Tiempo, espacio y modo. 2025

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By Miguel Castro Vidal

Expresión del tiempo, el espacio y el modo

Introducción

Uno de los bloques de contenidos establecidos por la LOGSE en el currículo de LCL para la ESO es La lengua como objeto de conocimiento. Las cuestiones que desarrollaré en esta exposición están directamente relacionadas con dicho bloque de contenidos.

Antes de pasar a la exposición del tema conviene preguntarse por qué este y otros temas centrados en el análisis gramatical presentan enunciados tan poco habituales. ¿No hubiera sido más sencillo titular este tema adverbios, preposiciones…?

Desde mi punto de vista, el planteamiento de estos temas en el presente cuestionario de oposición responde a dos motivaciones:

  • En primer lugar, una mayor vocación de exhaustividad.
  • En segundo lugar, la búsqueda de un enfoque comunicativo para el estudio de la gramática. Para lograr este propósito, resulta más adecuado partir de las funciones informativas del mensaje que de categorías gramaticales preestablecidas.

Realizada esta observación, pasemos a la exposición del tema. Para llevarla a cabo, seguiré un criterio formal, según el cual, el desarrollo de cada apartado seguirá un orden ascendente, partiendo de los elementos mínimos para después analizar segmentos complejos que expresan las nociones de las que se ocupa este tema.

EXPRESIÓN DEL TIEMPO

Unidades dependientes: elementos morfológicos

En este apartado incluimos elementos morfemáticos, dependientes, que añaden al sintagma al que se unen mediante flexión unas denotaciones temporales. Entre ellos hay que destacar, en primer lugar, algunos morfemas exclusivos del verbo.

  • Morfema de tiempo, rebautizado por la gramática funcional como perspectiva. Esta terminología resulta más precisa pues, como sabemos, el tiempo verbal no siempre se corresponde de un modo estricto con el tiempo real. Pensemos simplemente en los usos desviados de los verbos como el presente histórico o el uso hipotético del pretérito imperfecto: Venía mañana. Parece por ello más exacto hablar de perspectiva de presente o participación y perspectiva de pasado o alejamiento, mediante las cuales el hablante acerca o aleja los hechos denotados de su esfera existencial en función de sus intenciones comunicativas y al margen del tiempo real en el que hayan tenido lugar.
  • Morfema de aspecto. También expresa temporalidad. En castellano, el paradigma del aspecto presenta la oposición de las formas cantabas/cantaste. Como se puede apreciar, la forma cantaste (aspecto terminativo), presenta los hechos atendiendo a su cese; mientras que la forma cantabas (no terminativo) nos remite a los hechos considerándolos en su desarrollo, sin atender a su final. Dicha diferencia se percibe con claridad en oraciones en las que ambas formas coexisten: Cuando salí llovía. La forma de aspecto terminativo aparece englobada en la otra.
  • Morfema de anterioridad. Es aquel que opone las formas simples a las correspondientes compuestas de la conjugación. Las formas compuestas denotan una acción anterior a sus correlatos simples: llega/ha llegado.

Estos son, en definitiva, los elementos lingüísticos que expresan tiempo.

Elementos sintagmáticos

Principalmente, la categoría sintáctica que se encarga de expresar nociones como las que encabezan el enunciado de este tema es el adverbio.

Morfológicamente, el adverbio se caracteriza por su invariabilidad en género y número, es por ello una unidad de categoría neutra, que, no obstante, puede ser sometida a procesos de derivación mediante la adición de sufijos: despacito. Además, también admiten gradación: tardísimo, más tarde que pronto. Estas características afectan a todos los adverbios, no solo a los de tiempo.

Desde el punto de vista funcional, el adverbio se caracteriza por su capacidad para desempeñar autónomamente el oficio de complemento circunstancial (CC), como tal, es potestativo, puede coexistir con otros y presenta gran libertad de movimientos en la secuencia. Otra función que puede desempeñar es la de término de transposición (TT) o adyacente de adjetivo.

