Marcadores y conectores para Bachillerato

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By Víctor Villoria

Marcadores y conectores para Bachillerato

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos textos fluyen con naturalidad mientras que otros resultan confusos o desarticulados? ¿Cómo logran los buenos escritores y oradores guiar a su audiencia a través de razonamientos complejos sin que nadie pierda el hilo? La respuesta se encuentra en el dominio de los marcadores y conectores del discurso, elementos lingüísticos aparentemente pequeños pero extraordinariamente poderosos que funcionan como señales de tráfico en el camino de la comunicación. Estas partículas discursivas organizan nuestras ideas, establecen relaciones entre ellas y facilitan la comprensión del mensaje, convirtiéndose en herramientas imprescindibles tanto en la producción como en la interpretación de cualquier discurso oral o escrito.

El estudio de los marcadores y conectores constituye uno de los ámbitos más fascinantes de la pragmática y el análisis del discurso contemporáneo. Comprender su naturaleza, reconocer sus diferentes tipos y dominar su uso apropiado resulta fundamental para desarrollar competencias comunicativas avanzadas. En este artículo exploraremos exhaustivamente estos elementos esenciales de la cohesión textual, analizando su definición, clasificación según diversos criterios y funciones específicas en la construcción del discurso.

Marcadores y conectores: definición

Los marcadores del discurso, también denominados marcadores discursivos o partículas discursivas, son unidades lingüísticas que guían las inferencias que se realizan en la comunicación y ayudan a procesar la información de manera más eficiente. Según la tradición académica española, particularmente en los estudios de Martín Zorraquino y Portolés, los marcadores del discurso son unidades lingüísticas invariables que no ejercen función sintáctica en el marco de la predicación oracional y poseen un cometido coincidente en el discurso: guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se realizan en la comunicación.

Estas unidades se caracterizan por su naturaleza procedimental más que conceptual: no aportan contenido informativo sobre el mundo extralingüístico, sino que proporcionan instrucciones sobre cómo debe interpretarse la relación entre los diferentes segmentos del discurso. Por ejemplo, cuando decimos «Juan estudió mucho; sin embargo, suspendió el examen», el marcador sin embargo no añade información sobre Juan, sus estudios o el examen, sino que indica al receptor que debe interpretar la segunda información como contraria a las expectativas generadas por la primera.

Los conectores, por su parte, constituyen una categoría específica dentro del conjunto más amplio de los marcadores del discurso. Los conectores vinculan semántica y pragmáticamente un elemento del discurso con otro elemento anterior, estableciendo entre ambos relaciones lógicas de diversos tipos: adición, contraste, causa-consecuencia, temporalidad, entre otras. Mientras que todos los conectores son marcadores del discurso, no todos los marcadores del discurso son conectores, pues existen marcadores con otras funciones como la estructuración del discurso o la expresión de actitudes del hablante.

Según su forma

Desde el punto de vista formal o gramatical, los marcadores y conectores presentan una notable heterogeneidad morfológica. Esta diversidad en su composición formal refleja los variados orígenes históricos de estas unidades, muchas de las cuales han experimentado procesos de gramaticalización a partir de categorías léxicas plenas.

En primer lugar, encontramos adverbios y locuciones adverbiales que funcionan como marcadores: además, asimismo, igualmente, tampoco, entonces, luego, después, ahora, así, efectivamente, ciertamente, verdaderamente, probablemente, quizás. Muchos de estos adverbios han ampliado su función original para adquirir valores discursivos: mientras entonces puede funcionar como adverbio temporal («llegó entonces»), también opera como conector consecutivo o reformulador («entonces, ¿qué hacemos?»).

Las conjunciones coordinantes y subordinantes constituyen otro grupo formal importante: y, o, pero, sino, pues, porque, aunque, si bien, mientras que, así que, de modo que, ya que, puesto que. Estas unidades mantienen su carácter conjuntivo pero han desarrollado valores discursivos que trascienden el ámbito estrictamente oracional.

Las locuciones prepositivas, conjuntivas y adverbiales complejas representan un nutrido grupo: sin embargo, no obstante, por tanto, por consiguiente, en consecuencia, por el contrario, en cambio, es decir, esto es, o sea, en definitiva, en resumen, en primer lugar, por último, por cierto, dicho de otro modo, de hecho, en realidad, a propósito, por supuesto. Estas construcciones pluriverbales se caracterizan por su alto grado de fijación formal y funcional.

