Iba un día con su abuelo
paseando un colegial
y debajo de un peral
halló una pera en el suelo.
Mírala, cógela, muerde;
mas presto arroja el bocado,
que muy podrida de un lado
estaba y del otro verde.
Abuelo, ¿cómo será
decía el chico escupiendo,
que esta pera que estoy viendo
podrida, aunque verde, está?
El anciano con dulzura
dijo: vínole ese mal
por caerse del peral
sin que estuviera madura.
Lo propio sucede al necio
que, estando en la adolescencia,
desatiende la prudencia
de sus padres con desprecio;
al que en sí propio confía
como en recurso fecundo
e ignorando lo que es mundo
engólfase en él sin guía.
Quien así intenta negar
la veneración debida
en el campo de la vida
se pudre sin madurar.
Autor del audio: Víctor Villoria
Anónimo. La ermita de San Simón.
septiembre 18, 2024
Tomás de Iriarte. Los dos conejos
septiembre 16, 2024
Rafael Alberti. Otoño
septiembre 13, 2024
Blas de Otero. Canto primero.
septiembre 12, 2024
Gloria Fuertes. Escribo
septiembre 11, 2024
Josefina de la Torre. Llevabas.
septiembre 9, 2024