El novio de Carolina, Alberto, murió en un naufragio tras cuatro años de relaciones. En este soneto, Carolina toma como referencia el mes de diciembre para narrarnos su relación hasta llegar al último verso donde, ya muerto su amante, solo permanece la pasión.
La niebla del diciembre quebrantaba
del sol los melancólicos fulgores
cuando en mi corazón de tus amores
el acento primero resonaba.
El segundo diciembre se acercaba
trayendo para mí nieblas mayores
que a merced de los vientos bramadores
tu nave en el Atlántico bogaba.
Y el diciembre tercero aparecía
templado, alegre como el mayo hermoso
y eras tú mi suspiro todavía.
El cuarto arrebatado, tempestuoso,
vino a robarme la ventura mía
¡ay! mas no a dar a mi pasión reposo.
Badajoz, 1846
Autor del audio: Víctor Villoria
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