Historia de las palabras

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Anécdotas y curiosidades

  • A la tercera va la vencida: expresión militar latina que procede de res ad triarios venit, es decir “la cosa –el problema- llega hasta los triarios”. Estos eran la tercera línea de ataque de la legión romana, formada por veteranos. Si el combate llegaba hasta ellos, remataban la faena.
  • Adonis: ser un “adonis” designa la belleza masculina. Era un personaje de la mitología que nació de la corteza de un árbol creado por las lágrimas de una mujer. Su hermosura era tan grande que la misma diosa Afrodita se enamoró de él, persiguiéndole allí donde iba hasta convertirle en su amante.
  • Álbum: del latín albus, “blanco”, palabra que se utilizaba para indicar un encerado del mismo color y, actualmente, un libro en blanco, vacío, por llenar con poesías, sentencias, recortes, fotos, etc.
  • Amazonas: αμαζονεσ, mujeres guerreras del Cáucaso que vivían en un territorio donde los hombres sólo tenían un papel reproductor. Expulsaban o mataban a los niños y enseñaban el arte de la guerra a las niñas. Una etimología dice que su nombre deriva de las “sin pecho” (se extirpaban el pecho derecho para que no estorbara el uso del arco). El nombre del río de América tiene su razón en que los conquistadores españoles del siglo XVI creyeron ver en la selva a mujeres semejantes.
  • Ambrosía: del griego, “manjar exquisito”. El alimento de los dioses, una bebida-néctar.
  • Amor platónico: puramente sentimental, espiritual. Se refiere al filósofo Platón, discípulo de Sócrates, y a la tardía escuela neoplatónica.
  • Anfitrión: quien recibe a invitados a su casa y su mesa. Era un mítico rey griego cuya bella esposa, Alcmena, fue poseída por Zeus, que adoptó la figura de su marido para engañarla. El fruto de la unión fue el héroe Hércules.
  • Arco Iris: Iris era la mensajera de la diosa Juno. Se trasladaba por el cielo vestida con una capa de vivos colores.
  • Atlas: macizo montañoso del norte de África + primera vértebra de las cervicales. Gigante de la mitología, de la primera generación de dioses. Fue condenado a soportar sobre sus hombros la bóveda celeste por haber luchado contra Zeus. Hércules le engañó y venció en uno de sus trabajos y Perseo le convirtió en montaña
  • Bachillerato: V. mito de Dafne y Apolo… + “Baccae laureatus” medieval.
  • Bárbaro: onomatopeya (bar-bar) con la que los griegos identificaban a los pueblos que no hablaban su lengua.
  • Caer en los brazos de Morfeo: dormirse. Morfeo era hijo del sueño y adoptaba forma humana mostrándose en las ensoñaciones de los humanos. Sus veloces alas lo enviaban de inmediato hasta la tierra.
  • Caja de Pandora: acción o decisión de la que se derivan consecuencias desastrosas. Pandora, en la mitología clásica, fue la primera mujer de la humanidad, dotada con un regalo y con una caja que reunía todos los males humanos. Quien la abría por curiosidad los soltaba a los cuatro vientos, quedando solo en su interior la esperanza. De aquí, también, la expresión “la esperanza es lo último que se pierde”.
  • Cálculo: del latín calculi, “piedrecitas” que usaban los niños romanos para aprender a contar, restar… mediante una herramienta semejante al ábaco. De aquí procede también el nombre de los “cálculos” o piedras del riñón.
  • Canarias: las islas españolas reciben su nombre de canis, “perro”, pues hallaron allí animales de gran fiereza.
  • Cancerbero: era el perro de tres cabezas, cola erizada y cabeza con víboras, guardián del Hades (el inframundo) que impedía la entrada de los vivos. Ahora es sinónimo del portero de fútbol.
  • Candidato: en la antigua Roma, quienes deseaban obtener un cargo público se presentaban ante sus selectores vestidos con una toga candida, blanca y brillante, símbolo de limpieza y transparencia.
  • Caos: confusión y desorden total. En su origen era la inmensidad vacía que había antes de la formación del universo. En su interior se encontraban la Tiniebla y la Noche, a partir de las cuales nacerían el Cielo (Urano) y la Tierra (Gea).
