Íñigo López de Mendoza, conocido en la historia de la literatura como el Marqués de Santillana, es la encarnación del ideal del caballero letrado del siglo XV: un hombre de armas y de letras, un noble poderoso y, a la vez, un poeta y teórico fundamental que actuó como puente entre la estética medieval y las nuevas corrientes humanistas que llegaban de Italia. Su obra, vasta y diversa, no solo refleja las tensiones y gustos de su época, sino que también sienta las bases para el Renacimiento poético español, lo que lo convierte en una de las figuras más importantes del Prerrenacimiento.
Primeros años y formación
Íñigo López de Mendoza nació en Carrión de los Condes (Palencia) el 19 de agosto de 1398, en el seno de una de las familias más nobles y poderosas de Castilla. La inclinación por las letras era una tradición familiar: tanto su abuelo, Pedro González de Mendoza, como su padre, Diego Hurtado de Mendoza, fueron también poetas. Tras la temprana muerte de su padre, su madre, Leonor Lasso de la Vega, se encargó de su educación.
Un punto de inflexión en su formación fue su estancia en la corte de Aragón, donde entró en contacto directo con las corrientes literarias catalanas, provenzales e italianas. Allí leyó a los clásicos del humanismo como Dante y Virgilio, y trabó amistad con poetas de la talla de Jordi de Sant Jordi y Ausiàs March, influencias que marcarían profundamente su obra posterior.
Desarrollo de su carrera literaria
La vida del Marqués de Santillana fue un constante equilibrio entre sus deberes como noble y su pasión por la cultura. Participó activamente en la compleja política del reinado de Juan II de Castilla y en numerosos hechos de armas, como la Batalla de Olmedo (1445), tras la cual el rey le concedió el título de Marqués de Santillana.
Sin embargo, esta vida militar nunca eclipsó su dedicación a las letras. Fue un gran mecenas y un apasionado bibliófilo, llegando a reunir en su palacio de Guadalajara una de las bibliotecas más importantes de Europa en su tiempo. Mandó traducir obras clásicas y siempre estuvo rodeado de maestros y humanistas, con quienes debatía sobre filosofía y literatura.
Obras principales
La producción literaria del Marqués es extensa y variada, abarcando desde la poesía popular hasta los más refinados experimentos italianizantes.
- Las Serranillas: Consideradas sus obras más célebres y logradas, las Serranillas son poemas breves que narran encuentros amorosos entre un caballero y pastoras. Santillana toma un género de raíz popular y lo eleva con la elegancia y los recursos del amor cortés, destacando por su frescura y musicalidad.
- Sonetos fechos al itálico modo: La aportación más trascendental de Santillana a la literatura española fue la introducción del soneto. Inspirado en poetas italianos como Dante y Petrarca, escribió los primeros sonetos en lengua castellana. Aunque no alcanzaron la perfección formal de los poetas posteriores, su esfuerzo fue un hito que abrió el camino a figuras como Garcilaso de la Vega.
- Proverbios: Esta obra, también conocida como Proverbios de gloriosa doctrina e saludable instrucción, refleja la faceta moral y filosófica del autor. Es una colección de sentencias didácticas en verso sobre la prudencia, la justicia y la virtud.
- Comedieta de Ponza: Poema narrativo de carácter alegórico que narra una derrota naval. Escrito en coplas de arte mayor y con una fuerte influencia de la Divina Comedia de Dante, es un ejemplo claro de su intento de aclimatar las grandes obras italianas a las formas castellanas.
Estilo de escritura e influencias
El estilo del Marqués de Santillana es un reflejo de su posición como figura de transición. Por un lado, está arraigado en la tradición medieval castellana. Por otro, es un innovador que busca activamente nuevas formas expresivas en la literatura italiana, adaptando sus temas y metros.
Su obra teórica más importante, el Proemio e carta qu’el Marqués de Santillana enbió al Condestable de Portugal, es un documento fundamental para la historia de la crítica literaria en España. En él, realiza una defensa de la poesía y traza un panorama de la literatura desde la antigüedad hasta su tiempo.
Recepción e impacto en la literatura
El Marqués de Santillana gozó de un enorme prestigio en vida. Sus obras eran tan conocidas que algunas, como las Serranillas, a menudo no se incluían en los cancioneros colectivos porque se asumía que todos las sabían de memoria.
Su legado es inmenso. No solo fue un poeta notable, sino también el primer teórico literario de envergadura en castellano. Su audacia al introducir el soneto y otras formas italianas preparó el terreno para la revolución poética del Renacimiento español, liderada por Boscán y Garcilaso de la Vega. La figura de Íñigo López de Mendoza permanece como el arquetipo del noble humanista, cuyo amor por la cultura enriqueció de forma decisiva las letras hispanas.
