Sujeto y predicado. 2025

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By Miguel Castro Vidal

Sujeto y predicado

La relación predicativa

Desde el punto de vista de la gramática tradicional, para que exista oración se precisan dos elementos que desempeñen las dos funciones esenciales: el sujeto y el predicado.

  • El sujeto es la palabra o conjunto de palabras que expresan un concepto del que se predica algo afirmando o negando.
  • El predicado es la palabra o conjunto de palabras que predican algo del sujeto afirmando o negando.

Sin embargo, esta concepción de la oración tropieza con ciertos usos lingüísticos en los que aparecen oraciones constituidas sin sujeto explícito: Llueve, Nieva.

La gramática funcional ha tratado de explicar estos hechos llegando a las siguientes conclusiones. La relación predicativa es condición sine qua non para la existencia de oración; consiste, grosso modo, en decir algo de algo y se establece entre un sujeto y un predicado. Sin embargo, como hemos visto en los ejemplos citados, no es necesario que exista un sujeto explícito para que haya oración. De ahí se deduce que la relación predicativa es inherente a todo sintagma verbal en forma personal. El sintagma verbal está compuesto internamente por un signo de referencia léxica (lexema), y un signo de complejo de referencia gramatical (morfemas de tiempo, número y persona). Entre estos dos componentes, trabados por interdependencia, es entre los que se establece la relación predicativa. El lexema del verbo es el predicado (lo que se dice). Los morfemas de persona y número son el sujeto gramatical, aquello a lo que se refiere el predicado.

En consecuencia, debemos distinguir dos tipos de sujeto: sujeto gramatical y sujeto léxico. El sujeto gramatical es indispensable para la existencia de la oración, mientras que el sujeto léxico es potestativo, sin él, puede existir oración. Así, si del enunciado El niño lloró suprimimos el sujeto léxico con el resultante: lloró, que bien podría aparecer aislado en un acto de habla como respuesta a la pregunta ¿Qué hizo el niño?; vemos que la oración se mantiene, puesto que sigue existiendo el sujeto gramatical 3ª persona del singular.

El sujeto léxico

Definimos el sujeto léxico como el componente de la oración que puntualiza o delimita la referencia del sujeto gramatical implícito en el verbo. Así, en el caso del verbo compra, la referencia del sujeto gramatical (3ª persona del singular) es aplicable a infinitos entes de la realidad extralingüística; lo que hace el sujeto es concretar dicha referencia señalando a un ente determinado de los muchos posibles: El niño compra.

Si por el contrario, el sujeto gramatical del verbo es 1ª o 2ª persona del singular, la presencia de un sujeto léxico tiene una función enfática puesto que la referencia de estas personas es inequívoca; su sujeto léxico solo puede ser yo y , respectivamente.

La función de sujeto léxico siempre será desempeñada por una unidad de categoría sustantiva (nombre o pronombre). Dicha unidad se caracteriza por concordar en número y persona con el sujeto gramatical y por rechazar la presencia de preposiciones. La función de sujeto léxico, contrariamente a lo que sucede con el suplemento, es apreposicional.

Tipos de sujetos

Basándonos en un criterio semántico, distinguimos las siguientes clases de sujetos:

  • Sujeto agente: designa al ente que realiza la acción denotada por el verbo. El perro ladra.
  • Sujeto paciente: designa al ente que padece la acción denotada por el verbo. El perro fue apaleado.
  • Sujeto seudoagente: posee la apariencia del sujeto agente pero, en rigor, no lo es. La puerta se cerró.
  • Sujeto factitivo: el referente del sujeto no realiza materialmente la acción, la propicia. El ayuntamiento embreó las calles.
  • Sujeto estativo: el sujeto no realiza ni padece la acción puesto que el verbo nos remite a un estado. Juan yace en la cama.

Atendiendo a la naturaleza del núcleo del sujeto: sujeto pronominal y sujeto nominal.

Atendiendo a un criterio formal:

  • Sujeto simple: Juan viene.
  • Sujeto complejo: varios sintagmas de los cuales uno se erige en núcleo: El hijo del vecino es tonto.
  • Sujeto compuesto: sustantivos coordinados: Pedro y Juan juegan al mus.
  • Sujeto oracional: el sujeto es una oración subordinada: Me duele que te vayas.