  • Célula: del latín cellula, “celdilla”, que a su vez procede de cella, “despensa”, “celda”, lugar donde se guardaba algo valioso (por ejemplo, en un templo romano la estatua de un dios). En el mundo de la Biología es el lugar que conserva la información vital.
  • Cementerio: del griego, significando “dormitorio”. Procede a su vez de un verbo que significa “acostar”.
  • Cesárea: dice la leyenda que Julio César nació con tal procedimiento y de ahí quedó el nombre de la intervención en un parto.
  • Compañero: palabra compuesta y derivada del latín com-panis, “el que comparte el pan”.
  • Complejo de Casandra: Casandra era hija del rey Príamo de Troya. Tenía el don de profetizar pero sus palabras nunca eran creídas.
  • Correr una Maratón: Maratón fue sede de una famosa batalla entre griegos y persas en los comienzos del siglo V a. C. Vencían los primeros y debían avisar a los ciudadanos –esposas, ancianos, hijos- de Atenas para que no huyeran de la ciudad en caso de derrota. Entonces uno de los soldados, Filípides, corrió desde Maratón hasta la ciudad recorriendo la distancia que, aproximadamente, se acerca a nuestra actual carrera atlética (42 km. y 195 m.). Luego, cuentan unos que nada más dar la buena noticia, cayó rendido de cansancio y murió; otros, que vivió y fue recompensado.
  • Cruzar el Rubicón: significa tomar una decisión que no tiene marcha atrás. Julio César cruzó este pequeño río –que limitaba al norte el territorio de Roma- antes de comenzar la guerra civil contra Pompeyo en el I a.C. La expresión está unida a las palabras que –dice la leyenda- pronunció el general romano antes de la misma: alea iacta est, “la suerte está echada”.
  • Echar la siesta: en el mundo romano la hora sexta correspondía aproximadamente, con las doce del mediodía, momento habitual de máximo calor y, con frecuencia, de descanso.
  • Eco: voz repetida, resonante, que perdura en la memoria. V. mito de Eco y Narciso.
  • Enfermedad venérea: enfermedad de transmisión sexual que debe su nombre a Venus, diosa romana del amor carnal y de la belleza.
  • Eólico (energía, parque): debe su nombre al señor griego de los vientos, Eolo. El dios los tenía encadenados y encerrados en un antro profundo, y los soltaba según su voluntad, provocando tempestades y grandes catástrofes.
  • Espada de Damocles: significa tener una presión insoportable, un peligro constante. Cuenta la mitología que un cortesano adulaba a un rey sobre quien, sujeta por la crin de un caballo, colgada una espada.
  • ¡Eureká!: “lo encontré”. Se dice cuando se da la solución a un problema que le ha traído a uno de cabeza. Dicen que lo pronunció el gran científico Arquímedes cuando, estando en la bañera, descubrió su “principio” y salió a la calle gritándolo semidesnudo.
  • Europa: princesa fenicia que fue seducida por Zeus bajo la forma de un toro blanco que salía del mar; Europa se subió sobre su lomo y el dios se la llevó hasta la isla de Creta.
  • Familia: procede de la palabra famuli, conjunto de esclavos domésticos de la casa romana, parte del patrimonio familiar (res familiaris),
  • Fanático: exaltado, inspirado, frenético. La palabra alude a los sacerdotes romanos que se excedían con ritos exagerados en algunos templos (fanum).
  • Filósofo: amante de la sabiduría.
  • Hecatombe: desastre, suceso que trae la desgracia con gran mortandad de personas. En Grecia significaba “sacrificio de cien bueyes”, ekaton bus.
  • Hélade > Hellas / hélénico, helenista…
  • Hígado: del latín “iecur ficatum”, “alimentado con higos’. Esta denominación se explica por la costumbre de los antiguos de alimentar con higos a los animales cuyo hígado se comía.
  • Holocausto: del griego “todo quemado”. En la cultura griega significaba el sacrificio de un animal, quemándolo para un dios. Actualmente se refiere al exterminio que los nazis hicieron de los judíos.
