Los géneros literarios. La narrativa

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By Víctor Villoria

Los Géneros Literarios: La Narrativa

Desde que el ser humano comenzó a comunicarse, ha sentido la necesidad irreprimible de contar historias. La narrativa, como género literario, nace de esta vocación universal por relatar experiencias, transmitir conocimientos y dar sentido al mundo que nos rodea. El género narrativo es el arte de contar una historia a través de un narrador, quien nos presenta personajes, acciones y conflictos que se desarrollan en un tiempo y espacio determinados.

A lo largo de la historia, la narrativa ha evolucionado desde las formas más primitivas de transmisión oral hasta las complejas creaciones literarias de la actualidad. Esta evolución nos permite distinguir dos grandes categorías: los géneros narrativos tradicionales, nacidos del pueblo y transmitidos de generación en generación, y los géneros narrativos cultos, creados por autores específicos con una intención artística consciente.

Los Géneros Narrativos Tradicionales

Los géneros narrativos tradicionales representan la memoria colectiva de los pueblos. Surgieron en las comunidades primitivas como una forma de preservar la historia, transmitir valores y explicar los misterios del mundo. Su característica fundamental es que son de origen popular y anónimo, naciendo de la tradición oral antes de ser recogidos por escrito.

La epopeya constituye el género narrativo más grandioso de la antigüedad. Se trata de extensos poemas narrativos que relatan las hazañas extraordinarias de héroes legendarios, quienes encarnan los valores más nobles de su civilización. En estas obras monumentales, los protagonistas son seres excepcionales que enfrentan desafíos sobrehumanos, a menudo con la intervención directa de los dioses. La Ilíada y la Odisea de Homero representan el modelo perfecto de este género, mientras que en la literatura española encontramos el Cantar de mio Cid, que narra las gestas del héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar.

De las grandes epopeyas surgieron los romances, poemas narrativos breves que se centraban en momentos especialmente dramáticos o emotivos de las historias heroicas. El pueblo, que no podía memorizar obras tan extensas, conservaba y cantaba los fragmentos más impactantes, dando origen a estas composiciones de gran intensidad lírica. Los romances españoles forman el Romancero, una de las joyas más preciadas de nuestra literatura tradicional, donde encontramos historias de amor, batallas, venganzas y conflictos fronterizos entre moros y cristianos.

El mito representa la forma más antigua de narrativa, pues surge de la necesidad humana de explicar lo inexplicable. Estos relatos sagrados intentan dar respuesta a las grandes preguntas existenciales: el origen del universo, la creación del hombre, la presencia del mal en el mundo. Los personajes míticos son dioses, semidioses y criaturas sobrenaturales que actúan en un tiempo primordial, anterior a la historia conocida. Cada cultura ha desarrollado su propia mitología: los griegos nos legaron los mitos de Prometeo y Pandora, mientras que la tradición judeocristiana nos transmitió el relato de Adán y Eva.

La leyenda se sitúa en un territorio intermedio entre la historia y la fantasía. A diferencia del mito, que se desarrolla en un tiempo mítico, la leyenda está vinculada a lugares, personajes o sucesos específicos de una comunidad. Parte de una base histórica real —un castillo, un río, un personaje que existió— y la envuelve en elementos sobrenaturales que reflejan las creencias y temores populares. Las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, como El monte de las ánimas, ejemplifican perfectamente cómo la literatura culta puede reelaborar estos materiales tradicionales.

El cuento popular completa este panorama de géneros tradicionales. Se trata de narraciones breves, de estructura sencilla, protagonizadas por personajes arquetípicos que encarnan virtudes y defectos universales. Su función principal es entretener y educar, transmitiendo valores morales a través de historias atractivas. “Caperucita Roja”, “Cenicienta” o “Blancanieves” son ejemplos universales que han trascendido fronteras culturales y temporales, adaptándose continuamente a nuevos contextos sociales.

Los Géneros Narrativos Cultos

La aparición de la escritura y el desarrollo de la cultura letrada dieron origen a los géneros narrativos cultos. Estos se caracterizan por tener autor conocido y una intención artística consciente, lo que les permite una mayor complejidad técnica y temática que sus antecesores populares.

El cuento literario surge como evolución consciente del cuento popular, pero se distingue de él por su elaboración artística y su autor identificado. Mientras el cuento tradicional busca principalmente entretener y moralizar, el cuento literario persigue un efecto estético específico y una exploración profunda de la condición humana. Se caracteriza por su brevedad, su intensidad y su capacidad de crear un impacto duradero en el lector. Como señalaba Edgar Allan Poe, todo en el cuento debe contribuir a un único efecto final. Los maestros del género, como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar o Alice Munro, han demostrado que en pocas páginas se puede crear un universo completo y transformar la percepción del lector.

La novela representa el género narrativo más libre y expansivo de la literatura. Su extensión le permite desarrollar tramas complejas, crear múltiples personajes con profundidad psicológica y explorar diversos temas y conflictos. La novela es el género que mejor refleja la complejidad de la vida moderna, pues puede abarcar desde la intimidad de un individuo hasta el retrato de toda una época histórica. Su nacimiento moderno se sitúa con Don Quijote de la Mancha de Cervantes, obra que revolucionó la narrativa al crear personajes de carne y hueso, lejos de los héroes idealizados de los libros de caballerías.

La evolución de la novela ha sido constante desde el siglo XVII hasta nuestros días. Cada época ha desarrollado modalidades novelescas que reflejan sus preocupaciones específicas: la novela sentimental del siglo XVIII, el realismo del XIX, las vanguardias del XX y las nuevas formas experimentales del siglo XXI. Desde La Regenta de Clarín hasta Cien años de soledad de García Márquez, la novela ha demostrado una capacidad infinita de renovación y adaptación.

La comprensión de estos géneros narrativos nos permite apreciar la riqueza y diversidad del arte de contar historias. Desde los relatos ancestrales que se transmitían junto al fuego hasta las complejas construcciones literarias contemporáneas, la narrativa sigue cumpliendo su función esencial: ayudarnos a comprender el mundo y nuestra place en él a través del poder transformador de las historias.

Autor

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    Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!

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