Finalmente, existen interjecciones y expresiones conversacionales con función de marcadores: bueno, pues, hombre, mujer, vamos, anda, venga, vale, oye, mira, claro, desde luego, por supuesto. Estas formas son especialmente frecuentes en la lengua oral coloquial y desempeñan funciones relacionadas con la interacción comunicativa.

Según su función

La clasificación funcional de los marcadores atiende al papel específico que desempeñan en la construcción e interpretación del discurso. Esta perspectiva resulta más productiva que la clasificación formal, pues permite identificar las contribuciones pragmáticas concretas de cada marcador.

Una primera función esencial es la conexión semántico-pragmática entre segmentos discursivos. Los conectores establecen relaciones lógicas explícitas que facilitan la interpretación de cómo se relacionan las ideas: adición, contraste, causa, consecuencia, condición, finalidad. Esta función resulta fundamental para la coherencia del discurso, pues explicita vínculos que, de otro modo, el receptor debería inferir sin ayuda.

La estructuración y organización de la información constituye otra función primordial. Algunos marcadores segmentan el discurso en partes, señalan el inicio o cierre de secciones, ordenan los elementos de una serie y jerarquizan la información. Esta función metacomunicativa ayuda al receptor a construir una representación mental organizada del contenido: «en primer lugar… en segundo lugar… finalmente».

La reformulación representa una función cognitiva importante. Determinados marcadores señalan que el hablante va a presentar de nuevo, con otras palabras, una información previamente expresada, ya sea para explicarla mejor, corregirla, resumirla o ejemplificarla. Esta operación discursiva resulta esencial para ajustar el mensaje a las necesidades de comprensión del destinatario.

La gestión de la interacción conversacional constituye una función específica de ciertos marcadores, especialmente en el discurso oral. Estos elementos regulan los turnos de palabra, manifiestan acuerdo o desacuerdo, solicitan confirmación, expresan sorpresa o evidencialidad, mitigan o refuerzan aserciones, y mantienen el contacto comunicativo con el interlocutor.

Finalmente, algunos marcadores cumplen funciones modales y argumentativas, expresando la actitud del hablante hacia lo dicho o reforzando determinados movimientos argumentativos. Estos marcadores manifiestan certeza, duda, probabilidad o evidencia, y pueden indicar si un argumento refuerza o debilita una tesis.

Según su finalidad discursiva

La clasificación según la finalidad discursiva combina criterios funcionales y pragmáticos para agrupar los marcadores según el tipo de operación comunicativa que realizan. Esta taxonomía, desarrollada principalmente por especialistas como Portolés y Martín Zorraquino, distingue varios grandes grupos que se corresponden con diferentes necesidades comunicativas en la construcción del discurso.

Esta clasificación resulta especialmente útil para la enseñanza de la lengua y para el análisis textual, pues permite identificar patrones de uso característicos de diferentes tipos de discurso. Los textos académicos, por ejemplo, presentan mayor densidad de estructuradores y reformuladores, mientras que las conversaciones coloquiales abundan en marcadores conversacionales.

Marcadores según su finalidad discursiva

Los marcadores del discurso, excluyendo los conectores que estudiaremos posteriormente, se clasifican en tres grandes categorías según la finalidad comunicativa que cumplen: organizadores, reformuladores y conversacionales. Cada grupo responde a necesidades discursivas específicas y presenta características formales y funcionales distintivas.

