas referentes al narrador

Uno de los aspectos más interesantes del texto narrativo es la instancia desde la que el narrador cuenta la historia, es decir, el punto de vista, que implica la persona gramatical y el grado de implicación del narrador en los hechos. Las combinaciones principales son:

  • Narrador en 3ª persona: el narrador se sitúa fuera del universo de ficción, lo que confiere a la narración un carácter más objetivo. Sin embargo, la objetividad no está garantizada, ya que el narrador puede distanciarse más o menos de los hechos. Existen tres tipos principales:
    • Narrador omnisciente: lo sabe todo sobre los personajes y puede introducir juicios y valoraciones. Ejemplo: La Regenta.
    • Narrador behaviorista: no emite juicios, solo constata los hechos; sus conocimientos pueden ser menores que los de los personajes.
    • Narrador equiescente: se sitúa en un punto de vista intermedio, viendo los hechos a través de la mirada de los personajes (se suele utilizar el estilo indirecto libre, EIL).
  • Narrador en 1ª persona: el narrador se incluye en los hechos narrados, imprimiendo subjetividad al texto. El grado de cercanía es variable:
    • Narrador protagonista: el narrador es el protagonista de la historia (texto autobiográfico o supuestamente autobiográfico).
    • Narrador cronista: el narrador es testigo de la acción.
  • Narrador en 2ª persona: es poco frecuente y permite narrar hechos y ahondar en la psique del personaje. Puede referirse a otro personaje (ejemplo: Cinco horas con Mario) o ser autorreflexivo (ejemplo: Señas de identidad).

El multiperspectivismo consiste en alternar diferentes puntos de vista a lo largo del texto, técnica frecuente en la novela moderna (ejemplo: El cuarteto de Alejandría de Durrell).

Técnicas referentes a la acción y el tiempo

La estructuración de los acontecimientos narrados es otro aspecto técnico relevante. La retórica clásica distingue dos modalidades:

  • Ordo naturalis: los hechos se relatan siguiendo el orden cronológico (planteamiento, nudo y desenlace).
  • Ordo artificialis: la narración comienza in medias res, con saltos temporales como el flash back (retroceso) o el flash forward (anticipación).

El manejo del tiempo es fundamental: el ordo naturalis sigue una temporalidad lineal, mientras que el ordo artificialis recurre a saltos temporales con fines estéticos y para captar la atención del lector (ejemplo: Crónica de una muerte anunciada).

Otro recurso temporal es la elipsis, que contribuye a la economía del relato y fomenta la participación del lector.

Las estructuras del texto narrativo pueden ser:

  • Estructura episódica: los sucesos se yuxtaponen, unidos por los mismos personajes (relato itinerante).
  • Estructura cerrada: existe relación causa-efecto entre todos los acontecimientos, típica de la novela policiaca.
  • Estructura abierta: no hay un desenlace definitivo, la historia puede continuar.
  • Estructura simétrica: dos o más acciones principales discurren paralelas y coinciden al final.
  • Estructura circular: el final coincide con el punto de arranque.

Además, los elementos superficiales de estructuración son el capítulo y la secuencia.

Personajes y escenarios

En el diseño de personajes y escenarios entran en juego otros modos del discurso, como la descripción y el diálogo. Las clasificaciones de personajes y espacios tienen interés literario o sociológico, pero menos desde la perspectiva textual.

Características lingüísticas y estilísticas del texto narrativo

Los rasgos lingüísticos esenciales del discurso narrativo son:

  • Profusión de formas verbales: abundancia de sintagmas verbales, especialmente verbos que denotan acción. Tradicionalmente se utiliza el indefinido, alternando con el imperfecto (más adecuado para fragmentos descriptivos). Modernamente, se utiliza a menudo el presente, alternando con el indefinido, para otorgar inmediatez y verosimilitud.
  • Predominio de la estructura predicativa
  • Abundancia de oraciones subordinadas temporales: se complican más cuanto más planos temporales entren en juego.

El modo de enunciación del discurso narrativo puede ser:

  • Discurso indirecto: el narrador repite el discurso de los personajes mediante un verbo dicendi y la subordinación. Permite filtrar juicios y comentarios irónicos.
  • Discurso directo: el narrador deja hablar a los personajes mediante el diálogo, transmitiendo verosimilitud y tensión dramática.
  • Discurso indirecto libre: el discurso del narrador se funde con el de los personajes, manteniendo la consecutio temporum del estilo indirecto pero eliminando el verbo dicendi.
  • Monólogo interior: se reproducen los pensamientos del personaje, con desorganización sintáctica y asociaciones arbitrarias de ideas. Suele formalizarse a través de la 2ª persona.

La recepción del texto narrativo

La narración es un acto comunicativo dirigido a un receptor o narratario. En la mayoría de los casos, el narratario es el lector real, pero en algunos textos de ficción existe otro lector al que el narrador dirige el relato (ejemplo: El Lazarillo, La familia de Pascual Duarte), con el fin de otorgar mayor verosimilitud.

En la narración literaria moderna se tiende a reivindicar el papel participativo del lector. La coherencia del texto puede depender de la competencia literaria del lector (ejemplo: Rayuela).

Textos narrativos no literarios

La narratividad se manifiesta en su forma más compleja en la literatura, pero también existe en la vida cotidiana:

  • Narración periodística: más concisa y directa, presenta un esquema inverso en la progresión de la acción (pirámide invertida), con los datos más interesantes al inicio. Utiliza recursos comunicativos no verbales. Géneros:
    • Noticia: compuesta de un lead (entrada) y el cuerpo de la noticia. El lead responde a las 5 W’s.
    • Crónica: narración directa e inmediata con juicios valorativos y estilo personal.
    • Reportaje: mayor extensión y posibilidad de insertar entrevistas y varios puntos de vista.
  • Narración oral: el género narrativo oral más conocido es la anécdota, breve relato de un hecho curioso. Se caracteriza por la economía de recursos, la reiteración, las apelaciones al receptor, la presentación desordenada de los acontecimientos y el uso de códigos no verbales.

Conclusión

La tendencia a la narración es inherente al ser humano, como lo demuestra la prontitud con la que el niño adquiere la capacidad para narrar. El relato es una de nuestras primeras fuentes de conocimiento y nos acompaña en múltiples manifestaciones cotidianas, como el cine y los libros. En las culturas antiguas, la fabulación a través del mito sirvió para crear cosmogonías que organizaban el caos de lo desconocido, lo que subraya la trascendencia de la narración para la humanidad.

Autor

  • miguel castro

    Miguel Castro Vidal es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y profesor de enseñanza secundaria. Ha trabajado como preparador en CEN oposiciones (Madrid) y como profesor de ELE en el Estado de Luisiana durante siete años (cursos 2004-2005 y cursos 2009-2015). Profesor, antiguo socio y cofundador de Casa de España, New Orleans LLC, ha colaborado con Santillana en la elaboración del libro de texto Fans del Español Middle School. En los últimos tiempos, ha dedicado parte de sus energías y esfuerzos a la dinamización cultural y la animación a la lectura desde el ámbito de la biblioteca escolar. Ha sido responsable del Plan Lector del IES San Cristóbal de los Ángeles (Madrid) y coordina, desde 2018, el Proyecto de Biblioteca Escolar “Leonautas” de su centro, el IES Leopoldo Alas “Clarín” (Oviedo).

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