Este poema es una prueba de un concepto de la poesía que busca más la reflexión ingeniosa que la sinceridad del sentimiento. El poeta reflexiona y rebate la idea de que la ausencia hace que el amor se olvide. No deja de ser un reflejo del concepto amoroso del amor cortés; no obstante la comparación final es, sin duda, un acierto.
Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado.
El verdadero y firme enamorado
está, cuando está ausente, más perdido.
Aviva la memoria su sentido;
la soledad levanta su cuidado;
hallarse de su bien tan apartado
hace su desear más encendido.
No sanan las heridas en él dadas,
aunque cese el mirar que las causó,
si quedan en el alma confirmadas.
Que si uno está con muchas cuchilladas,
porque huya de quien lo acuchilló,
no por eso serán mejor curadas.
Juan Boscán.
Autor del audio: Víctor Villoria
Música procedente de Jamendo, Torley on piano
Ángel González. Para que yo me llame Ángel González
marzo 15, 2024
José Hierro. Amanecer.
junio 22, 2023
Alberti. ¡Quién cabalgara el caballo…
abril 16, 2024
Luis García Montero. Madre
febrero 17, 2024
Juan Gelman. Epitafio
abril 18, 2024
Gil de Biedma. A través del espejo.
septiembre 26, 2023