TIPO DE MARCADOR FUNCIÓN EJEMPLOS EJEMPLO EN CONTEXTO
Organizadores: Comentadores Introducen un nuevo comentario o tópico en el discurso pues, pues bien, así las cosas, dicho esto, bien, ahora bien Hemos analizado las causas del problema. Pues bien, examinemos ahora las posibles soluciones.
Organizadores: Ordenadores de apertura Señalan el inicio de una secuencia o serie de elementos en primer lugar, primeramente, por una parte, para empezar, antes que nada En primer lugar, debemos definir los conceptos básicos para comprender este fenómeno.
Organizadores: Ordenadores de continuidad Indican la continuación de una secuencia ya iniciada en segundo lugar, por otra parte, asimismo, igualmente, del mismo modo En segundo lugar, examinaremos las aplicaciones prácticas de esta teoría.
Organizadores: Ordenadores de cierre Señalan el final de una secuencia o serie en último lugar, por último, finalmente, para terminar, en fin Finalmente, presentaremos las conclusiones de nuestro análisis.
Organizadores: Digresores Introducen comentarios laterales que se apartan del tema principal por cierto, a propósito, a todo esto, dicho sea de paso, entre paréntesis La novela se publicó en 1967. Por cierto, ese mismo año ganó el Premio Nacional.
Reformuladores: Explicativos Presentan una explicación o aclaración de lo dicho anteriormente es decir, esto es, o sea, a saber, en otras palabras, dicho de otro modo Empleó el monólogo interior, es decir, la expresión directa del pensamiento sin mediación del narrador.
Reformuladores: Rectificativos Corrigen o reinterpretan una formulación anterior considerada inadecuada mejor dicho, más bien, mejor aún, digo La reunión será el martes, mejor dicho, el miércoles por la tarde.
Reformuladores: Recapitulativos Presentan una síntesis o resumen de lo expresado anteriormente en resumen, en suma, en conclusión, en definitiva, en fin, total, al fin y al cabo Analizamos las causas económicas, sociales y políticas. En resumen, es una crisis multifactorial.
Reformuladores: Ejemplificadores Introducen un ejemplo o ilustración concreta de una afirmación general por ejemplo, así, verbigracia, en particular, en concreto, pongamos por caso Los marcadores son frecuentes en el habla coloquial. Por ejemplo, expresiones como bueno o vale.
Conversacionales: De modalidad epistémica Expresan el grado de certeza o evidencia del enunciado claro, desde luego, por supuesto, efectivamente, evidentemente, naturalmente ¿Vendrás a la reunión? —Claro, allí estaré sin falta.
Conversacionales: De enfoque de alteridad Señalan que el hablante tiene en cuenta al interlocutor hombre, mujer, oye, mira, fíjate, imagínate, sabes Mira, comprendo tu punto de vista, pero no estoy de acuerdo.
Conversacionales: Metadiscursivos Gestionan pausas, cambios de tema o reparaciones en el discurso oral bueno, pues, entonces, vamos, anda, venga, vale Bueno, pasemos ahora a otro asunto. / Vale, quedamos así.

Conectores

Los conectores constituyen el grupo más estudiado y más amplio dentro de los marcadores del discurso. Su función específica consiste en vincular semántica y pragmáticamente un miembro del discurso con otro anterior o con una suposición contextual fácilmente accesible. Esta vinculación se realiza estableciendo relaciones lógicas explícitas que guían la interpretación del receptor sobre cómo se relacionan las ideas expresadas.