Atendiendo a sus características semánticas, Seco distingue dos tipos básicos:

  • Esenciales, son los que Alarcos denomina aditamentos internos: sí, no. Su eliminación conlleva un radical cambio de sentido en la secuencia.
  • Circunstanciales: son los que nos interesan para el desarrollo de este tema, pues expresan tiempo, modo, lugar. Su eliminación no transforma el significado de la secuencia, simplemente, le resta información.

Realizadas estas consideraciones generales acerca del adverbio, centrémonos en los de tiempo. Dentro de ellos conviene diferenciar, por su modo de referencia, dos clases:

  • Conceptuales. Siempre tienen el mismo significado: antes, después.
  • Cotextuales. Su referencia está en función de la situación comunicativa, son deícticos: hoy, mañana.

Otra clasificación basada en su contenido semántico, distingue: anterioridad (antes), simultaneidad (ahora), posterioridad (después). Esta clasificación toma como referencia el momento en que el discurso tiene lugar.

Hemos dicho que en la oración los adverbios pueden desempeñar la función de CC o TT. Sin embargo, conviene hacer caso a ciertas situaciones en las que la unidad adverbial no desempeña puramente ninguno de estos dos oficios básicos y más conocidos. Me refiero a los adverbios en posición incidental del tipo: Temáticamente, este soneto se inserta en la tradición de la poesía petrarquista. Es muy frecuente que el adverbio aparezca como inciso; en estos casos, su función no es complementar al verbo añadiendo información acerca de cómo se realiza la acción (CC), sino que la unidad en cuestión modifica a la totalidad del enunciado. Son lo que Alarcos llama adyacentes oracionales, unidades que pertenecen, según I. Bosque, al nivel periférico del SV. Desde el punto de vista pragmático, estas unidades pueden tener varias funciones: expresar la actitud del emisor, poner en relación los elementos del discurso, o fijar el marco o universo aportando precisiones de diverso tipo. Precisiones entre las que se encontrarían las que nos interesan para el desarrollo de este tema: las de carácter temporal. Entre ellas se encontrarían las construcciones absolutas.

Junto a los adverbios propiamente dichos, hay que mencionar a ciertos sustantivos que comportan un valor temporal y que funcionalmente equivalen a adverbios.

  • Nombres de los días de la semana precedidos de artículo: Llegó el lunes.
  • Los sustantivos día, mes, año, semana, actualizados por un determinante: Llegó esta semana.
  • El sustantivo víspera.

Elementos complejos

En este apartado hay que incluir tanto oraciones subordinadas como sintagmas transpuestos a categoría adverbial.

  • Sustantivos precedidos por preposición, en la mayoría de los casos, estos sustantivos presentan una denotación temporal. Te recogerán de madrugada. Hay que decir que la preposición, además de ejercer de transpositor, semantiza la secuencia: a = momento puntual, Te recojo a las diez; en = sentido durativo, Fue feliz en su niñez; para = sentido prospectivo, Lo dejamos para el lunes.
  • Locuciones adverbiales (preposición + sustantivo/adjetivo): a veces, de pronto.
  • Oraciones subordinadas temporales. El transpositor más conocido es el relativo cuando sin antecedente; el segmento equivale a un adverbio: Cuando llegues espérame. Hay que añadir, no obstante: mientras, así. Así te enteres avísame.
  • Infinitivo precedido de preposición: Al llegar se marchó.
  • Participio absoluto, indica anterioridad: Muerto el perro, se acabó la rabia.
  • Usos arcaicos y dialectales del gerundio más preposición = posterioridad: En cenando nos veremos.

EXPRESIÓN DEL ESPACIO

Elementos dependientes

Entre ellos debemos incluir las preposiciones. A pesar de que resulta muy complicado realizar una clasificación sistemática de los valores semánticos de las preposiciones, se suelen distinguir dos grandes grupos:

  • Posicionales: indican lugar por sí mismas: frente, sobre, tras.
  • Lineales: más que un lugar indican una dirección: desde, de, por.

