Cántico espiritual es el primer poemario publicado por Blas de Otero en 1942, cuando el poeta tenía entre 24 y 26 años. Esta obra refleja las inquietudes religiosas del joven Otero y muestra una clara influencia de los poetas místicos españoles, especialmente de San Juan de la Cruz.
Todo el amor divino, con el amor humano,
me tiembla en el costado, seguro como flecha.
La flecha vino pura, dulcísima y derecha:
el blanco estaba abierto, redondo y muy cercano.
Al presentir el golpe de Dios, llevé la mano,
con gesto doloroso, hacia la abierta brecha.
Mas nunca, aunque doliéndose, la tierra le desecha
al sembrador, la herida donde encerrar el grano.
¡Oh Sembrador del ansia; oh Sembrador de anhelo,
que nos duele y es dulce, que adolece y nos cura!
Aquí tenéis, en haza de horizontes, mi suelo
para la vid hermosa, para la espiga pura.
El surco es como un árbol donde tender el vuelo,
con ramas infinitas, doliéndose de altura.
Blas de Otero, Cántico espiritual, 1942
Autor del audio: Víctor Villoria