El rol de las hojas muertas poemario.
Mariano Lozano-P Platas: Un viaje multisensorial entre música, poesía y caos
En el universo artístico, pocos creadores logran trascender las fronteras de una sola disciplina para convertirse en alquimistas de múltiples expresiones. Mariano Lozano-P Platas (Madrid, 1961) es uno de esos espíritus inquietos que ha navegado entre partituras, versos, sonidos y texturas visuales con una libertad que desafía las categorías convencionales. Compositor, poeta, diseñador sonoro, fotógrafo y productor, su trayectoria de más de cuatro décadas es un testimonio de cómo el arte puede fluir sin límites cuando se alimenta de la curiosidad y la rebeldía. Su último poemario, El Rol de las Hojas Muertas (Ed. Esdrújula, 2025), sintetiza esta filosofía creativa: un laberinto de palabras, símbolos y silencios que invita al lector a perderse para reencontrarse consigo mismo.
De las partituras a los versos: Un artista sin fronteras
La carrera de Lozano-P Platas comenzó en 1977, cuando el punk y la movida madrileña agitaban los cimientos culturales de España. Desde entonces, su trabajo ha sido un diálogo constante entre lo experimental y lo accesible. Como músico, ha transitado por géneros que van desde la electrónica vanguardista —como miembro fundador de proyectos emblemáticos como 7ºSello (1981-1986) y DCD (1989-1999)— hasta la composición para artes escénicas, con más de 250 espectáculos y 180 trabajos discográficos en su haber. Su obra Consumo Cotidiano, parte del archivo del Museo Reina Sofía, y sus colaboraciones en espacios como la Royal Opera House de Londres o la Ópera de La Habana, reflejan una versatilidad que lo sitúa entre los creadores más respetados de la escena ibérica.
Pero Lozano-P Platas nunca se ha conformado con un solo lenguaje. Su incursión en la poesía, que comenzó con De 7 al 14, solo dos Lunas (2020) y continuó con aforismos como Hebra es la palabra que hace tejido (2023), revela una mente obsesionada con deconstruir la realidad a través de la palabra. El Rol de las Hojas Muertas no es solo un poemario: es un manifiesto visual, sonoro y filosófico que resume tres décadas de exploración artística.
El Rol de las Hojas Muertas: Un mapa del caos
El libro, de 196 páginas, se presenta como un collage de versos, signos y texturas tipográficas que desafían la lectura lineal. Como señala el crítico Carlos Garrió, se trata de «una poesía impresionista que muestra la realidad tal cual viene», fragmentada en imágenes, juegos de palabras y reflexiones que adquieren nuevos significados con cada lectura. Los poemas, enmarcados por «mosaicos repetitivos de signos», funcionan como ventanas a un universo donde el orden y el caos coexisten.
Títulos como No a la norma, Niega con la cabeza a su amo o Calles alborotadas sugieren una crítica social sutil pero incisiva, mientras que versos como «Miseria en el aliento» o «De niños sin escuela y número» evocan escenarios urbanos desgarrados. Sin embargo, Lozano-P Platas no busca narrar historias cerradas. Según Fanny Wong, colaboradora en el prólogo, el autor «renuncia al relato» para que el lector interprete la obra «de acuerdo a su vibración interna». En otras palabras: el poemario es un espejo que refleja las emociones de quien lo observa.
Poesía para ser escuchada (y vivida)
Uno de los rasgos más llamativos de El Rol de las Hojas Muertas es su dimensión sonora. «Hay que decir los poemas en voz alta para darse cuenta de que viajas por un pentagrama imaginado», advierte Garrió. Esta instrucción no es casual: Lozano-P Platas, como compositor, entiende la palabra como una partitura. La repetición de símbolos y estructuras rítmicas —«deformar los límites a través de la repetición», en palabras de Wong— crea una cadencia hipnótica, casi musical, que trasciende lo literario.
El propio autor invita al lector a sumergirse en este viaje con una provocación: «Pasen pues, embárquense, anúdense los cueros […] salgan a navegar en mis aguas, sin miedo: no hay tal». La paradoja final —«no hay tal»— resume su propuesta: un desafío a buscar significado donde aparentemente no lo hay, a encontrar orden en el caos.
Texturas visuales: Cuando las letras se convierten en paisaje
Además de su dimensión sonora, el poemario es una obra gráfica. Las «texturas con letras» que acompañan los versos no son meras ilustraciones, sino extensiones del lenguaje. Lozano-P Platas, quien también ha expuesto su técnica fotocompositiva y su «impresionismo pareidólico» (jugar con formas que evocan imágenes reconocibles), traslada a la página su fascinación por lo visual. Los mosaicos de signos, a veces caóticos, a veces simétricos, recuerdan a los patrones de un sampler musical o a los trazos de un pintor abstracto.
Esta interacción entre texto e imagen no es decorativa: obliga al lector a mirar los poemas, no solo a leerlos. Como señala Wong, «vemos lo que somos», y en este caso, la disposición espacial de las palabras activa una percepción única en cada individuo.
Un legado de 40 años: Entre Extremadura y el mundo
Aunque madrileño de nacimiento, gran parte de la carrera de Lozano-P Platas se ha desarrollado en Extremadura y Andalucía. Proyectos como los 30 años de Recordanzas o los Festivales Clásicos de Mérida subrayan su compromiso con la cultura local, sin por ello renunciar a una proyección internacional. Su exposición itinerante *40 años sonando en las Artes Escénicas (1984-2024)*, así como sus clases magistrales en la Universidad de Granada, reflejan un afán por compartir su conocimiento más allá de los escenarios.
Incluso su incursión en la radio —con la sección El Neón de Color Rosa en Leonor en la Noche (Fórmula Hit Castellón)— demuestra su voluntad de explorar formatos donde la música, la palabra y el sonido se entrelazan.
El arte como inventario del caos
El Rol de las Hojas Muertas no es un libro para quienes buscan respuestas; es un mapa para quienes prefieren perderse. En él, Mariano Lozano-P Platas condensa décadas de observar el mundo desde múltiples prismas: el compositor que escucha el ritmo de las palabras, el fotógrafo que captura texturas efímeras, el poeta que desconfía de las narrativas lineales.
Su obra, como él mismo afirma, es un «inventario del caos» que cada lector debe ordenar —o desordenar— según su propia esencia. En un mundo hiperconectado pero fragmentado, este poemario nos recuerda que el arte no está para simplificar la realidad, sino para revelar su complejidad. Y en ese viaje, Lozano-P. Platas sigue siendo un guía indispensable, un navegante que nos enseña a soltar amarras y confiar en la brújula de nuestra propia percepción.
«Renunciar al relato permite conceptualizar de acuerdo a nuestra vibración interna», escribe Fanny Wong. Tal vez, en esa renuncia, encontremos la libertad que Mariano Lozano-P Platas nos invita a abrazar: la de ser, al fin, autores de nuestro propio caos.
Para explorar más sobre su obra: marianolozano-p.soy
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