Época en la que se desarrolla:
- Siglo XVI
Género que predomina:
- Lírica.
Características generales del Renacimiento
- Surge del deseo de recuperar e imitar a los autores clásicos de la cultura grecolatina y sus valores éticos y estéticos.
- El pensamiento renacentista se basa en el humanismo: el hombre es la medida de todas las cosas. La consideración de los logros humanos conduce a una confianza y a un optimismo que llevan a la exaltación de los goces vitales (carpe diem, collige, virgo, rosas).
- Retorno al idealismo de la filosofía platónica: la belleza absoluta como ideal y como aspiración inalcanzable e irrenunciable del ser humano.
- La naturaleza siempre idealizada, se convierte en el marco paradisíaco (locus amoenus) en el que se sitúan los deseos más nobles y más bellos del hombre, singularmente las relaciones amorosas. Esta concepción se debe posiblemente a la influencia del poeta latino Virgilio.
- Se adoptan los ideales estéticos clásicos, basados en la elegancia, el orden, el equilibrio, la claridad, la proporción, etc.
Características de la lírica renacentista.
- Los motivos amatorios de la lírica italiana, singularmente de la poesía de Petrarca, se convierten en el gran modelo que imita la poesía renacentista. Se trata de la esxpresión dolorida, pero viril y serena, originda por un amor imposible o frustrado, siempre condicionado por un espiritualismo platónico.
- Hace suyos los tópicos propios de la visión clásica que representa la poesía latina (singularmente la de Horacio), tanto aquellos que invitan al goce vital (carpe diem, collige, virgo, rosas), como lo que expresan el deseo de alcanzar la serenidad y la paz interior a base de renunciar a las vanas ambiciones cortesanas (beatus ille).
- Se adoptan las formas métricas italianas (el endecasílabo como verso; el soneto, la lira, etc, como estrofas) que conviven con el octosílabo tradicional español.
- La mitología clásica suerte de figuras retóricas y motivos poéticos a la lírica renacentista.
- La naturaleza idealizada y bellísma (locus amoenus), de corte platónico, se convierte en el lugar perfecto para las relaciones amorosas (también idealizadas), pero simboliza también el lugar idóneo para el apartamiento del ajertreo conrtesano o el marco adecuado para el encuentro con la divinidad en el caso de los poetas místicos.
Principales poetas líricos españoles del siglo XVI
- Juan Boscán (1492-1542) Inicia con Garcilaso la adaptación de los metros italianos. Garcilaso es el primer poeta que emplea la estrofa denominada lira. Su breve obra -cuarenta sonetos, tres églogas y algunas otras composiciones- revela una extraordinaria perfección estilística, lo que le convierte en uno de los poetas españoles más imitados.
- Fernando de Herrera. (1534-1597). De él arranca el camino hacia el manierismo, que desembocará a su vez en la complicación formal del Barroco.
- Fray Luis de León (1527-1591) Cultiva una poesía ascética inspirada en la literatura bíblica, en la que es especialista, y en la poesía de Horacio. El deseo de alcanzar paz interiro es el motivo dominante de su poesía y tal vez de toda su vida.
- San Juan de la Cruz (1542-1591). Con él llega a la cumbre la poesía mística que sintetiza los hallazgos formales del Garcilaso con los logros de la poesía bíblica. Es también uno de los grandes poetas líricos españoles de todos los tiempos.
- Otros poetas importantes son Diego Hurtado de Mendoza, Gutierre de Cetina, Baltasar de Alcázar, Francisco de Aldana, Francisco de la Torre, Arias Montano, etc.
Tendencias de la narrativa en el siglo XVI.
- Novela pastoril. Historias de amor protagonizadas por falsos pastores en una nautraleza idealizada. La Diana (1520), de Jorge de Montemayor. La Diana enamorada (1564) de Gil Polo.
- Novela morisca. Historias de amor basadas en la figura de un musulmán caballero y elegante. Herederas de los romances fronterizos Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa (1565), de autor anónimo.
- Novelas de caballerías. Cuentan historias fantásticas de extraordinarias hazañas de caballeros valerosos y platónicamente enamorados de sus damas. Su origen se remonta al siglo XIV. Amadís de Gaula se publica de nuevo en el XVI en la versión de Feliciano de Silva. Cervantes las satirizó en El Quijote.
- Novela picaresca. En 1554 se publica el Lazarillo de Tormes, la primera novela picaresca y una de las obras maestras de la narrativa española de todos los tiempos. Se publicó anónimamente y aún hoy desconocemos el nombre de su autor. Narra en primera persona los intentos frustrados de alcanzar una posición social respetable por parte de un muchacho que procede de la marginalidad y se mantiene en ella, pese a sus protestas de progreso social. El protagonista, aquejado por el hambre, tiene que servirse del ingenio, cuando no del engaño, para poder sobrevivir. Se trata de la primera novela que tiene como protagonista a un desheredado y resulta fuertemente crítica respecto a la convenciones de su tiempo, pese a su apariencia amable.
En 1599 se publica el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, segunda novela picaresca que termina por consolidad las características de un género que se desarrollará sobre todo en el siglo XVII.
El teatro en el siglo XVI.
El teatro es el género que más tarda en afianzarse en la literatura española. Hasta finales del XVI es todavía un género incipiente. En la primera mitad del siglo puede mencionarse al hispanoportugués Gil Vicente, a Torres Naharro, a Juan del Encina y a Lucas Fernández.
En la segunda mitad del siglo y antes de la revolución teatral iniciada por Lope de Vega, se escribe el teatro humanístico, que pretende emular a los dramaturgos clásicos grecolatinos y que se desarrolla en los ambientes cortesanos y universitarios. Además aparecen dos figuras importantes en la historia del teatro.
- Lope de Rueda. Actor y dramaturgo, autor de los célebres pasos entre los que destacan la Tierra de Jauja y Las aceitunas.
- Juan de la Cueva. Precursor de Lope de Vega en la utilización de los temas históricos españoles en el teatro. El infamador. Tragedia de los siete infantes de Lara.