Niveles de estudio. Nivel fónico. 2025

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By Víctor Villoria

Arquitectura Sonora: Los niveles de estudio de la lengua y el sistema fónico del español

¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que con apenas 24 sonidos básicos podamos construir todas las palabras que conocemos en español? ¿O por qué algunas lenguas nos suenan tan diferentes cuando todas utilizan el mismo aparato fonador humano? La respuesta a estos fascinantes interrogantes se encuentra en el complejo y elegante sistema que subyace a toda lengua humana: la organización estructural del lenguaje en diferentes niveles de análisis, cada uno con sus propias unidades, reglas y funciones específicas que se combinan para crear el milagro de la comunicación humana.

Niveles de estudio de la lengua

El estudio científico de la lengua requiere un enfoque sistemático que permita analizar la complejidad del fenómeno lingüístico de manera ordenada y comprehensiva. La lingüística moderna ha establecido tradicionalmente cuatro niveles fundamentales de análisis: el nivel fónico, el nivel morfológico, el nivel sintáctico y el nivel léxico-semántico. Esta división metodológica no es arbitraria, sino que responde a la necesidad de abordar diferentes aspectos de la realidad lingüística, desde los elementos más básicos hasta las estructuras más complejas.

Características esenciales de los niveles lingüísticos

  • Nivel fónico (fonético y fonológico): Se ocupa del estudio de los sonidos del habla, tanto desde su realización física como desde su función distintiva en el sistema de la lengua.
  • Nivel morfológico: Analiza la estructura interna de las palabras, identificando las unidades mínimas de significado (morfemas) y las reglas que gobiernan su combinación.
  • Nivel sintáctico: Examina las reglas que determinan cómo se combinan las palabras para formar oraciones y estructuras más complejas.
  • Nivel léxico-semántico: Estudia el vocabulario de la lengua y los significados de las palabras, así como las relaciones semánticas entre ellas.

La importancia de esta división radica en que cada nivel posee sus propias unidades de análisis, reglas específicas y metodologías particulares. Sin embargo, es crucial entender que estos niveles no funcionan de manera aislada, sino que interactúan constantemente para producir el fenómeno comunicativo completo. Esta perspectiva multinivel permite a los lingüistas, educadores y estudiantes abordar la complejidad del lenguaje de manera sistemática y progresiva.

Además de estos cuatro niveles clásicos, la lingüística moderna ha incorporado otros niveles de análisis, como el pragmático, que estudia el uso del lenguaje en contextos específicos, y el discursivo, que analiza textos y conversaciones como unidades comunicativas completas. Esta ampliación del marco teórico refleja la evolución de la disciplina y su capacidad para adaptarse a nuevas necesidades de investigación y enseñanza.

Nivel fónico

El nivel fónico constituye el primer y más fundamental nivel en la descripción de una lengua. Es el nivel que se ocupa del estudio de la lengua española como hecho sonoro, analizando tanto los aspectos físicos de la producción del habla como la función lingüística de los sonidos. Este nivel es estudiado por dos disciplinas complementarias: la fonética y la fonología.

La fonética se ocupa del nivel fónico desde el punto de vista del habla, de la realización concreta del lenguaje, analizando las propiedades físicas y articulatorias de los sonidos. Por su parte, la fonología se ocupa del aspecto sistemático, del funcionamiento de los sonidos en el sistema de la lengua, sus clasificaciones y oposiciones.

El sistema fonador

El aparato fonador humano constituye un conjunto de órganos pertenecientes a los sistemas respiratorio y digestivo que ha sido habilitado por la especie humana para transmitir mensajes lingüísticos. Este complejo sistema pone en juego una serie de órganos móviles (glotis, cuerdas vocales, lengua, labios y velo del paladar) y algunos órganos inmóviles (pulmones, dientes, alvéolos, paladar, laringe, cavidad bucal, cavidad nasal).

El proceso de fonación se organiza en tres cavidades principales: la infraglótica, la glótica y la supraglótica. El aire expirado procedente de los pulmones asciende por la tráquea hasta la laringe donde se encuentra con las cuerdas vocales. Estas vibran a su paso y producen un tono fundamental. La cavidad bucal y la cavidad nasal actúan como cajas de resonancia produciendo los tonos secundarios que caracterizan los diferentes sonidos. Según la forma y el tamaño que adopten debido a la posición de los órganos móviles, resultará un sonido u otro.

La cavidad supraglótica es fundamental para la transformación de aire a habla, conteniendo los principales lugares de articulación: nariz, labios, dientes, alvéolo, paladar y velo. Las consonantes se pueden clasificar en términos de dónde se obstruye la espiración en esta cavidad supraglótica.

