El sustantivo

El sustantivo es la palabra que permite nombrar seres, objetos, sentimientos o ideas; por sí misma o combinada con un artículo, es capaz de actuar como núcleo de un sintagma nominal. Como núcleo del sintagma nominal el sustantivo puede desempeñar distintas funciones que más tarde veremos.

MORFOLOGÍA O FORMA

Se caracteriza por tener género y número

Género del sustantivo

El género es una marca gramatical que lleva todo sustantivo con independencia de su significado. Por medio del género se marca la relación entre el sustantivo, los determinantes y los adjetivos. Por su género, los sustantivos pueden ser masculinos o femeninos.

Son masculinos los sustantivos que pueden combinarse con las formas masculinas de los determinantes y adjetivos: un lugar sombrío.
Son femeninos los sustantivos que pueden combinarse con las formas femeninas de los determinantes y adjetivos: una situación comprometida.

Los sustantivos suelen tener un solo género, o son masculinos (árbol) o son femeninos (casa). Sin embargo, cuando admiten variación de de género este se suele marcar mediante el cambio de terminación. Ejemplo: hermano / hermana.

En sustantivos que nombran a seres vivos, la distinción de género suele responder a una diferenciación de carácter sexual: el masculino designa a los machos y el femenino a las hembras. Ejemplos: niño / niña, león / leona.
Algunos sustantivos con distinción de género permanecen invariables. Ejemplo: el / la artista. Se denominan comunes.
Algunos sustantivos denotan indistintamente animales o personas de sexo masculino o femenino; el sexo se distingue añadiendo algún especificador al sustantivo (en los animales, las palabras ‘macho’ o ‘hembra’). Se denominan epicenos Ejemplos: águila / persona.
En algunos sustantivos que nombran cosas la distinción de género se corresponde con una diferencia en el tamaño en la extensión de los objetos designados o con un cambio total de significado Ejemplo: cesto / cesta, saco / saca, el pez / la pez
Algunos sustantivos admiten la concordancia tanto en masculino como en femenino. Se denominan ambiguos. Ejemplo: el mar / la mar, el calor / el calor.
Cuando un sustantivo femenino comienza por a o ha tónica se utilizan los determinantes masculinos el, un, algún y ningún. Las restantes formas se utilizan en femenino. Ejemplos: el hacha / las hachas / estas hachas, el aula /esta aula / ningún aula.

El número de los sustantivos

El número es una marca gramatical que tienen los sustantivos, según la cual pueden estar en singular o plural.

Los sustantivos en singular nombran a un solo ser u objeto individual o colectivo sin ninguna marca que indique su número. Ejemplo: casa, rebaño.
Los sustantivos en plural nombran a varios seres u objetos de la misma clase. En general, el plural se forma añadiendo -s a los sustantivos que en singular terminan en vocal y -es a los sustantivos que en singular terminan en consonante. Ejemplos: casa / casas, pared paredes.

Existen algunos casos especiales en la formación del plural:

Los sustantivos de acentuación llana o esdrújula que en singular terminan en -s o en -x permanecen invariables. Ejemplos: el miércoles / los miércoles, el tórax / los tórax.
Algunos sustantivos que en singular terminan en -y añaden -s y mantienen el sonido vocal de la y. Ejemplo: paipay / paipais. Otros, en cambio, añaden -es y consonantizan el sonido de la -y. Ejemplo: rey / reyes.
Algunos sustantivos que en singular terminan en -i o -u admiten las dos terminaciones, aunque en general tiende a imponerse el plural en -s. Ejemplo: marroquís marroquíes.
En monosílabos acabados en vocal generalmente se añade la terminación -es. Ejemplos: la i / las íes, el no / los noes.

SEMÁNTICA O SIGNIFICADO

Según su significado los sustantivos se clasifican en:

Propios: son los que se refieren a individuos específicos dentro de una clase. Los nombres propios pueden ser antropónimos si se refieren a un ser humano (Juan, María…) o bien topónimos si se refieren a lugares (Madrid, Danubio).
Comunes: aluden a una clase de seres o a un individuo no específico de ella (alumno, ciudad…)

En virtud de las características o de la naturaleza del objeto designado, los nombres admiten otras clasificaciones, a saber:

Nombres individuales: son aquellos que, estando en singular, se refieren a un individuo (oveja, senador).
Nombres colectivos: son aquellos que, estando en singular, se refieren a un grupo de individuos (rebaño, Senado).
Nombres contables: designan realidades cuantificables mediante un número (dos libros, once años).
Nombres incontables: designan realidades que no se pueden cuantificar directamente mediante un número (*dos petróleos, frente a dos barriles de petróleo).
Nombres concretos: perceptibles por los sentidos (árbol, trucha, luz).
Nombres abstractos: perceptibles por la inteligencia (filosofía, certidumbre).