El llanto y los celos constituyen el eje central de este poema. Las lágrimas se convierten en una prueba capaz de evocar y sustituir el amor de la poeta a los ojos del amado. La carga simbólica del corazón y las lágrimas y la alusión directa a Amor como personaje mitológico hacen de este poema uno de los más bellos de nuestro Renacimiento.
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y en tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba.
Y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía,
pues entre el llanto que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste,
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu quietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos:
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.
Autor del audio: Blanca Portillo.
León Felipe. Elegía
junio 18, 2023
Vicente Aleixandre. Adolescencia.
junio 19, 2023
Pablo García Baena. Jardín
abril 3, 2024
Luis Alberto de Cuenca. Collige, virgo, rosas
abril 2, 2024
Lorca. Romance de la luna, luna.
septiembre 11, 2023
Manuel Machado. Castilla
junio 25, 2024
Autor del audio: Blanca Portillo