El fonema: el sistema fonológico del castellano

El fonema es la unidad lingüística mínima sin significado, pero que permite distinguir significados. Aunque carece de significado por sí mismo, es capaz de distinguir palabras, como se observa en los ejemplos /pata/, /bata/, /gata/, /mata/, /rata/, donde el cambio de un solo fonema inicial modifica completamente el significado. El fonema es la representación ideal de un sonido, siendo el sonido su realización oral.

Los sistemas fonológicos son cerrados: en castellano existen 24 fonemas (5 vocálicos y 19 consonánticos). Esta cifra contrasta con las 27 letras del abecedario español, lo que evidencia que algunas letras comparten el mismo sonido, como la ‘b’ y la ‘v’.

Fonemas vocálicos: punto de articulación y abertura

En español hay cinco vocales que se representan con cinco fonemas únicos: /a/, /e/, /i/, /o/, /u/. Para la producción de las vocales, el aire sale de manera fluida a través de la cavidad bucal y la lengua juega un papel clave en su producción.

Los tres parámetros claves para describir y distinguir las vocales del español son: la elevación de la lengua, la posición de la lengua (el punto de desplazamiento horizontal) y la formación de los labios. Los lingüistas clasifican las vocales españolas en función de la elevación (alta, media, y baja) y la posición (anterior, central, y posterior) de la lengua relativa a la posición neutral.

Clasificación por punto de articulación:

  • Anteriores: /e/, /i/ – La lengua es colocada en la parte más exterior de la boca
  • Central: /a/ – La lengua se coloca en el centro de la boca
  • Posteriores: /u/, /o/ – La lengua se retrae y coloca hacia el velo del paladar

Clasificación por modo de articulación (abertura):

  • Vocales altas o cerradas: /i/, /u/ – La lengua se aproxima hasta un máximo permisible para la articulación de una vocal
  • Vocales medias o semiabiertas: /e/, /o/ – La lengua desciende y se separa de la bóveda de la cavidad bucal
  • Vocales bajas o abiertas: /a/ – La lengua desciende y se separa aún más de la bóveda palatal

Fonemas consonánticos: punto de articulación, modo y sonoridad

Los fonemas consonánticos del español se clasifican según tres criterios fundamentales: el punto de articulación (lugar en la cavidad bucal que se utiliza), el modo de articulación (elementos que participan en la pronunciación) y la sonoridad (vibración o no vibración de las cuerdas vocales).

Clasificación por punto de articulación:

  • Bilabial: participación de los dos labios (/p/, /b/, /m/)
  • Labiodental: labio inferior con dientes superiores (/f/)
  • Linguointerdental: la lengua entre los dientes (/θ/)
  • Linguodental: la lengua toca la parte trasera de los dientes superiores (/d/, /t/)
  • Linguoalveolar: la lengua toca los alvéolos superiores (/s/, /n/, /l/, /r/, /rr/)
  • Linguopalatal: la lengua toca el paladar (/tʃ/, /ʎ/, /ɲ/, /ʝ/)
  • Linguovelar: la lengua toca el velo (/k/, /g/, /x/)

Clasificación por modo de articulación:

  • Oclusivas: se produce una explosión (/p/, /b/, /t/, /d/, /k/, /g/)
  • Fricativas: se produce un roce (/f/, /θ/, /s/, /x/, /ʝ/)
  • Africadas: combinación de oclusiva y fricativa (/tʃ/)
  • Nasales: parte del aire sale por la nariz (/m/, /n/, /ɲ/)
  • Laterales: la lengua hace que el aire salga por los laterales de la boca (/l/, /ʎ/)
  • Vibrantes: se producen por la vibración de la lengua (/r/, /rr/)

Clasificación por sonoridad:

Durante la fonación, las cuerdas vocales pueden vibrar o no vibrar. Si las cuerdas vibran se llaman fonemas sonoros y, si las cuerdas no vibran, se denominan sordos. Todas las vocales son sonoras y solo existen algunas consonantes sordas en castellano: /p/, /t/, /k/, /tʃ/, /f/, /θ/, /s/, /x/.

El sonido y la grafía

La correspondencia fonema-grafema es la relación entre los sonidos del habla (fonemas) y las letras o grupos de letras que los representan (grafemas). Esta correspondencia es fundamental para la lectura y escritura, ya que nos permite transformar sonidos en letras y viceversa, facilitando la comunicación escrita.

