Vicente Aleixandre (1898-1984) es una figura central en la poesía española del siglo XX, cuya obra y trayectoria vital abarcan gran parte de esta centuria. Nacido en Sevilla, su infancia transcurrió entre Málaga y Madrid, ciudades que influyeron profundamente en su sensibilidad poética. Estudió Derecho y Comercio, llegando a ejercer brevemente como profesor de Derecho Mercantil. Sin embargo, fue su encuentro con la poesía, propiciado por su amistad con Dámaso Alonso, lo que definió el rumbo de su vida literaria.
Aleixandre se erigió como uno de los miembros más destacados de la Generación del 27, un grupo de poetas que revolucionó la lírica española. Su papel en la poesía contemporánea española es fundamental, no solo por su propia obra, sino también por su labor como mentor y referente para generaciones posteriores de poetas. Su casa en Madrid, conocida como Velintonia, se convirtió en un punto de encuentro para jóvenes escritores, consolidando su posición como maestro de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX.
La trayectoria poética de Aleixandre puede dividirse en tres etapas principales, cada una con características distintivas:
1. Etapa de poesía pura (1928-1932): Inicia con “Ámbito” (1928), su primer poemario. Esta obra refleja influencias de Juan Ramón Jiménez y la búsqueda de una expresión depurada y esencial. En este período, Aleixandre explora temas como la naturaleza y el paisaje desde una perspectiva contemplativa.
2. Etapa surrealista (1932-1944): Es su período más conocido y revolucionario. Obras como “Espadas como labios” (1932) y “La destrucción o el amor” (1935) muestran una explosión de imágenes oníricas y asociaciones libres. En estos libros, Aleixandre aborda temas como el amor, la muerte y la fusión cósmica del ser humano con la naturaleza. “La destrucción o el amor” le valió el Premio Nacional de Literatura en 1933.
3. Etapa de poesía antropocéntrica (1944-1984): Tras la Guerra Civil, Aleixandre evoluciona hacia una poesía más centrada en el ser humano y su experiencia vital. Obras como “Historia del corazón” (1954) y “En un vasto dominio” (1962) reflejan esta nueva orientación. En sus últimos libros, como “Poemas de la consumación” (1968) y “Diálogos del conocimiento” (1974), el poeta reflexiona sobre la vejez, la muerte y el conocimiento desde una perspectiva más introspectiva.
A lo largo de su carrera, Aleixandre desarrolló un estilo poético caracterizado por el uso magistral de la metáfora y una profunda conexión con la naturaleza y el ser humano. Su poesía evolucionó desde el hermetismo inicial hacia una expresión más accesible, sin perder la profundidad y la riqueza metafórica que lo distinguen.
Entre sus poemas más significativos se encuentran “Se querían” de “La destrucción o el amor”, un poema que refleja la visión cósmica del amor característica de su etapa surrealista; “El vals” de “Sombra del paraíso”, que muestra la fusión entre lo humano y lo natural; y “En la plaza” de “Historia del corazón”, que representa su giro hacia una poesía más centrada en lo humano y lo social.
El reconocimiento a la obra de Aleixandre culminó con la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1977, galardón que no solo premió su trayectoria individual, sino que también supuso un reconocimiento a la Generación del 27 en su conjunto.
La influencia de Aleixandre en la poesía española contemporánea es profunda y duradera. Su obra sigue siendo objeto de estudio y admiración, y su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de poetas. Vicente Aleixandre representa un punto de inflexión en la poesía española del siglo XX, combinando innovación formal con una profunda reflexión sobre la condición humana.