Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Autor del audio: José Luis Gómez. Académico de la Lengua.
Audio procedente de aquí.
Claudio Rodríguez. Alto jornal
octubre 17, 2023
Vicente Aleixandre. El niño murió (nana en la selva)
junio 19, 2023
Gloria Fuertes. Escribo
septiembre 11, 2024
Francisca Aguirre. Frontera
octubre 2, 2023
Félix Grande. Guadarrama
junio 11, 2024
José Hierro. Reportaje
marzo 4, 2024