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TogglePoemas puros. 1921
Introducción
En el panorama literario español de 1921, marcado por el declive del modernismo y la emergencia de las vanguardias europeas, Dámaso Alonso publica su primer poemario, Poemas puros. Poemillas de la ciudad. Esta obra inaugural se sitúa en un momento crucial de transición estética, cuando los jóvenes poetas españoles comenzaban a experimentar con las nuevas corrientes artísticas sin abandonar completamente la tradición lírica nacional.
El libro, dedicado a Vicente Aleixandre, representa una síntesis entre la poesía pura de Juan Ramón Jiménez y las innovaciones formales del ultraísmo emergente. La estructura del poemario se divide claramente en dos secciones diferenciadas: los “Poemas puros” y los “Poemillas de la ciudad”, además de incluir “Versos a la novia” y “Poemas sin importancia”, estableciendo desde el título una dualidad conceptual entre pureza estética y temática urbana.
Claves temáticas
El poemario articula su universo poético en torno a cuatro ejes temáticos fundamentales. La melancolía urbana constituye el tema central, como evidencia el poema “Calle del arrabal”, donde Alonso evoca: “Se me quedó en lo hondo / una visión tan clara, / que tengo que ent0rnar los ojos cuando / intento recordarla”. Esta melancolía se manifiesta en la observación de los márgenes citadinos, donde “las sábanas, / aún goteantes, penden / de todas las ventanas”, creando una estampa de cotidianidad impregnada de nostalgia.
El tiempo y la memoria emergen como segundo tema nuclear, particularmente en “¿Cómo era?”, soneto emblemático donde el poeta reflexiona sobre la imposibilidad de apresar la esencia: “Lengua, barro mortal, cincel inepto, / deja la flor intacta del concepto”.
La soledad existencial se manifiesta magistralmente en “Los contadores de estrellas”, donde la voz poética declara: “Yo estoy cansado. Miro / esta ciudad / —una ciudad cualquiera / donde ha veinte años vivo”, estableciendo un diálogo melancólico con un niño que cuenta estrellas en vano.
Finalmente, la captación sensorial del momento se plasma en “Madrigal de las once”, donde el instante se materializa poéticamente: “Desnudas han caído / las once campanadas”, transformando el tiempo en experiencia sinestésica.
Innovación estilística
Formalmente, Poemas puros representa un laboratorio experimental donde Alonso ensaya las técnicas vanguardistas sin renunciar a la tradición métrica española. El joven poeta incorpora elementos del ultraísmo, como la disposición tipográfica novedosa y las imágenes irracionalistas, pero las subordina a una expresión personal más próxima al tono machadiano.
Su lenguaje privilegia la sencillez emotiva frente a la ornamentación modernista, buscando “la esencia de lo cotidiano y la belleza de lo pequeño”. Los recursos poéticos oscilan entre la métrica tradicional del soneto (“¿Cómo era?”) y experimentos de verso libre que anticipan desarrollos posteriores.
La sinestesia and las personificaciones urbanas caracterizan su técnica, mientras que el humor naíf aporta elementos lúdicos que contrabalancean el tono pesimista general.
Recepción y legado
La recepción inicial del poemario fue discreta pero significativa dentro del círculo de la futura Generación del 27. Los críticos contemporáneos reconocieron en estos primeros versos una voz propia que conseguía integrar las influencias de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado sin caer en la mera imitación.
Rafael Alberti destacó la “prematura madurez” del joven Alonso, mientras que la crítica posterior ha valorado la obra como testimonio fundamental de la transición estética entre el modernismo y las vanguardias españolas. Su influencia en la poesía posterior reside en haber demostrado que era posible una renovación formal sin traicionar el sustrato emocional y la tradición lírica hispánica, prefigurando el equilibrio que caracterizaría a la Generación del 27.
Conclusión
Poemas puros. Poemillas de la ciudad constituye una obra seminal que documenta el proceso de maduración de una de las voces más importantes de la poesía española del siglo XX. Su contribución única reside en haber conseguido una síntesis personal entre tradición y modernidad, anticipando las claves estéticas que dominarían la lírica española de las décadas siguientes.
Aunque inicialmente considerado una obra menor en comparación con Hijos de la ira, este primer poemario revela hoy su importancia como documento generacional y como muestra de una sensibilidad poética que supo captar la belleza melancólica de la modernidad urbana sin renunciar a la intimidad lírica. Su relevancia actual radica en ofrecer un modelo de renovación estética gradual frente a los rupturismos vanguardistas, demostrando que la innovación poética puede surgir tanto de la ruptura como de la evolución consciente de la tradición.
POEMAS REPRESENTATIVOS DEL LIBRO
VOLVERÁS A DESHORA…
Este poema desarrolla el tema del retorno cíclico y la circularidad temporal. La estructura circular (que termina como comienza) refleja la infinitud del tiempo y la repetición generacional. El “camino viejo” y la “ciudad antigua” evocan la nostalgia y el peso del pasado, mientras que la figura del “otro viajero” sugiere la universalidad de la experiencia humana
AUDIO: VOLVERÁS A DESHORA…
Audio por Víctor Villoria
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Volverás a deshora,
por un camino viejo,
a la ciudad antigua donde duermen
tus recuerdos.
Y en el balcón en donde tú soñabas,
nuevamente soñando otro viajero
verás.
Otro viajero
que volverá a deshora,
por un camino viejo,
a la ciudad antigua donde duermen
sus recuerdos.
Dámaso Alonso, Poemas puros, poemillas de la ciudad, 1921
¿CÓMO ERA?
