Índice de la entrada
El período temporal que vamos a abarcar en torno a la “Edad Media” es en literatura amplísimo: comenzaremos en el siglo VII oriental y finalizaremos en el XV inglés. Durante estos centenios se sucederán diferentes formas literarias, nuevos géneros, temas e ideas modernos de muy variada nacionalidad, extensión e influencia para nuestras expresiones culturales actuales.
1. “El Corán” y “Las mil y una noches”
El Corán
En el siglo séptimo aparece la figura de Mahoma, el profeta árabe que recibió la aparición e inspiración del Arcángel San Gabriel, de quien tomó al dictado su único escrito, el libro sagrado del Islam: el Corán. La obra fue escrita en dos momentos de su vida, en tiempos de La Meca y durante su estancia en Medina.
El Corán está dividido en capítulos llamados “suras“, los cuales constituyen, con versículos rimados, una obra repleta de imágenes literarias e ideas religiosas en las que se describen, con estilos elevado y vulgar, episodios como el juicio final y el fin del mundo, los milagros de la naturaleza como prueba irrebatible de la existencia de Dios, y, por último, leyendas y relatos sobre antiguos pueblos y sus profetas.
Pero el Corán es también un compendio de tipo legislativo, en forma de código, con normas de conducta y ritos religiosos, de manera que resulta para los creyentes musulmanes no sólo el modelo más importante de vida y conducta, sino también la obra maestra de la literatura universal.
Las mil y una noches
Una de las obras imprescindibles de la literatura oriental de todos los tiempos es el conjunto de relatos escritos en árabe, conocido con la denominación de “Mil y una noches”, suma de tradiciones literarias originarias de la India, Persia, Arabia y Egipto, muy distintas entre sí y de enormes frutos e influencia en la literatura europea desde la Edad Media en adelante.
Estas historias empezaron a reunirse entre los siglos IX y XIII hasta su compilación definitiva en el siglo XVI, bajo la estructura de una “historia-marco”, modelo mediante el cual cada uno de los relatos va encajando dentro de otro (como las muñecas rusas) resultando que el relato inicial se va enredando, ramificando y entrecruzando con otros cuentos, novelas, fábulas, textos didácticos, anécdotas, elementos mágicos, sagrados y también cotidianos -la vida en las ciudades de Oriente, Bagdad por ejemplo-, prodigios y aventuras, protagonizados por personajes que han pasado a nuestra memoria común: “Simbad el marino” y sus viajes, “Alí-Babá y los cuarenta ladrones”, “Aladino y la lámpara maravillosa”, y el legendario Harún-al-Rashid.
Todas y cada una de las narraciones inician su andadura partiendo de una trágica historia. El poderoso, despótico y arbitrario Sultán Schariar, harto de la conducta general de las mujeres, decide castigarlas mediante un cruel procedimiento: desposarlas y matarlas tras una noche de matrimonio. Así ocurre durante un tiempo, hasta que se casa con Scheherezade, hija del Gran Visir, quien para salvar su vida, comienza a relatar al Sultán una historia en la primera noche de bodas, cuyo final incierto dejará en suspenso al llegar la madrugada, aplazándolo hasta la noche siguiente (con la fórmula “despuntaba el alba y Sheherezade interrumpió su relato…”). De esta manera los aplazamientos se alargan porque el relato se enmaraña, hasta que el Sultán se olvida del castigo contra la inteligente Sheherezade, que logrará salvar la vida y prosperar en su nueva condición de poderosa consejera de su esposo.
2. La épica de los cantares de gesta
Tras la caída del Imperio Romano y el establecimiento del Cristianismo en Europa, comienzan a retomarse las antiguas leyendas mitologías de origen germano y escandinavo, formando un nuevo género semejante a la épica clásica, repleto de héroes, batallas y dioses, epopeyas caballerescas y populares que conoceremos con el nombre de “cantares de gesta”. Son, además, las primeras manifestaciones literarias de las nuevas tierras y gentes de la incipiente Europa.
