Luis de Góngora
Góngora. La dulce boca que a gustar convida
Un poema desencantado en torno a la prevención contra el amor y a su carácter engañoso. Lógicamente (estamos en el barroco) con alusiones directas a la mitología.
Góngora. Buena orina y buen color
Este poema es una composición humorística que hace referencia a la importancia de la orina y el buen color en la salud, en tono de burla y sarcasmo hacia los médicos de la época. El poema es una sátira que critica la forma en que algunos médicos evaluaban la salud en el pasado, enfocándose en la orina y su color; añade también comentarios irónicos sobre las prácticas médicas de la época.
Góngora. Suspiros tristes, lágrimas cansadas
El amor no correspondido es el tema de este poema de Góngora. Un hombre se deshace en lágrimas y no alberga ninguna esperanza. Fíjense en el verso 12 porque Blas de Otero utilizó el sintagma “Ángel fieramente humano” para titular su libro publicado en 1950.
Góngora. Lloraba la niña.
Góngora, imitando las canciones tradicionales en verso menor, crea este famoso poema en el que nuevamente, al igual que en las jarchas y las cantigas de amigo, la mujer cobra un protagonismo esencial. ¡Una maravila!