  • Imán: de la palabra “magnetos”, referente a la región griega de Magnesia donde se encontró el mineral por primera vez. De aquí las derivaciones “magnético”, “magnetismo”.
  • La música amansa a las fieras: remite al mito de Orfeo, capaz con su lira y canto de adormecer a los animales salvajes y a las rocas.
  • Letargo: adormecimiento, somnolencia. Palabra que procede de Leteo, río del Hades cuyas aguas provocaban el olvido de los muertos que bebían de ellas.
  • Laberinto: lugar artificioso que confunde a quien entra en él, algo confuso. Procede de “labryth”, hacha de doble filo que era emblema del rey de Creta y su palacio de Cnosos, donde se desarrolla el mito del Minotauro.
  • Lustro: período de cinco años. Procede de “lustrum”, rito de purificación que realizaban los censores romanos en su toma de posesión, cada cinco años.
  • Manzana de la discordia: Se dice de una persona, de un objeto cualquiera que sea la causa de un conflicto, de un hecho desgraciado, negativo o trágico. Uno puede asociar la frase con la manzana de la Biblia, aquella por la que Adán y Eva fueron arrojados del Paraíso terrenal, pero no es así. La verdadera la encontramos en un mito griego, en la boda de Tetis y Peleo. A tal acontecimiento la diosa Éride (deidad de la Discordia) no fue invitada, motivo por el cual, en venganza, envió a modo de regalo, una manzana de oro para ser entregada a la mejor y más hermosa de las diosas. De inmediato todas ellas comenzaron a disputarse aquel trofeo, quedando sólo tres candidatas: Atenea, Hera y Afrodita. La decisión resultó tan delicada que ninguna deidad quiso tomar la responsabilidad y así fue que Paris, príncipe troyano, fue elegido para tal fin. Las finalistas intentaron todo tipo de seducciones con el joven y le ofrecieron diferentes favores (la inteligencia, el poder y la belleza, respectivamente). Paris finalmente se inclinó por la oferta de Afrodita, quien le prometió el amor de la bellísima y codiciada Helena, reina griega. Con el tiempo, aquella decisión provocó el romance entre Paris y Helena que desencadenó la legendaria Guerra de Troya.
  • Mamotreto: del griego μαμμόθρεπτος, literalmente “criado por su abuela”, y de ahí, ‘gordinflón’, ‘abultado’, por la creencia popular de que las abuelas crían niños gordos.
  • Mecenas: persona o institución que protege, promociona, patrocina artistas. El nombre procede de un amigo del emperador Augusto, de noble origen etrusco.
  • Melancolía: tristeza, depresión… Del griego, significa “bilis negra” pues los antiguos centraban en el hígado –la parte más importante del cuerpo para la ciencia de entonces- este sentimiento por un exceso de tal humor fisiológico.
  • Mentecato: tonto, de escasa inteligencia. Del latín mentis captus, “cogido de la mente”.
  • Moneda: en la colina romana del Capitolio se encontraba el templo de Juno Moneta, “la que avisa”; y a su lado la ceca o fábrica donde se acuñaban “monedas” de oro o plata cuyo material se extraía, en su mayoría, de las minas de Hispania.
  • Músculo: del latín musculus, “ratoncito” (mus, “ratón”). Porque se movía en las piernas como algo pequeño bajo la piel, que iba y venía.
  • Museo, música y mosaico: el “Museion” o “casa de las Musas” era el lugar de Atenas donde se veneraba a las musas; la música, en origen, el conjunto de artes que representaban. Eran nueve hijas de Zeus y Mnemósine (la memoria) que simbolizan la inspiración a los artistas: Calíope a los versos, Clío a la Historia, Erato a las elegías y penas de amor, Euterpe a la música, Melpómene a la tragedia, Polimnia a la lírica, Talía a la comedia, Terpsícore a la danza y Urania a la armonía de los astros.
  • Narcisismo: se dice de quien cuida demasiado de su aspecto físico, es presumido y vanidoso. Procede de Narciso, personaje de la mitología que se enamoró de su propia belleza a través de su reflejo en el agua.
