“La enredadera” constituye una de las manifestaciones más logradas de la poesía temprana de José Emilio Pacheco, incluida en su primer poemario publicado en 1963. Este texto poético se inscribe dentro de las preocupaciones fundamentales de la llamada Generación de Medio Siglo mexicana, de la cual Pacheco fue uno de sus exponentes más destacados junto a figuras como Carlos Monsiváis, Juan García Ponce y Sergio Pitol.
El tema principal del poema se articula en torno a la tensión dialéctica entre permanencia y transformación, donde la enredadera funciona como símbolo de la temporalidad paradójica. La planta aparece como metáfora del tiempo que transcurre: “Con los años / se va haciendo más rígida, más verde”, evidenciando cómo el paso temporal no implica únicamente decadencia sino también densificación de la experiencia vital. Esta visión conecta con las influencias heracliteanas que caracterizaron la obra inicial de Pacheco, donde “la palabra es la imagen misma del cambio”.
Las claves de lectura se encuentran en el tratamiento simbólico de la enredadera como entidad múltiple y contradictoria. La planta es “una misma planta / y también son un bosque”, condensando en su naturaleza vegetal la paradoja de la unidad que contiene la multiplicidad. Esta imagen remite a la concepción cíclica del tiempo que Pacheco desarrollará a lo largo de su obra, donde los “años / que se anudan y rompen” sugieren la simultaneidad de construcción y destrucción inherente al proceso temporal.
El poema se inscribe dentro de la tradición de la poesía de la brevedad que caracterizó a los autores de Medio Siglo, quienes buscaron una expresión “depurada de elementos ornamentales” y centrada en la “conciencia de lo efímero”. La enredadera, como imagen final que “encuentra intacta / la sombra que se alzó”, sugiere la persistencia de cierta esencialidad a través del cambio, tema que conecta con las preocupaciones sobre la memoria y la permanencia que atraviesan toda la obra del autor mexicano.
Verde o azul, fruto del muro, crece.
Divide cielo y tierra. Con los años
se va haciendo más rígida, más verde.
Costumbre de la piedra, cuerpo ávido
de entrelazadas puntas que se tocan.
Llevan la misma savia, son una misma planta
y también son un bosque. Son los años
que se anudan y rompen. Son los días
del color del incendio. Son el viento
que atraviesa la luz y encuentra intacta
la sombra que se alzó en la enredadera
José Emilio Pacheco, Los elementos de la noche, 1963

Contenidos del artículo
ToggleLa enredadera. José Emilio Pacheco
Autor
-
Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!
Ver todas las entradas