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ToggleMosaico lingüístico: la situación lingüística de España
¿Alguna vez te has preguntado por qué cuando viajas por España puedes escuchar tantas formas diferentes de hablar, incluso cuando todos afirman estar utilizando el mismo idioma? ¿O por qué en algunas regiones se hablan lenguas completamente distintas al castellano, con sus propias tradiciones literarias y culturales? Este fascinante fenómeno nos invita a explorar el complejo panorama lingüístico español, un verdadero mosaico de lenguas y dialectos que refleja la rica historia y diversidad cultural de la península ibérica.
Reflexión general sobre la situación lingüística del español
España presenta una realidad plurilingüe oficialmente reconocida en el artículo 3 de la Constitución, donde se confirma la oficialidad del castellano en todo el territorio español y la cooficialidad de otras lenguas en las comunidades autónomas con lengua propia. Esta situación lingüística actual es el resultado de un proceso histórico que arranca con la diversidad lingüística prerromana y se ha ido configurando a lo largo de los siglos.
En la actualidad, en España se hablan cuatro lenguas principales: el castellano, el catalán, el gallego y el vasco. Las tres primeras son lenguas románicas, derivadas del latín, mientras que el vasco o euskera es una lengua prerrománica, la más antigua de Europa, que ya se hablaba cuando los romanos ocuparon la península.
El español o castellano, además de ser la lengua oficial del Estado, es una de las lenguas más habladas del mundo. Según estudios recientes, el idioma es hablado o estudiado por más de 500 millones de personas en todo el mundo, entre las cuales más de 450 millones lo dominan plenamente. Esta expansión global ha convertido al español en la segunda lengua más hablada del mundo por número de hablantes nativos, solo superada por el chino mandarín.
Características esenciales de la situación lingüística española
- Bilingüismo oficial: En comunidades como Cataluña, País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana, Baleares y partes de Navarra, el castellano convive con cada una de las lenguas oficiales de la comunidad autónoma correspondiente.
- Diversidad dialectal: Dentro del propio castellano existen numerosas variedades dialectales, tanto en la zona septentrional como en la meridional, con características fonéticas, léxicas y gramaticales distintivas.
- Pervivencia de dialectos históricos: Además de las lenguas oficiales, en España se conservan dialectos históricos como el leonés y el aragonés, que no llegaron a alcanzar el estatus de lengua pero mantienen cierta vitalidad en determinadas zonas.
- Proyección internacional: El español es una lengua global con importancia estratégica en la política exterior de España, siendo lengua oficial en 21 países y en numerosas organizaciones internacionales.
- Variación sociolingüística: Junto a la variación geográfica, existe una importante variación social y situacional en el uso de la lengua, lo que enriquece aún más el panorama lingüístico español.
Las lenguas romances
Las lenguas romances, también llamadas lenguas románicas, lenguas latinas o lenguas neolatinas, son el conjunto de idiomas surgidos históricamente a partir del latín tardío, es decir, a partir del conjunto de dialectos del latín que se hablaba en la Europa medieval (siglo V en adelante) en las antiguas provincias del Imperio romano.
El origen de las lenguas romances debe buscarse en la expansión del Imperio romano por Europa y la cuenca del Mediterráneo. Allí donde las tropas romanas llegaban, se imponía no solo la administración imperial, sino también el latín como idioma administrativo. Tras el derrumbe del Imperio en el siglo V, el idioma sobrevivió y continuó siendo la lengua culta y religiosa de Europa durante siglos.
Características esenciales de las lenguas romances
- Son lenguas fusionantes, es decir, presentan fusión morfológica y tendencia a fusionar los morfemas.
- Sus oraciones se rigen sintácticamente por el esquema SVO (Sujeto-Verbo-Objeto), tienden a un alineamiento morfosintáctico nominativo-acusativo y emplean preposiciones.
- Emplean un sistema de flexión verbal muy diverso y lleno de irregularidades, en el cual cada verbo se adapta a la persona, número, tiempo y modo gramaticales.
- Presentan dos posibilidades de género gramatical (masculino/femenino) y dos posibilidades de número gramatical (singular/plural).
- Utilizan un alfabeto latino más o menos modificado para incluir nuevas consonantes (como ñ y ç) y sistemas similares de acentuación.