Casos conflictivos

Discordancias

Hemos dicho que el sujeto léxico se caracteriza por concordar en número y persona con el sujeto gramatical. Sin embargo, en ocasiones se dan ciertas irregularidades. Hay, incluso en textos literarios, secuencias que, en rigor, violan esta regla gramatical pero que resultan aceptables; es el clásico fenómeno de la concordancia ad sensum. Veamos tres de los ejemplos más frecuentes de estas discordancias:

  • Nombres colectivos: en principio la construcción canónica de la oración cuyo sujeto es un nombre colectivo exige un sujeto gramatical en singular: La gente se movía. Sin embargo, no es extraño encontrarse con usos en los que se selecciona el plural; este uso del plural es muy frecuente cuando el verbo aparece muy distanciado en el decurso del sujeto léxico: La pareja, tomando los mosquetones con ambas manos… empezaron a empujar.
  • Sujetos compuestos por sustantivos coordinados: si ambos llevan artículo o ambos carecen de él, lo habitual es el uso del plural: Se prohiben carga y descarga; Se prohiben la carga y la descarga. Sin embargo, si es solo uno de ellos el que lleva el artículo, es factible la construcción en singular: Se prohibe la carga y descarga.
  • Construcciones atributivas: atributo y sujeto léxico deben concordar en género y número; sin embargo, si uno de ellos es un nombre colectivo, el verbo puede revestir bien la forma del plural, bien la del singular: Los desertores eran gente desalmada. Los encamisados era gente medrosa. Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla.
¿Sujeto con preposición?

Hemos dicho que el sujeto es una función apreposicional. En este sentido, hay construcciones que suelen plantear serios problemas al análisis gramatical, pues pese a llevar preposición, presentan una apariencia similar a la del sujeto. Algunas gramáticas tradicionales las consignaban como sujetos excepcionales.

  • Entre tú y yo lo haremos: pese a la comparecencia de pronombres coordinados que concuerdan en número y persona con el sujeto gramatical, en este caso nos encontramos ante un complemento circunstancial o aditamento, que puede ser conmutado por un adverbio: Así. Por otra parte, este enunciado responde a la pregunta ¿Cómo lo haremos? y no a ¿Quiénes lo haremos? En construcción ecuacional también presentaría la apariencia de un CC: Entre tú y yo es como lo haremos.
  • Hasta los gatos quieren zapatos: a estas construcciones hay dos explicaciones. Quilis y Seco consideran que la preposición es equivalente a un adverbio como incluso. Alarcos discrepa, pues hasta carece de la libertad de movimientos de un adverbio. Más bien habría que considerarlo equivalente a una conjunción que indica el fin de una enumeración con un previo elemento totalizador (todo) elíptico que sería el sujeto, siendo el hasta los gatos un término adyacente de ese núcleo.

Sujeto con verbos impersonales

Existen una serie de verbos catalogados como impersonales (unipersonales por Bello), que siempre aparecen en 3ª persona y no parecen admitir la presencia de un sujeto léxico. Suelen ser verbos que denotan fenómenos atmosféricos. Sin embargo, en ocasiones, sobre todo en usos literarios, dichos verbos sí presentan un sujeto léxico: Llovían puñadas y mojicones.

Ante estas situaciones cabe preguntarse si la impersonalidad de un verbo es una cuestión inherente a cada verbo o una cuestión dependiente de las intenciones comunicativas del hablante. Más bien parece que se trata de lo segundo, pues es habitual que verbos que a priori no son impersonales se impersonalicen mediante el uso de la 3ª persona (la no persona de Benveniste) y la supresión del sujeto léxico: Decían que había muerto. O mediante el uso del reflexivo se: Se dice que ha muerto.

El predicado

Desde el punto de vista de la gramática tradicional, el predicado es lo que se predica, es decir, lo que se afirma o se niega del sujeto. Desde el punto de vista funcionalista, el predicado es el lexema del verbo.

Tipos de predicados

Tomando como referencia las relaciones entre sujeto y predicado se distingue:

  • Predicado nominal: es aquel en el que el núcleo oracional es un verbo copulativo. Dichos verbos tienen la particularidad de presentar en su lexema una denotación tan extensa e inconcreta, que requieren la presencia de un sintagma nominal que rellene ese vacío denotativo. Este sintagma es el atributo. En cierta medida, podemos considerar que la estructura verbo copulativo + atributo no es más que el desglose de un lexema verbal no atributivo de contenido más concreto. Así, El café es amargo, equivaldría a El café amarga. Algunos gramáticos consideran que el núcleo de un predicado nominal está formado por el verbo y el atributo; desde esta perspectiva el verbo vendría a ser una especie de auxiliar del atributo, ya que únicamente comporta un contenido gramatical, siendo el atributo el portador de la carga léxica de la construcción. Los verbos copulativos son, como sabemos, ser, estar, parecer y quedarse. Otra posibilidad de análisis es la de aquellos que consignan como núcleo del predicado nominal al atributo, desempeñando el verbo la función de cópula, unión entre sujeto y predicado.
  • Hay quien habla de verbos cuasicopulativos, serían aquellos susceptibles de ir acompañados por un predicativo. En algunos casos, estas construcciones presentan un claro paralelismo con las puramente atributivas, requiriendo el verbo la presencia del PVO para adquirir un significado: Juan se volvió loco, *Juan se volvió. En otras ocasiones, la situación es distinta y el PVO aparece como un elemento del que podríamos prescindir: Vio la película sentado. En todo caso, la cuestión parece determinada por el régimen verbal.
  • Se entenderá que estamos ante un predicado verbal cuando su núcleo no es un verbo copulativo.

