Una interior cadena de suspiros
al cuello llevo crudamente echada,
y en cada ojo, en cada mano, en cada
labio dos riendas fuertes como tiros.
Cuando a la soledad de estos retiros
vengo a olvidar tu ausencia inolvidada,
por menos de un poquito, que es por nada,
vuelven mis pensamientos a sus giros.
Alrededor de ti, muerto de pena,
como pájaros negros los extiendo
y en tu memoria pacen poco a poco.
Y angustiado desato la cadena,
y la voz de las riendas desoyendo
por el campo del llanto me desboco.
Miguel Hernández, El silbo vulnerado, 1934
Autor del audio: Víctor Villoria
Claudio Rodríguez. Yo me pregunto a veces…
octubre 17, 2024
León Felipe. Autorretrato
octubre 16, 2024
Gloria Fuertes. Miedo da a veces coger la pluma
octubre 15, 2024
José Hierro. Mañana primera
octubre 14, 2024
Unamuno. En mi cuadragésimo sexto cumpleaños
octubre 13, 2024
León Felipe. Auschwitz
octubre 9, 2024