Clasificación de las lenguas romances
Las lenguas romances se clasifican tradicionalmente en varios grupos filogenéticos:
1. Romance occidental:
– Grupo iberorromance: gallego, portugués, asturleonés, castellano, navarroaragonés
– Grupo occitanorromance: occitano, catalán-valenciano-balear
– Grupo galorromance: lenguas de oïl (francés), francoprovenzal
– Grupo retorromance: romanche, ladino, friulano
– Grupo galoitálico: piamontés, lombardo, ligur, emiliano-romañol
2. Romance oriental:
– Grupo italorromance: italiano, corso, siciliano, napolitano
– Grupo balcanorromance: rumano, arrumano, meglenorrumano, istrorrumano
Origen y evolución de las lenguas de España
La lengua castellana
El español o castellano es una lengua romance procedente del latín hablado, perteneciente a la familia de lenguas indoeuropeas. La historia del idioma castellano comienza con el latín vulgar del Imperio romano, concretamente con el de la zona central de Hispania.
Tras la caída del Imperio romano en el siglo V, la influencia del latín culto en la gente común fue disminuyendo paulatinamente. El latín hablado de entonces fue el fermento de las variedades romances hispánicas, origen de la lengua española. En el siglo VIII, la invasión musulmana de la península ibérica hace que se formen dos zonas bien diferenciadas: al-Ándalus, donde se hablaban los dialectos romances englobados con el término mozárabe, y la zona cristiana, donde surgen varias modalidades romances.
El castellano pasa de dialecto hablado a lenguaje en cuanto empieza a ponerse por escrito. Este paso tan importante sucedió en el siglo X, cuando se escribieron las Glosas Emilianenses: anotaciones en romance a textos en latín que suponen el primer documento escrito en castellano que hayamos encontrado hasta la fecha.
El momento decisivo de la unificación y fijación del castellano llega en el reinado de Alfonso X el Sabio. Las obras literarias y científicas concebidas en su corte eran de carácter culto, pero en lugar de ser difundidas en latín, se difundieron en castellano. Por esta misma época, Antonio de Nebrija había escrito ya la primera gramática del castellano (1492) que establece una normativa a seguir.
La lengua catalana
La lengua catalana es una lengua románica del grupo de las neolatinas, nacida entre los siglos VIII y X en una parte de Cataluña, en la Cataluña Norte y en Andorra, en los territorios del Imperio carolingio que formaban los condados de la Marca Hispánica.
Como todas las lenguas romances, el cambio del latín vulgar al catalán fue gradual y no es posible determinar en qué momento se inicia su historia. Según Coromines, los cambios más radicales debieron producirse en los siglos VII y VIII, pero es difícil saberlo con precisión porque los textos se escribían exclusivamente en un latín artificioso, ajeno a la lengua de uso.
Ya en el siglo IX y sobre todo en los siglos X y XI, aparecen palabras e incluso frases enteras intercaladas en algo que ya se puede denominar catalán, y documentos breves como el juramento feudal de 1028 o los Greuges de Caboet de 1080-1090, totalmente en catalán. El primer texto extenso conservado en catalán se sitúa entre los años 1085 y 1095. Se trata de un manuscrito de temática feudal titulado Greuges de Guitard Isant, senyor de Caboet.
En los siglos XII y XIII el catalán se extendió al resto de Cataluña, a la mayor parte del País Valenciano, a las Islas Baleares, a la Franja (Aragón), a la ciudad sarda de Alguer y a la comarca murciana del Carche, y la frontera lingüística quedó establecida al final del reinado de Jaime I.
La lengua gallega
El gallego es una lengua romance originaria de Galicia, España, cuyo origen se remonta al latín vulgar hablado por los romanos en la península ibérica. A lo largo de los siglos, ha evolucionado y se ha enriquecido con influencias celtas, germánicas y árabes, moldeando su identidad lingüística única.
El origen del gallego se encuentra en el latín vulgar, la forma de latín que se hablaba en la antigua provincia romana de Gallaecia, que corresponde aproximadamente a la región actual de Galicia. A medida que el latín se mezclaba con las lenguas prerromanas de la región, se desarrolló el gallego.
Los primeros registros escritos en gallego datan del siglo XII, principalmente en forma de poesía trovadoresca. La lírica galaico-portuguesa, con autores como Martín Códax y Mendinho, floreció durante la Edad Media, estableciendo una rica tradición poética que perdura hasta nuestros días.
La relación entre el gallego y el portugués es innegable. Ambos comparten raíces lingüísticas y, aunque se han distanciado a lo largo del tiempo, mantienen similitudes significativas en gramática, léxico y fonología. Esta conexión histórica ha generado debates sobre si son dos idiomas independientes o variantes de una misma lengua.
La lengua vasca
El euskera, vasco o vascuence (autoglotónimo: euskara) es una lengua de origen paleoeuropeo. Es la lengua tradicional de los vascos, con unos 800.000 hablantes nativos en 2024. Es la única lengua aislada de Europa y su origen exacto continúa siendo discutido.
