Autor del audio: Víctor Villoria
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Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.
Y el ángel de los números,
pensativo, volando,
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.
Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.
Ni sol, luna, ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas.
Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.
Y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4…
Rafael Alberti, Sobre los ángeles, 1929
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Sobre los ángeles (1929) es una de las obras más emblemáticas de Rafael Alberti y del surrealismo poético español. Nace de una profunda crisis personal y existencial del poeta, que se traduce en una poesía oscura, angustiada y llena de imágenes oníricas. En este libro, los ángeles no son seres celestiales tradicionales, sino símbolos de fuerzas interiores, emociones y estados del alma, muchas veces contradictorios y desoladores. El poemario refleja la pérdida de un paraíso interior, la sensación de caos y la búsqueda de sentido en medio de la confusión y el dolor.
El poema
1. Escenario y personajes
El poema presenta un escenario frío y abstracto, donde las “vírgenes con escuadras y compases” y el “ángel de los números” velan y trabajan sobre “celestes pizarras”. Estas figuras evocan un universo ordenado, casi matemático, donde la perfección y la lógica parecen regir la existencia. Sin embargo, la imagen es extrañamente deshumanizada y distante.
2. El ángel de los números
El “ángel de los números” es una figura pensativa y solitaria, que se desplaza de un número a otro: del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4. Este movimiento mecánico y repetitivo puede interpretarse como símbolo de la rutina, la racionalidad fría o la búsqueda de sentido a través de la razón. Sin embargo, la acción de “tizas frías y esponjas” que “rayaban y borraban la luz de los espacios” sugiere que este orden no genera luz ni vida, sino vacío y monotonía.
3. Ausencia y vacío
El poema insiste en la ausencia de los elementos vitales: “Ni sol, luna, ni estrellas, / ni el repentino verde / del rayo y el relámpago, / ni el aire. Sólo nieblas.” El universo del poema se ha vaciado de toda vitalidad, color y movimiento. Solo quedan nieblas, símbolo de confusión, incertidumbre y pérdida de sentido. Esta atmósfera refuerza la idea de crisis y desolación que recorre todo el libro.
4. Ruptura del orden
En la segunda parte del poema, las vírgenes aparecen “sin escuadras, / sin compases, llorando”. El orden y la lógica han desaparecido, y lo que queda es el llanto y la desolación. Las pizarras, antes celestiales y llenas de actividad, ahora están “muertas”, y el ángel de los números yace “sin vida, amortajado / sobre el 1 y el 2, / sobre el 3, sobre el 4…”. La muerte del ángel simboliza el fracaso de la razón y el orden como fuentes de sentido y consuelo.
Temas y simbolismo
- Crisis espiritual y existencial: El poema refleja la angustia de quien ha perdido las certezas y el sentido de la vida. La razón y el orden, representados por los números y los instrumentos geométricos, resultan insuficientes para llenar el vacío existencial.
- Deshumanización y vacío: El universo del poema está desprovisto de vida, emociones y belleza natural. La matemática y el orden se convierten en símbolos de una existencia fría y desolada.
- Caída y pérdida del paraíso: Como en otros poemas del libro, se percibe la nostalgia por un paraíso perdido, la imposibilidad de recuperar la inocencia o la plenitud.
- Simbolismo de los ángeles: Los ángeles de Alberti no son seres religiosos, sino encarnaciones de fuerzas interiores, a menudo negativas, que reflejan el estado de ánimo del poeta.
Autor
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Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!
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