Elementos sintagmáticos

Como ya hemos avanzado, la categoría sintáctica esencial para la expresión de nociones espaciales es el adverbio. No repetiremos lo dicho acerca del adverbio en el epígrafe anterior. Centrándonos en los de lugar, R. Lenz los divide en:

  • Subjetivos: presentan una referencia deíctica establecida en función de las personas gramaticales, aquí (1ª persona), ahí (2ª persona), allí (3ª persona).
  • Objetivos: hacen referencia a situación o movimiento en el espacio sin tomar como referencia la persona gramatical, suelen aparecer ordenados en parejas de antónimos: dentro/fuera, arriba/abajo, cerca/lejos.

Junto al adverbio, otro de los elementos sintagmáticos esenciales en la expresión de la noción de tiempo son los pronombres demostrativos. Su función es deíctica, son unidades de referencia relativa; solo se les puede asignar un referente en función de un contexto comunicativo. Su referencia se establece en función del receptor: este, ese, aquel.

Elementos complejos

Los principales son las subordinadas de relativo sin antecedente. Dicho transpositor puede aparecer precedido de preposiciones que matizan su significado: de (procedencia), a (dirección). A donde voy no hay agua corriente. De donde vengo no hay… Ni que decir tiene que los segmentos transpuestos por donde funcionan sin antecedente como circunstanciales. Si lo llevan, serán adyacentes nominales: La casa donde nací. Aunque seguirán expresando lugar.

La transposición también puede ser llevada a cabo mediante preposición: Te espero en mi casa.

EXPRESIÓN DEL MODO

El concepto de modo en nuestra lengua implica dos acepciones.

  • Modo como actitud del hablante hacia los hechos que comunica, aparece representado por los morfemas de modo del verbo (indicativo, subjuntivo y potencial); y por la curva de entonación de los enunciados: asertivos, interrogativos y exclamativos.
  • El modo hace también referencia a la manera en que se desarrollan los hechos denotados por el lexema del verbo.

La unidad más empleada para expresar este segundo tipo de contenidos modales es el adverbio. Una buena parte de los adverbios modales existentes en castellano han sido construidos mediante derivación, añadiendo a un adjetivo el sufijo -mente. Aunque naturalmente también existen adverbios de modo primitivos: bien, mal. Los adverbios de modo suelen desempeñar la función de CC. Sin embargo, en ocasiones, aparecen aislados del resto del decurso en posición incidental, esto es, entre comas. En estos casos, el tipo de modo que se está expresando es el primero del que hablábamos: la actitud del hablante hacia los hechos que transmite. Felizmente, todo ha salido bien. En otros, más que una actitud del hablante, estos adyacentes oracionales son marcadores metadiscursivos, que aclaran a lo que nos referimos mediante el discurso: Temáticamente, estamos ante un soneto de carpe diem.

Se distinguen modalizadores de la oración (desiderativos, exhortativos, de probabilidad), modalizadores de la enunciación (de verdad, francamente), tópicos modales (técnicamente).

Entre los sintagmas apropiados para expresar modo, hay que mencionar también ciertos sustantivos, propios del habla coloquial, que sin ser transpuestos equivalen a un adverbio de modo: pipa, teta, bomba.

Elementos complejos

  • Oraciones subordinadas, transpositores: según, Me hice el sordo según me aconsejaron; conforme; cual y como: Todo va como esperábamos.
  • Locuciones adverbiales: a hurtadillas, a pie juntillas, a la chita callando.

Procedente de Proyecto Aula. Autor: Miguel Castro

Autor

  • miguel castro

    Miguel Castro Vidal es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y profesor de enseñanza secundaria. Ha trabajado como preparador en CEN oposiciones (Madrid) y como profesor de ELE en el Estado de Luisiana durante siete años (cursos 2004-2005 y cursos 2009-2015). Profesor, antiguo socio y cofundador de Casa de España, New Orleans LLC, ha colaborado con Santillana en la elaboración del libro de texto Fans del Español Middle School. En los últimos tiempos, ha dedicado parte de sus energías y esfuerzos a la dinamización cultural y la animación a la lectura desde el ámbito de la biblioteca escolar. Ha sido responsable del Plan Lector del IES San Cristóbal de los Ángeles (Madrid) y coordina, desde 2018, el Proyecto de Biblioteca Escolar “Leonautas” de su centro, el IES Leopoldo Alas “Clarín” (Oviedo).

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