El Cantar de los Nibelungos
Escrito a principios del siglo XIII por un culto caballero austríaco de nombre desconocido, reúne material de la tradición y leyenda orales, y cuenta la historia del héroe germánico Sigfrido, inmune a la muerte por haberse bañado en la sangre de un dragón vencido -excepto en una parte de la espalda-. Sigfrido se casa con la noble Krimilde, y procura, a su vez, la boda del rey Gunter con la desdeñada Brunilda de Islandia. Ésta, despechada por el desinterés del héroe, decide vengarse contratando al traidor Hagen para que asesine a Sigfrido, que muere por su “talón de Aquiles”. Viuda y resentida, Krimilde se casará de nuevo, eligiendo al feroz Atila, rey de los hunos, que cumplirá la venganza de aniquilar a quienes asesinaron a su anterior marido.
La Chanson de Roland
Poema épico escrito a finales del siglo XI con orgulloso fervor patriótico, el “Cantar de Roldán” trata con grandeza lírica y elementos históricos o inventados -por juglares que cantaron, contaron e imaginaron el relato durante siglos- el tema del desastre sucedido en el paso de Roncesvalles a finales del siglo VIII. El episodio central cuenta el retorno del emperador Carlomagno, que regresa a su tierra franca tras enfrentarse con el rey moro de Zaragoza, y sufre la maniobra traidora de los sarracenos que atacan la retaguardia de su ejército, vendido por el malvado Ganelón. A su paso por los Pirineos es hostigado por la espalda, y muere el principal de los héroes, su sobrino Roldán, antes de tocar su “olifante” de aviso a las tropas de vanguardia. Desaparecido éste, el caballeroso Carlomagno volverá vengativo con sus huestes a Zaragoza y la arrasará. Luego regresará a su capital, Aquisgrán, donde dará muerte al traidor.
3. La lírica de los trovadores
Desde el siglo XII se empieza difundir en la Provenza (en el sureste de Francia) una poesía lírica, culta, acompañada de música y muy alejada de las formas populares de los juglares iletrados. Era cantada en la lengua vernácula de “oc” por profesionales llamados trovadores que habían recibido formación en escuelas clericales -pero sin ser clérigos-: compositores y recitadores a la vez, que con enorme voluntad y calidad artística se expresaron en un estilo difícil, refinado, sometido además a una técnica muy rigurosa.
Sus temas son además novedosos, pues corresponden a una nueva imagen, la del “amor cortés”, en el cual la mujer casada se presenta completamente idealizada e inalcanzable, adúltera en sus relaciones que a su vez se ven obstaculizadas por un matrimonio siempre inconveniente. Ante ella se inclina, humilde y entregado, el amante devoto, paciente, esperanzado y también descorazonado que corteja a la dama como si fuera una divinidad.
Los trovadores (en Alemania llamados “minnesänger“) eran muy respetados, tanto por el público común como por los nobles señores que les protegían y acogían con gusto en sus castillos y palacios., y entre sus composiciones destacan la “cansó” (de puro tema amoroso), el “sirventés” (demostración de ira y ataque personal) y el “planto” (sobre la muerte de un personaje ilustre, elogiando sus virtudes). De entre muchos conocidos destacamos a Guillermo de Aquitania y al rey de Navarra Teobaldo I.
4. La “materia de Bretaña” y el “ciclo artúrico”
Al igual que sucede con las leyendas nórdicas, comienzan también a ser recordadas unas viejas historias de los celtas, tanto de la Bretaña francesa como de Inglaterra, en las que surge un heroico protagonista: el rey Arturo.
En el siglo XII aparece en la “Historia Regum Britanniae” de Godofredo de Monmouth, que es el primer autor que habla del legendario monarca Artús que luchó contra los últimos romanos, de Merlín y sus profecías, introduciendo el oráculo del retiro del rey a la mítica Avalon, desde la que algún día regresaría.