La falta de correspondencia exacta entre fonema y grafías puede ocasionar problemas ortográficos. Entre los casos más comunes encontramos:

  • Las letras ‘b’ y ‘v’ representan el fonema /b/ como en “banco” o “variedad”
  • La ‘c’ puede pronunciarse como /s/ cuando se encuentra asociada con ‘e’ y con ‘i’ como en “cien”, “cigarro”, “cerca” o “cebada”, en los demás casos se articula como /k/
  • La letra ‘g’ se pronuncia de manera distinta: tiene un sonido suave /g/ y un sonido fuerte /x/
  • La letra ‘h’ carece de sonido por lo que solo es un signo ortográfico y es llamada ‘h’ muda

Algunos fonemas son representados por una única letra, mientras que otros pueden ser representados por varias letras o combinaciones de letras. Por ejemplo, el fonema /tʃ/ se representa con la combinación “ch”, y el fonema /rr/ requiere la duplicación de la letra “r” en posición intervocálica.

Unidades suprasegmentales: acento y entonación

Las unidades suprasegmentales son características del habla que afectan a un segmento más largo que el fonema, tales como el acento, la entonación, el ritmo y la duración. El término suprasegmental implica la existencia de elementos que recaen sobre más de un segmento a la vez.

En el nivel fónico distinguimos dos tipos de unidades: segmentales (identificables como “fragmentos” del mensaje) y suprasegmentales (no identificables como partes de los mensajes). Las unidades suprasegmentales son las sílabas, los pies métricos, las palabras prosódicas y las unidades entonativas.

El acento

El acento prosódico es un rasgo fonológico que permite la prominencia de una sílaba con respecto al resto de las sílabas de una palabra. Llamamos sílabas acentuadas o tónicas a aquellas que llevan acento prosódico, y sílabas inacentuadas o átonas a las que no.

El acento pone de relieve una unidad lingüística superior al fonema (sílaba, morfema, palabra) para diferenciarla de otras unidades lingüísticas del mismo nivel. Por lo tanto, el acento se manifiesta como un contraste entre unidades acentuadas y unidades inacentuadas.

Patrones acentuales del español:

  • Oxítono (palabras agudas): acento en la última sílaba
  • Paroxítono (palabras graves o llanas): acento en la penúltima sílaba
  • Proparoxítono (palabras esdrújulas): acento en la antepenúltima sílaba
  • Superproparoxítono (palabras sobresdrújulas): acento en la sílaba anterior a la antepenúltima

La prominencia de una sílaba con respecto a las demás se consigue al pronunciarla con mayor fuerza espiratoria que el resto. La mayor fuerza espiratoria determina que esta tenga una tonalidad más aguda, una sonoridad más fuerte y una duración mayor que las demás.

La entonación

El término entonación se refiere a las variaciones de la frecuencia fundamental de vibración de las cuerdas vocales, que se ajusta mediante la tensión muscular que se aplica a las cuerdas vocales. Un hablante controla la entonación aplicando mayor o menor tensión a las cuerdas vocálicas, lo cual le permite enfatizar más unas partes de la oración u otras o darle un contorno de sorpresa o de interrogación.

En cada enunciado, entre las sucesivas vocales tónicas hay una que es más prominente que las demás, que ejerce de núcleo de la frase. Sobre ella recae una inflexión tonal, es decir, no está formada por un solo tono, sino por dos tonos.

La investigación en entonación del español ha identificado diversos patrones melódicos que se caracterizan mediante rasgos fonológicos binarios: ±interrogativa, ±enfática, ±suspendida. Estos patrones incluyen configuraciones no enfáticas (neutras, interrogativas), enfáticas y suspendidas.

Conclusión

El estudio del nivel fónico del español revela la extraordinaria complejidad y elegancia del sistema sonoro de nuestra lengua. Desde los 24 fonemas básicos hasta las sutiles variaciones suprasegmentales que dan melodía y ritmo a nuestro habla, cada elemento cumple una función específica en el gran edificio de la comunicación humana.

La comprensión de estos mecanismos no solo tiene valor teórico, sino aplicaciones prácticas fundamentales en campos como la enseñanza de idiomas, la logopedia, el desarrollo de tecnologías de reconocimiento de voz y la corrección de trastornos del habla. Además, dominar estos conceptos es esencial para profesiones como redactores, periodistas e incluso programadores de software, en un mercado laboral que valora cada vez más la comunicación efectiva y la precisión.

El fenómeno de la acentuación tiene una importancia capital en la organización prosódica del habla y en la entonación, mientras que la correspondencia entre sonidos y grafías constituye la base de nuestra alfabetización y comunicación escrita. Te invitamos a profundizar en estos fascinantes aspectos del lenguaje, explorando cómo tu propia pronunciación se ajusta a estos patrones universales, observando las variaciones dialectales que te rodean y experimentando conscientemente con los recursos prosódicos que empleas en tu comunicación diaria. Después de todo, cada vez que hablas, participas activamente en la manifestación más sofisticada de la arquitectura sonora humana.

Si quieres más información sobre la lengua como sistema.

Autor

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    Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!

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