  • Nudo gordiano: algo de muy difícil solución. Hace referencia al nudo con que un campesino de Gordión, en Asia Menor, ataba el yugo de un carro. Se decía que quien lo deshiciera conquistaría Oriente. Cuando llegó Alejandro Magno lo cortó con su espada.
  • Odisea: una experiencia, una aventura, viaje lleno de peripecias, dificultades, sorpresas…
  • Oír cantos de sirena: se dice cuando escuchamos mensajes atractivos o peticiones que no podemos rechazar, sean positivas o negativas. En la mitología clásica las sirenas eran seres monstruosos mitad mujer mitad ave con una voz dulce que atraían a los marineros a su destrucción y naufragio donde ellas se encontraban.
  • Pagano: se dice de los idólatras y politeístas, también de los no bautizados, con especial referencia a los antiguos griegos y romanos. La palabra procede de “pagus”, aldea en latín, pues eran las pequeñas poblaciones del campo donde más resistencia hubo a la cristianización.
  • Pánico: terror, miedo. La palabra procede del dios Pan, divinidad de los rebaños y pastores: medio hombre, medio macho cabrío, vivía en los bosques, cuyos extraños y misteriosos sonidos producían espanto entre los humanos.
  • Panteón: monumento funerario destinado al enterramiento de varias personas. Conjunto de divinidades de una mitología como la de griegos y romanos (+ templo de Roma).
  • Pender de un hilo: el destino humano depende en la Mitología de tres viejas hilanderas, Las Parcas o Moiras, hijas de Zeus: una hila la vida, otra la recoge en una madeja y la tercera la corta.
  • Piropo: del griego πυρωπός, compuesto de πυρ ‘fuego’ y ωπός ‘ojo’, ‘vista’, es decir: ‘fuego en la mirada’.
  • Pitón: una serpiente constrictora de gran tamaño / Pitonisa: profetisa o vidente. Era un monstruo que vivía cerca de Delfos. Apolo la mató con sus flechas y la enterró en el “omphalos”, fundando los Juegos Píticos. Sobre su oráculo estaba sentada en su trípode la Pitia mascando laurel y respondiendo con ambigüedad a quien la consultaba.
  • Poner la mano en el fuego: (por alguien) significa ser capaz de empeñar la palabra, lo que se tiene y hasta la integridad física por garantizar incondicionalmente a otro, afirmar que confiamos tanto en esa persona que arriesgaríamos cualquier cosa por garantizar su fiabilidad. Procede del hecho heroico del joven romano Mucio, dispuesto a dar muerte al depuesto rey Tarquinio el Soberbio que, ayudado por el etrusco Porsena, sitió la ciudad de Roma y quiso rendirla por hambre, Mucio, disfrazo de etrusco, llegó hasta el campamento enemigo y mató con su puñal a un hombre ricamente vestido. Pero no era el rey sino un escriba. Fue detenido, llevado ante Porsena e interrogado mediante hierro y a fuego. Entonces Mucio tomó la palabra y dijo al rey: “Puedes torturarme, abrasarme y matarme, y no temo al fuego ni a la muerte, pues tú vas a morir. Pues en Roma somos trescientos los jóvenes conjurados, adiestrados para afrontar el fuego y la muerte, y para nosotros el más alto honor es matarte. Después de mí vendrán trescientos, uno tras otro, y siempre habrá un puñal oculto para ti que al final te matará. Igual que yo, ni temerán al fuego ni a la muerte. Mira“. Y acercándose a un altar con un fuego encendido, Mucio puso su mano derecha sobre las ascuas y las llamas, y la dejó consumirse sin emitir un solo gemido. El rey contempló la escena aterrado y admirado, viendo a aquel feroz joven, y creyó que se enfrentaba a un pueblo feroz y terrible, perdonó la vida a aquel joven soltándolo y al poco levantó su campamento y se fue, dejando de ayudar a Tarquinio, de modo que éste también hubo de retirarse. Los romanos llamaron a aquel joven “Mucio Escévola” (que quiere decir Mucio “el manco”, “el que sólo conserva la izquierda”).
  • Quedarse como una esfinge: inmóvil, sorprendido, sin reacción; también se dice de quien no quiere expresar sus emociones. En la mitología griega la esfinge era un monstruo femenino que planteaba un famoso enigma sobre el hombre (animal que caminaba con cuatro, dos y tres patas representando la infancia, madurez y vejez).