Poco después surgirá la historia de la “tabla redonda” del no menos legendario castillo de Camelot, hasta que la llamada materia céltica sea adaptada por Chretien de Troyes, que perfecciona los relatos hasta darles su forma casi definitiva en obras como El caballero de la carreta o Lancelot y Perceval o El cuento del Grial, llenas de aventuras y elementos maravillosos.
Ya en el siglo XV, junto con las recientes “novelas de caballerías” tan en boga, llegará Thomas Mallory, realizando una compilación y refundición definitiva de las historias artúricas en La muerte de Arturo.
5. Dante, Petrarca y Boccaccio
En los siglos XIII y XIV se origina en la fragmentada Italia el llamado “Dolce stil nuovo“, una poesía al estilo trovadoresco sobre tema amoroso, en el que se exalta la perfección de la amada como una prueba del poder de Dios y camino para la salvación del amado. Nuevas formas sobre asuntos recientes, que obtendrán su expresión definitiva, sobre todos, con dos de los más grandes autores de todos los tiempos: Dante y Petrarca.
Dante Alighieri y “La Divina Comedia“
Dante nace en Florencia en 1265, donde llegó a ser Prior en 1300 y cumplió diferentes funciones de gobierno inmerso en las disputas de partidos. Marchó luego al destierro, muriendo en Rávena en 1321.
Entendido en diferentes estudios, compuso una obra lírica, Vita nuova, en la que relata su encuentro amoroso e idealizado en el dolor, la alabanza y la fidelidad a su enamorada Beatriz, incluso con visiones de su muerte.
Pero Dante es, además, el autor de una de las obras más monumentales de la historia literaria de la humanidad, La Divina Comedia. La obra supone una “biografía del alma”, una peregrinación del ser humano por el universo, en cien cantos (uno de introducción y 33 para cada una de las etapas -Infierno, Purgatorio y Paraíso-), forjados mediante tercetos encadenados.
Con el nombre original de “Commedia” (pues aunque tenía un comienzo tenebroso apuntaba un final feliz y edificante) nos narra una visión en la que un aterrorizado poeta, el mismo Dante, se encuentra inmerso en un sueño dentro de una selva, acompañado de tres fieras: una pantera, un león y una loba (símbolo de tres peligros para el hombre). Aparece entonces el poeta Virgilio, admirado por el protagonista, quien, enviado a su vez por Beatriz, la amada de Dante, le guía en un viaje por el Infierno: un embudo de nueve círculos concéntricos (el primero es el limbo, el noveno el peor lugar de condena de los traidores, como Judas y Bruto), divididos a su vez en fosas y zonas de penurias para los condenados de toda condición y tiempo, antiguos unos y otros del tiempo de Dante; un lugar pavoroso y atroz cargado de fango, sangre, vendavales y fuego.
Desde el Infierno sube al Purgatorio y al Paraíso, donde Virgilio, por ser pagano, se despide de Dante sin poder entrar. Es entonces Beatriz la que conduce al poeta por el Edén, las esferas celestes de los ángeles y los bienaventurados, hasta contemplar la Faz de Dios hecho Hombre, momento en el que el soñador pierde, lógica e irremediablemente, la palabra.
La Divina Comedia es un inmenso poema épico-teológico, repleto de visiones cosmológicas y filosóficas, pensamientos políticos, religiosos y morales, que siguiendo el modelo de la Eneida de su guía ficticio, Virgilio, nos ofrece un itinerario a través del horror hasta alcanzar la gracia. Una obra llena de fuerza en las imágenes, que impresionan por su dureza, imaginación y plasticidad; un mosaico de personajes de toda clase y condición que recupera el concepto de belleza clásica.
Petrarca y el “Cancionero“
Este gran humanista italiano es el autor de una de las obras más representativas de la lírica de todos los tiempos, el Cancionero: un conjunto de poemas líricos de carácter amoroso que compuso desde 1330 hasta poco antes de su muerte en 1374.
