“Canto Primero” es un poema destacado del libro “Ángel fieramente humano” de Blas de Otero, publicado en 1950. Este poema refleja la etapa existencial del autor, caracterizada por una profunda reflexión sobre la condición humana y la búsqueda de Dios.
A través de sus versos, Otero explora temas como la lucha del ser humano con su propia mortalidad, el silencio de Dios frente al sufrimiento humano, y la angustia existencial que acompaña a la soledad. Presten atención al dramatismo y la intensidad del lenguaje utilizado.
Definitivamente, cantaré para el hombre.
Algún día -después-, alguna noche,
me oirán. Hoy van -vamos- sin rumbo,
sordos de sed, famélicos de oscuro.
Yo os traigo un alba, hermanos. Surto un agua,
eterna no, parada ante la casa.
Salid a ver. Venid, bebed. Dejadme
que os unja de agua y luz, bajo la carne.
De golpe, han muerto veintitrés millones
de cuerpos. Sobre Dios saltan de golpe
-sorda, sola trinchera de la muerte-
con el alma en la mano, entre los dientes
el ansia. Sin saber por qué, mataban;
muerte son, sólo muerte. Entre alambradas
de infinito, sin sangre. Son hermanos
nuestros. Vengadlos, sin piedad, ¡vengadlos!
Solo está el hombre. ¿Es esto lo que os hace
gemir? Oh si supieseis que es bastante.
Si supieseis bastaros, ensamblaros.
Si supierais ser hombres, sólo humanos.
¿Os da miedo, verdad? Sé que es más cómodo
esperar que Otro -¿quién?- cualquiera. Otro,
ser, si procuro ser quien soy. ¡Quién sabe
si hay más! En cambio, hay menos: sois sentinas
de hipocresía. ¡Oh, sed, salid al día!
No sigáis siendo bestias disfrazadas
de ansia de Dios. Con ser hombres os basta.
Blas de Otero, Ángel fieramente humano, 1950
Autor del audio: Víctor Villoria