Dámaso Alonso. El autor

Dámaso Alonso (1898-1990) es una figura fundamental en la poesía española del siglo XX, cuya influencia trasciende su propia obra creativa. Como poeta, crítico literario y filólogo, Alonso dejó una huella indeleble en las letras hispánicas, siendo un pilar esencial de la Generación del 27.

Su trayectoria poética refleja la evolución de la lírica española a lo largo del siglo. Comenzó con “Poemas puros. Poemillas de la ciudad” (1921), una obra de juventud influenciada por el modernismo y la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. En este primer poemario, Alonso ya mostraba su dominio del lenguaje y una sensibilidad especial para captar la esencia de lo cotidiano. Sin embargo, fue con “Hijos de la ira” (1944) cuando Alonso alcanzó la cúspide de su expresión poética. Este poemario, publicado en plena posguerra española, supuso una ruptura con la estética dominante y se convirtió en un grito desgarrador ante la realidad de su tiempo. La obra se caracteriza por su tono existencialista y su lenguaje directo, a veces incluso violento. Poemas como “Insomnio”, con su famoso verso inicial “Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres”, o “Mujer con alcuza” reflejan la angustia existencial y la crítica social que caracterizan esta obra cumbre. “Hijos de la ira” no solo marcó un antes y un después en la carrera de Alonso, sino que también influyó profundamente en la poesía española de posguerra, abriendo camino a una expresión más cruda y comprometida.

Paralelamente a “Hijos de la ira”, Alonso publicó “Oscura noticia” (1944), un libro que, aunque menos conocido, complementa la visión poética del autor, explorando temas como la búsqueda de Dios y la reflexión sobre la condición humana. Este poemario, más intimista que “Hijos de la ira”, muestra otra faceta de Alonso, donde la espiritualidad y la introspección toman protagonismo. En obras posteriores como “Hombre y Dios” (1955), Alonso profundiza en su diálogo con lo divino, explorando la relación entre lo humano y lo trascendente. Este libro representa una maduración de su pensamiento poético y filosófico, donde la búsqueda de sentido se entrelaza con una profunda reflexión existencial. Más tarde, en “Gozos de la vista” (1981), ya en su etapa final, Alonso vuelve su mirada hacia la belleza del mundo sensible, celebrando la capacidad de la visión para captar la maravilla de lo cotidiano. Este poemario demuestra la versatilidad del autor y su constante evolución, pasando de la angustia existencial de sus obras anteriores a una contemplación más serena y agradecida de la realidad.

La importancia de Dámaso Alonso en la poesía española del siglo XX no se limita a su producción lírica. Su labor como crítico literario y filólogo fue igualmente trascendental. Sus estudios sobre Góngora, en particular “La lengua poética de Góngora” (1935), fueron cruciales para la revalorización del poeta barroco y sentaron las bases de la estilística moderna en España. Este trabajo no solo rescató a Góngora del olvido, sino que también proporcionó nuevas herramientas para el análisis literario, influyendo en generaciones posteriores de críticos y poetas. Alonso también realizó importantes estudios sobre otros autores clásicos y contemporáneos, como su obra “Poesía española: Ensayo de métodos y límites estilísticos” (1950), que se convirtió en un referente para el estudio de la poesía. Además, su trabajo como profesor en diversas universidades, tanto en España como en el extranjero, y su dirección de la Real Academia Española (1968-1982) contribuyeron enormemente a la difusión y el estudio de la literatura española en todo el mundo. Su labor académica no solo enriqueció el campo de la filología hispánica, sino que también sirvió de puente entre la tradición literaria española y las nuevas corrientes de pensamiento y análisis literario del siglo XX.

Dámaso Alonso representa un punto de inflexión en la poesía española del siglo XX. Su obra poética, que va desde la pureza formal inicial hasta la expresión desgarrada de “Hijos de la ira”, junto con su labor crítica y académica, lo convierten en una figura imprescindible para comprender la evolución de la lírica española contemporánea. Su legado sigue siendo objeto de estudio y admiración, confirmando su posición como uno de los grandes nombres de la literatura española del siglo pasado.