Soneto emblemático que desarrolla el tema de la inefabilidad del amor y los límites del lenguaje poético. La cita inicial de Juan Ramón Jiménez establece un diálogo intertextual con la tradición de la poesía pura. El poema explora la tensión entre experiencia emocional y expresión verbal, culminando en la humilde aceptación de las limitaciones del lenguaje frente a lo inefable
AUDIO: ¿CÓMO ERA?
Audio por el autor
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¿Cómo era Dios mío, cómo era?
JUAN R. JIMÉNEZ
La puerta, franca.
Vino queda y suave.
Ni materia ni espíritu. Traía
una ligera inclinación de nave
y una luz matinal de claro día.
No era de ritmo, no era de armonía
ni de color. El corazón la sabe,
pero decir cómo era no podría
porque no es forma, ni en la forma cabe.
Lengua, barro mortal, cincel inepto,
deja la flor intacta del concepto
en esta clara noche de mi boda,
y canta mansamente, humildemente,
la sensación, la sombra, el accidente,
mientras ella me llena el alma toda.
Dámaso Alonso, Poemas puros, poemillas de ciudad, 1921
CALLE DEL ARRABAL
Representa la poesía urbana temprana de Alonso, captando la cotidianidad de los márgenes ciudadanos. El poema retrata con ternura melancólica una estampa de la periferia madrileña: sábanas tendidas, niñas peinándose, escolares cantando. La imagen final del “viejo cojitranco / que empuja su carrito de naranjas” simboliza la dignidad de lo humilde
AUDIO: CALLE DEL ARRABAL
Audio Dámaso Alonso
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Se me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
that tengo que entornar los ojos cuando
intento recordarla.
A un lado, hay un calvero de solares
en frente, están the casas alineadas
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.
Las sábanas,
aún goteantes, penden
de todas las ventanas,
el viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.
Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire libre.
Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.
Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.
Dámaso Alonso, Poemas puros, 1921
LOS CONTADORES DE ESTRELLAS
Según la crítica, es una de las composiciones más representativas del libro. Expresa el “aburrimiento” de la rutina urbana y la búsqueda de evasión a través de la contemplación astronómica. El diálogo implícito entre el poeta maduro (“Yo estoy cansado”) y el niño que cuenta estrellas simboliza la tensión entre desilusión adulta e idealismo juvenil
AUDIO: LOS CONTADORES DE ESTRELLAS
Audio por Dámaso Alonso
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Yo estoy cansado.
Yo estoy cansado.
Miro
esta ciudad
—una ciudad cualquiera—
donde ha veinte años vivo.
Todo está igual.
Un niño
inútilmente cuenta las estrellas
en el balcón vecino.
Yo me pongo también…
Pero él va más deprisa: no consigo
alcanzarle:
Una, dos, tres, cuatro,
cinco…
No consigo
alcanzarle: Una, dos…
tres…
cuatro…
cinco…
Dámaso Alonso, Poemas puros, 1921
TARDE
El núcleo metafórico del poema se construye en torno a la imagen marítima: el alma es una embarcación “sin timón” que se deja empujar por el “aire tibio”. Esta navegación sin propósito simboliza una forma de existencia contemplativa que renuncia al control y acepta la deriva como forma de sabiduría.
AUDIO: TARDE
Audio: Víctor Villoria
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Está el alma tranquila
y la tarde desnuda tiene una luz rosada.
El padre Sol vigila
-inútilmente, pues no ocurre nada-.
Mi alma está de alivio
de luto, y tiene una gracia interesante
mientras el aire tibio
la empuja, sin timón, hacia adelante.
Y bien vale la pena
de dejarse llevar, así, al azar…
Que toda playa es buena
y… no tengo interés en navegar.
Dámaso Alonso, Poemas puros, 1921
MADRIGAL DE LAS ONCE
Poema de pureza formal y contenido sensorial que representa la influencia juanramoniana. La personificación de las campanadas (“Desnudas han caído / las once campanadas”) y las imágenes sinestésicas crean un universo poético donde lo auditivo se materializa y lo visual se desmaterializa. La “sombrilla blanca” final introduce un elemento de delicadeza femenina
AUDIO: MADRIGAL DE LAS ONCE
Audio: Víctor Villoria
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Desnudas han caído
las once campanadas.
Picotean la sombra de los árboles
las gallinas pintadas
y un enjambre de abejas
va rezumbando encima.
La mañana
ha roto su collar desde la torre.
En los troncos, se rascan las cigarras.
Por detrás de la verja del jardín,
resbala,
quieta,
tu sombrilla blanca.
Dámaso Alonso, Poemas puros, 1921
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento Sin obra derivada 2.5 http://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.5/
Este material ha sido elaborado para Proyecto Aula por Víctor Villoria
Autor
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Hola. Soy Víctor Villoria, profesor de Literatura actualmente en la Sección Internacional Española de la Cité Scolaire International de Grenoble, en Francia. Llevo más de treinta años como profesor interesado por las nuevas tecnologías en el área de Lengua y Literatura españolas; de hecho he sido asesor en varios centros del profesorado y me he dedicado, entre otras cosas, a la formación de docentes; he trabajado durante cinco años en el área de Lengua del Proyecto Medusa de Canarias y, lo más importante he estado en el aula durante más de 25 años intentando difundir nuestra lengua y nuestra literatura a mis alumnos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Ahora soy responsable de esta página en la que intento seguir difundiendo nuestra literatura. ¡Disfrútala!
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