Miguel Hernández. Nanas de la cebolla.

Miguel Hernández había sido apresado por el bando sublevado por su apoyo a la Segunda República. Moriría poco después de tuberculosis en la cárcel. Sin embargo, antes de eso, había recibido una carta de su esposa, Josefina Manresa, donde le contaba que ella y su hijo sólo tenían pan y cebolla para alimentarse. Hernández se entristeció con la noticia, y decidió escribir las Nanas de la cebolla, además de una carta donde le explicaba que sólo podía mostrarles su apoyo a través de la poesía.

Jorge Manrique. Yo soy quien libre me vi.

La glosa era una especie de juego poético que se introdujo en España con la poesía de cancionero del XV. Consistía en componer un poema, en quintillas o redondillas, a partir de una sentencia breve de uno o dos versos, en que los caballeros expresaban su personalidad o sus deseos y a la que se denominaba mote. En este caso el mote era “Yo sin vos, sin mí, sin Dios” y lo convirtió en el que vemos para glosarlo en dos quintillas que rodean una cuarteta. El mote que glosó Manrique luego fue glosado por otros poetas (Lope, Bernardo de Balbuena y Quevedo).

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