Amada, en esta noche tú te has crucificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso,
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernesanto más dulce que ese beso.
En esta noche rara en que tanto me has mirado,
la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.
Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;
se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.
Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;
ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.
César Vallejo, Los heraldos negros, 1918
Autor del audio: Claudio Obregón.
Audio procedente de Cecilia.
Lorca. Si mis manos pudieran deshojar
marzo 10, 2024
Juana de Ibarbourou. La pequeña llama
abril 28, 2024
Rubén Darío. Prosas profanas, 1896
octubre 13, 2022
Josefina de la Torre. Llevabas.
septiembre 9, 2024
César Vallejo. El poeta a su amada.
septiembre 12, 2023
Dámaso Alonso. Elegía a un moscardón azul.
junio 18, 2023