El euskera, el idioma de los vascos, es la lengua viva más antigua de Europa. Esta afirmación la ratifica la mayor parte de los lingüistas, expertos e investigadores. Un idioma vivo y antiquísimo cuyo origen, hoy por hoy, aún se desconoce.
Su antigüedad se remonta al menos a los tiempos neolíticos, aunque hay algunas evidencias que llevan a pensar que su origen puede remontarse aún muchos años atrás. Incluso es probable que el euskera sea uno de los focos de origen del lenguaje articulado.
Frente al resto de las hablas peninsulares, el euskera es una lengua aglutinante. Esto significa que las palabras vascas se forman por la fusión de elementos gramaticales que tienen un significado constante y bien definido. Los distintos elementos que se le añaden a cada palabra aportan significado y también informan sobre la función que esta desempeña dentro de la oración en la que se introduce.
Dialectos del castellano
Dentro del idioma español hablado en España se considera que existen dos grandes áreas dialectales: las variedades septentrionales y las meridionales. Por su cercanía tipológica, todos los dialectos del castellano en España deberían ser, en principio, mutuamente inteligibles, aunque hay discrepancias al respecto entre los hablantes, sobre todo respecto a algunas variantes meridionales.
La diferencia interna del romance entre ambos dominios reside en la diferente pronunciación de la /s/ al final de sílaba. Mientras que en la mitad norte ese sonido se pronuncia como [s], en la mitad sur se convierte en una [h] aspirada que, en ocasiones, se pierde al final de palabra.
Según su distribución geográfica, se suelen distinguir los siguientes dialectos del castellano en España:
- Andaluz occidental
- Andaluz oriental
- Aragonés
- Canario
- Castellano septentrional
- Churro
- Extremeño
- Leonés
- Madrileño
- Manchego
- Murciano
- Riojano
Dialectos históricos del latín
Los dialectos históricos peninsulares del latín son aquellos que, a diferencia del portugués, español, gallego o catalán, no consiguieron alcanzar la entidad de lengua. Los principales dialectos históricos son el leonés y el aragonés.
El surgimiento del romance es la consecuencia de un largo y continuo proceso de cambio del latín que se hablaba en la antigua Hispania romana. Sin embargo, su nacimiento no es únicamente producto de una evolución lingüística, sino que la propia Historia juega un papel fundamental en su desarrollo.
El leonés ha logrado una cierta pervivencia bastante saludable gracias a su variedad asturiana, el bable, tradicionalmente hablada en la montaña y modernamente importada a la ciudad y a los medios de comunicación. Se habla principalmente en Asturias y zonas de León y Zamora, con tres variedades principales.
El aragonés, en cambio, tuvo peor fortuna histórica y quedó prácticamente como resto arqueológico (y fragmentado) en los valles pirenaicos. Se conserva en algunos valles de Aragón y mantiene rasgos como la preservación de los grupos iniciales -pl, -cl y -fl.
El asturleonés y el navarro-aragonés son los dialectos históricos, sin embargo, el leonés y el aragonés surgen de estas variedades lingüísticas. Los intentos modernos por revivir estos dialectos son encomiables, pero en algunos casos pueden resultar difíciles debido a su fragmentación y limitada base de hablantes.
Conclusión
La situación lingüística del español en España constituye un fascinante mosaico de lenguas y dialectos que refleja la rica historia y diversidad cultural de la península ibérica. Desde el castellano, con su proyección internacional como segunda lengua más hablada del mundo, hasta el euskera, lengua aislada y más antigua de Europa, pasando por el catalán y el gallego, con sus propias tradiciones literarias y culturales, España presenta una realidad plurilingüe de gran riqueza.
Esta diversidad lingüística, lejos de ser un obstáculo, representa una valiosa herencia cultural que enriquece el patrimonio español y europeo. Las diferentes lenguas y dialectos no solo son vehículos de comunicación, sino también depositarios de tradiciones, cosmovisiones y expresiones culturales únicas.
En un mundo cada vez más globalizado, donde la tendencia a la homogeneización cultural es fuerte, la preservación y promoción de esta diversidad lingüística se convierte en un imperativo cultural y educativo. Conocer y valorar las diferentes lenguas y dialectos de España nos permite comprender mejor nuestra historia común y apreciar la riqueza de nuestra diversidad.
Te invitamos a explorar más a fondo este fascinante mundo lingüístico, quizás aprendiendo algunas expresiones en catalán, gallego o euskera, o prestando atención a las variaciones dialectales del castellano en tus viajes por España. Porque cada lengua, cada dialecto, cada variedad lingüística nos ofrece una ventana única a la forma de ver y entender el mundo de sus hablantes.
Autor
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Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!
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