TIPO DE CONECTOR FUNCIÓN EJEMPLOS EJEMPLO EN CONTEXTO
Aditivos simples Añaden información de igual o similar relevancia y, además, asimismo, también, igualmente El cambio climático afecta a los ecosistemas terrestres. Además, provoca alteraciones en los océanos.
Aditivos de información inesperada Añaden un argumento sorprendente o especialmente relevante incluso, hasta, es más, más aún, todavía más, aún más Su propuesta presenta ventajas económicas y ambientales. Incluso podría implementarse a corto plazo.
Aditivos de adición extrema Presentan el argumento añadido como el más fuerte o definitivo encima, por añadidura, para colmo Llegó tarde, no preparó la presentación y, encima, olvidó los documentos necesarios.
Contraargumentativos directos Introducen una conclusión contraria a la esperada pero, sin embargo, no obstante, ahora bien, con todo, aun así, de todas formas Estudió intensamente durante meses; sin embargo, no logró aprobar el examen.
Contraargumentativos restrictivos Limitan o matizan el alcance de lo expresado sin cancelarlo aunque, si bien, a pesar de todo, pese a todo La propuesta es interesante, aunque necesita algunos ajustes antes de su implementación.
Contraargumentativos de contraste Presentan dos informaciones opuestas sin cancelación de expectativas en cambio, por el contrario, por contra, antes bien, al contrario María prefiere la literatura clásica; en cambio, su hermana disfruta con novelas contemporáneas.
Causales El segundo miembro presenta la causa o razón del primero porque, pues, ya que, puesto que, dado que, como, en vista de que Debemos actuar con urgencia, porque el problema se agrava día a día.
Consecutivos El segundo miembro presenta la consecuencia del primero por tanto, por consiguiente, en consecuencia, así pues, de ahí que, por eso Las temperaturas han aumentado significativamente. Por tanto, urgen políticas de reducción de emisiones.
Condicionales Presentan una hipótesis cuya realización condiciona lo expresado si, con tal de que, siempre que, a condición de que, en caso de que Si se aprueban estas reformas, la situación económica mejorará sustancialmente.
Finales Indican la finalidad o propósito de una acción para que, a fin de que, con el propósito de que, con vistas a que Invertir en educación para que las futuras generaciones tengan mejores oportunidades.
Temporales de anterioridad Sitúan un evento antes que otro en el tiempo antes, previamente, con anterioridad, anteriormente Antes de analizar las soluciones, debemos comprender las causas del problema.
Temporales de simultaneidad Indican que dos eventos ocurren al mismo tiempo mientras, cuando, al mismo tiempo, simultáneamente, a la vez, entretanto Mientras algunos defendían la propuesta, otros expresaban serias reservas.
Temporales de posterioridad Sitúan un evento después de otro en el tiempo después, luego, más tarde, posteriormente, a continuación, seguidamente Primero se presentaron los datos; después se procedió al análisis de los resultados.
Espaciales Establecen relaciones de ubicación o posición en el espacio aquí, ahí, allí, delante, detrás, encima, debajo, cerca, lejos, arriba, abajo En la parte superior están las oficinas administrativas; debajo se encuentran las aulas.

Aplicaciones prácticas en diferentes contextos comunicativos

El dominio de los marcadores y conectores resulta fundamental en múltiples contextos comunicativos, cada uno de los cuales privilegia determinados tipos de estas unidades según las características del género discursivo y los objetivos comunicativos.

En el ámbito académico, los textos expositivos y argumentativos hacen un uso intensivo de conectores lógicos (causales, consecutivos, contraargumentativos) y de marcadores organizadores. Un ensayo filosófico, por ejemplo, estructura su argumentación mediante ordenadores («en primer lugar», «por otra parte», «finalmente») y conecta premisas con conclusiones mediante consecutivos («por tanto», «en consecuencia»). Los reformuladores explicativos («es decir», «en otras palabras») resultan esenciales para clarificar conceptos complejos.

En el discurso periodístico, especialmente en artículos de opinión y editoriales, predominan los conectores contraargumentativos que permiten confrontar diferentes perspectivas sobre una cuestión. Los comentadores y ordenadores estructuran la presentación de los hechos y los análisis. En las noticias narrativas, los conectores temporales organizan la secuencia de acontecimientos.

En la comunicación oral cotidiana, los marcadores conversacionales adquieren protagonismo. Expresiones como «bueno», «pues», «claro», «vamos» o «mira» aparecen constantemente en las conversaciones informales, regulando turnos de palabra, expresando acuerdo, solicitando atención o gestionando pausas de planificación. Su uso apropiado caracteriza a los hablantes nativos competentes.

En el ámbito profesional, las presentaciones orales y los informes escritos requieren un uso estratégico de organizadores para guiar a la audiencia a través de estructuras complejas. Los reformuladores recapitulativos («en resumen», «en conclusión») resultan especialmente valiosos para sintetizar información densa. Los conectores causales y consecutivos son fundamentales en textos que justifican decisiones o proponen soluciones.

Importancia de los marcadores y conectores en la competencia comunicativa

El dominio de los marcadores y conectores constituye un componente esencial de la competencia discursiva y pragmática de los hablantes. Estas unidades, aparentemente pequeñas e incluso prescindibles desde una perspectiva puramente proposicional, desempeñan funciones cruciales que determinan la calidad, claridad y efectividad de la comunicación.

Desde el punto de vista de la producción discursiva, los marcadores y conectores permiten al hablante o escritor construir textos coherentes y bien estructurados. Facilitan la organización explícita de las ideas, la manifestación de las relaciones lógicas entre ellas y la gestión de la progresión informativa. Un texto rico en marcadores apropiados guía al receptor de manera efectiva, reduciendo el esfuerzo interpretativo y minimizando las ambigüedades.