La estructura del predicado

El predicado, tal y como lo entiende la gramática tradicional, está constituido por dos tipos de elementos que se definen en virtud de la relación sintáctica de subordinación. Dichos elementos serían: el núcleo (verbo), elemento imprescindible para la constitución de oración, y los complementos, elementos adyacentes subordinados al núcleo y por tanto prescindibles.

  • Complemento directo o implemento: es una función de categoría sustantiva cuya finalidad es concretar la significación léxica del verbo. Si su referente es un ser animado, puede llevar la preposición a: Llama a Juan. Si se antepone al verbo o se elide por consabido, deja como referente los pronombres átonos: lo, los, la, las. Se suelen distinguir verbos transitivos y verbos intransitivos en función de su disponibilidad para recibir o no un complemento directo. Una vez más parece que la transitividad o intransitividad de un verbo depende de las intenciones comunicativas del hablante. Pues, en ocasiones, nos encontramos verbos canónicamente intransitivos que reciben en determinados usos CD: Me nacieron en Zamora.
  • Complemento indirecto: función sustantiva, suele referirse al destinatario de la acción denotada por el verbo. Si se elide por consabido, deja como referentes los pronombres átonos: le, les, me, te, se, nos. En ocasiones aparece precedido por la preposición a.
  • Suplemento: aparece con verbos que rigen una preposición determinada. Si lo elidimos por consabido, el resultado es la preposición más un pronombre tónico. En principio, es incompatible con el CD, suele aparecer ligado a la reflexividad. A veces, aparecen excepciones: Basó su investigación en una teoría falsa. En estos casos Alarcos habla de suplemento indirecto. Es fácil confundirlo con el CC. Hay dos pruebas:
    • Pregunta. ¿Cómo hablan? Hablan de corrido. ¿De qué hablan? Hablan de política.
    • Ecuacional. De corrido es cómo hablan; De política es de lo que hablan.
  • Aditamento: es una función de categoría adverbial, y como indica su nombre, es totalmente coyuntural, es decir, su supresión no afecta al significado de la frase. Hay excepciones: el aditamento interno.

Estratificación del predicado

Un análisis del predicado muy interesante es el propuesto por I. Bosque, quien establece una jerarquía entre los diversos complementos en función de su nivel de inserción en el SV. En dicha estratificación del predicado tendríamos los siguientes tipos genéricos de complementos:

  • Nivel de los argumentos: complementos que modifican directamente al verbo. Son elementos directamente seleccionados o regidos por el verbo, previstos por sus características léxicas, apareciendo más estrechamente vinculados a él que ningún otro complemento. Un verbo como nacer exige la presencia de un elemento que designe la persona o cosa que nace; tener, en cambio, exige la presencia de dos sintagmas: uno que designe la cosa que se tiene y otro que designe al poseedor. Formarían parte de este nivel de inserción el CD, el CI, el C Reg, y el C Ag. La comparecencia de los argumentos no es rigurosamente obligatoria; en determinados usos puede prescindirse de ellos, no olvidemos que siguen siendo complementos.
  • Nivel de los aditamentos: complementos que inciden sobre el conjunto del verbo y sus argumentos. No vienen exigidos por el núcleo verbal. A este nivel pertenecen los CC, determinados tipos de CI como el dativo de interés o el le expletivo, también los PVO no exigidos por el verbo.
  • Nivel periférico del sintagma verbal: complementan al conjunto formado por todos los anteriores. Son los complementos que aparecen en posición incidental. Mayoritariamente, tienen la función de fijar el marco o universo de discurso en el que se produce lo expresado por el enunciado. Se distinguen: tópicos (A propósito de tu madre, hace tiempo que no la veo), modalizadores de la oración (Desgraciadamente, somos pocos para concursar), modalizadores de la enunciación (De verdad, ¿tienes frío?) y marcadores de relación del discurso (Está lloviendo, por lo tanto, es mejor que no salgas).

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Autor

  • miguel castro

    Miguel Castro Vidal es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y profesor de enseñanza secundaria. Ha trabajado como preparador en CEN oposiciones (Madrid) y como profesor de ELE en el Estado de Luisiana durante siete años (cursos 2004-2005 y cursos 2009-2015). Profesor, antiguo socio y cofundador de Casa de España, New Orleans LLC, ha colaborado con Santillana en la elaboración del libro de texto Fans del Español Middle School. En los últimos tiempos, ha dedicado parte de sus energías y esfuerzos a la dinamización cultural y la animación a la lectura desde el ámbito de la biblioteca escolar. Ha sido responsable del Plan Lector del IES San Cristóbal de los Ángeles (Madrid) y coordina, desde 2018, el Proyecto de Biblioteca Escolar “Leonautas” de su centro, el IES Leopoldo Alas “Clarín” (Oviedo).

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