El trabajo literario de Petrarca es un reflejo de sus sentimientos, melancolía, ilusiones y desgracias ante la figura de su enamorada Laura, a la que dedica sus palabras tanto “in vita” como “in morte“. Un “diario poético” repleto de ecos provenzales que anticipan el estilo renacentista, escritos en su “lengua vulgar” y destinado a rememorar el estado anímico del enamorado.
Boccaccio y el “Decamerón“
Autor del Decamerón (“los diez días” o “diez partes”), un conjunto de relatos contados por siete damas y tres caballeros que huyen de la peste florentina de 1348 y se refugian en un palacio campestre. En forma de cuentos agrupados en “giornatas” cada uno de los narradores relata anécdotas e historias con temas legendarios, exóticos, indecentes muchos de ellos, como una visión cómica de la sociedad italiana de la época, y con la simple intención del divertimento del lector u oyente. En ellas se produce un contraste, un choque violento entre los preceptos morales establecidos y las pasiones humanas.
Boccaccio es el recreador de la “novella“, la anécdota o el cuentecillo de forma artística y en lengua toscana, demostrando una enorme maestría en la narración, la descripción de ambientes y situaciones, y en la profundización psicológica en los personajes.
6. Geoffrey Chaucer y los “Cuentos de Canterbury“
Soldado, cortesano y diplomático londinense nacido en 1340, Chaucer es el creador de los maravillosos Cuentos de Canterbury, un conjunto de relatos de origen tradicional o inventado que deben mucho al modelo de Boccaccio. En ellos -aunque algunos quedaron inacabados- varios peregrinos que se dirigen al sepulcro de Santo Tomás Becket en Canterbury, hacen parada en un hostal y se cuentan diferentes historias sobre temas novelescos (“El cuento del caballero”, “El cuento del escudero”, con ideales de caballería y amor), picantes y atrevidas (“El cuento del molinero”) o de motivo religioso (“El cuento del clérigo”).
Lo más importante en la obra, más que las narraciones en sí, es el marco general: las presentaciones y discusiones entre los peregrinos, ricas de un lenguaje coloquial y reflejo de las diferentes personalidades de cada uno de los narradores, ante los que el posadero ejerce de “árbitro” de las contiendas verbales.
Lecturas recomendadas
- Las mil y una noches (selección). Vicens Vives (Aula de literatura), 1999.
- Anónimo, Cantar de Roldán.
- Sobre el “ciclo artúrico”: Chretien de Troyes, El caballero de la carreta y El caballero del león. También alguno de los títulos que se integran en la “Biblioteca artúrica” de Alianza Editorial.
- Dante, La Divina Comedia (selección de los cantos II a XXXIV), o también alguna versión resumida o adaptada de la obra completa.
- Geoffrey Chaucer, Cuentos de Canterbury (selección o adaptación como la realizada por Vicens Vives).
- Marco Polo, Libro de las maravillas.
- Harold Lamb, Carlomagno.
- John Steinbeck, Los hechos del rey Arturo.
- Mika Waltari, El ángel sombrío, sobre los últimos días de Constantinopla.
@ Internet
- http://www.crock11.freeserve.co.uk/arabian.htm (“Thousand and one Nights”. The Arabian Nights).
- http://www-rohan.sdsu.edu/dept/frenital/chanson.htm (La Chanson de Roland).
- http://www.britannia.com/history/h12.html (King Arthur in Britannia) y la categoría de “Arthurian studies” desde yahoo.com (Arts, Humanities, Literature) para los temas artúricos.
- Sobre Dante y sus obras:
- Edición de La Divina Comedia y otros muchos textos literarios en formato electrónico desde http://www.librodot.com
- Dante Alighieri on the web en http://www.greatdante.net
- Los dibujos de Botticelli sobre La Divina Comedia en http://www.royalacademy.org.uk (Royal Academy of Arts).
- http://www.fausernet.novara.it/fauser/biblio/index001.htm (Francesco Petrarca. Il Canzoniere, en italiano).
Películas
- Braveheart (Mel Gibson)
- Excalibur (John Boorman)
- Robin Hood (Kevin Reynolds).
Documento elaborado por Juan Manuel Ojembarrena.