Desde la perspectiva de la comprensión, estos elementos funcionan como señales que activan procesos inferenciales específicos y facilitan la construcción de la representación mental del discurso. Los marcadores indican qué tipo de operación cognitiva debe realizar el receptor: añadir información, contrastar perspectivas, identificar causas y efectos, reconocer digresiones o reformulaciones. Su presencia acelera y optimiza la comprensión, especialmente en discursos complejos.

En el contexto de la enseñanza de lenguas, tanto maternas como extranjeras, el dominio de los marcadores y conectores representa uno de los mayores desafíos, especialmente para los marcadores conversacionales cuyo uso apropiado requiere competencia pragmática avanzada. Los aprendices suelen dominar primero los conectores más básicos y transparentes (causales, aditivos simples) antes de incorporar progresivamente marcadores más complejos y polivalentes.

La investigación contemporánea sobre marcadores del discurso continúa revelando aspectos fascinantes de estas unidades: sus procesos de gramaticalización, su variación diacrónica y diatópica, su comportamiento en diferentes géneros discursivos, su adquisición por hablantes nativos y no nativos, y su papel en trastornos del lenguaje. Este interés académico refleja el reconocimiento de que comprender los marcadores y conectores resulta fundamental para comprender la naturaleza misma del lenguaje humano y su dimensión pragmática y discursiva.

Conclusión

Los marcadores y conectores del discurso constituyen elementos lingüísticos de extraordinaria importancia para la construcción y comprensión de textos coherentes y cohesionados. Aunque tradicionalmente han recibido menos atención que otros componentes del lenguaje, la investigación reciente ha demostrado que estas unidades cumplen funciones pragmáticas y discursivas esenciales que trascienden ampliamente su apariencia modesta.

A lo largo de este artículo hemos explorado exhaustivamente la naturaleza de estas unidades, comenzando por su definición como elementos invariables que guían las inferencias comunicativas sin ejercer función sintáctica en la oración. Hemos examinado su diversidad formal, que incluye adverbios, conjunciones, locuciones complejas e interjecciones, resultado de diversos procesos históricos de gramaticalización. Hemos analizado sus funciones esenciales: conectar segmentos discursivos, estructurar la información, reformular contenidos y gestionar la interacción conversacional.

La clasificación según la finalidad discursiva nos ha permitido distinguir entre organizadores, que estructuran el discurso señalando sus partes y jerarquías; reformuladores, que presentan nuevas formulaciones de contenidos previos mediante explicaciones, rectificaciones, recapitulaciones o ejemplificaciones; y conversacionales, que gestionan aspectos de la interacción oral expresando modalidad epistémica, enfoque de alteridad o funciones metadiscursivas. Por su parte, los conectores establecen relaciones lógicas específicas: adición, contraste, justificación-hipótesis y ordenación temporal-espacial.

El dominio de estos elementos representa un objetivo fundamental en el desarrollo de la competencia comunicativa, tanto en la lengua materna como en lenguas extranjeras. Su uso apropiado caracteriza a los hablantes y escritores competentes, capaces de construir discursos bien organizados que guían efectivamente al receptor a través de razonamientos complejos, narraciones elaboradas o exposiciones densas. Inversamente, su ausencia o uso inadecuado genera textos desarticulados, difíciles de seguir y propensos a malentendidos.

En el contexto educativo, resulta imprescindible dedicar atención explícita al aprendizaje de los marcadores y conectores, no como meras listas memorísticas sino como herramientas comunicativas cuyo uso debe practicarse en contextos significativos. Los estudiantes deben aprender no solo qué marcadores existen y qué significan, sino especialmente cuándo, cómo y con qué efectos emplearlos en diferentes géneros discursivos y situaciones comunicativas. Esta competencia contribuirá decisivamente a su éxito académico, profesional y social en una sociedad donde la capacidad de comunicar con claridad, precisión y efectividad constituye una habilidad cada vez más valorada y necesaria.

Autor

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    Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Lengua y Literatura actualmente JUBILADO.
    Mí último destino fue la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevaba más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho fui asesor en varios centros del profesorado y me dediqué, entre otras cosas, a la formación de docentes; trabajé durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante estuve en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías.

    Ahora, desde este retiro, soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo materiales útiles para el área de Lengua castellana y Literatura. ¡Disfrútala!

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