Don de la ebriedad
Claudio Rodríguez. Siempre la claridad viene del cielo.
Este poema, y en realidad todo el libro del que procede, no es sino la expresión del asombro del poeta ante la contemplación de la naturaleza.
Este poema, y en realidad todo el libro del que procede, no es sino la expresión del asombro del poeta ante la contemplación de la naturaleza.
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