  • Quimera: una creación vana de la imaginación, una idea falsa. Procede del animal fabuloso con cuerpo de cabra, cabeza de león y cola de serpiente (en otras representaciones aparece como un animal de tres cabezas, una de cada uno de estos animales); tenía el aliento de fuego y causaba estragos entre rebaños y hombres. Belerofonte acabó con ella a lomos de Pegaso, hundiendo su lanza en las fauces, lo que le produjo la asfixia en su propia respiración llameante.
  • Renacer de las cenizas: resurgir de uno mismo tras un problema, un fracaso. El Ave Fénix era semejante a un águila de vivos colores que no podía reproducirse. Cuando sabía que iba a morir hacía un nido con plantas y semen propio. Tras morir, nace un pájaro nuevo que lleva a su padre muerto hasta un templo en Egipto. En otros casos, el ave muere en una pira y sus cenizas se regeneran, pareciendo inmortal.
  • Rival: del latín rivus, “río”. Significa “el que está al otro lado del río”, el adversario.
  • Ser el ombligo del mundo: se dice de quien cree ser un egocéntrico, el ser más importante. En el santuario de Delfos existía una piedra llamada el “omphalos” que se consideraba el centro del mundo.
  • Ser la panacea: hoy significa un remedio para todos los males. Panacea era una diosa que simbolizaba la curación universal gracias a las plantas.
  • Ser un Pigmalión: intentar formar, educar a otra persona según nuestro propio gusto. En el mito clásico, Pigmalión fue un rey de Chipre que se enamoró de una estatua de Afrodita de marfil. Pidió a la imagen tener una mujer de carne y hueso como ella y la diosa misma se lo concedió.
  • Ser una harpía: hoy, una mujer de carácter malvado, desagradable. En la Mitología las harpías eran unos seres monstruosos con garras y alas que cometían robos por sopresa.
  • Sibilino: se dice de algo ambiguo, que puede significar una u otra cosa. Sybilla era una profetisa romana (la más famosa habitaba en Cumas) que hablaba en estado de trance y cuyos oráculos se podían interpretar de muy diferentes maneras.
  • Sincero: del latín sincera < sine cera. La cera se usaba para disimular imperfecciones de las obras de arte, y algunos artistas tenían tal perfección que no se notaban los arreglos. Se utilizaba la expresión cuando se quería resaltar el valor de una obra pura, verdadera.
  • Síndrome de Diógenes: se refiere al filósofo cínico, que vivía en un tonel en la calle, sin posesiones ni pasiones. Ahora se refiere a las personas que acumulan en su hogar, obsesivamente, basuras y desechos.
  • Siniestro: algo oscuro, infeliz, funesto. Procede del latín sinister, “izquierdo”. Cuando los augures contemplaban el vuelo de las aves, el lado izquierdo significaba una mala señal.
  • Talasa (…)”: en griego, “mar”. De aquí las palabras “talasocracia”, sistema político que se basa en el dominio del mar, y “talasoterapia”, uso terapéutico de los baños o aires de mar.
  • Talón de Aquiles: el punto débil de una persona, de un grupo. La ninfa Tetis, madre del héroe Aquiles, bañó a su hijo en las aguas de la laguna Estigia del Hades para convertirlo en inmortal. Lo consiguió con todo el cuerpo excepto el talón, por donde sujetaba al pequeño.
  • Tener vista de lince: Linceo era un personaje de la mitología clásica capaz de ver a través de los objetos y diferentes materiales.
  • Tesoro: del griego, “depósito, riqueza”. Quienes acudían al oráculo de Delfos depositaban una ofrenda (monedas, joyas…) en los diversos templos que se encontraban en la subida de acceso.
  • Tifón: es el huracán del Mar de China que debe su nombre a Tifeo, hijo de Gea (la Tierra) y del Tártaro (el lugar más profundo del inframundo). Era un monstruo mayor que todas las montañas cuya cabeza tocaba el cielo; cuando extendía los brazos sus manos abarcaban oriente y occidente y en vez de dedos tenía cabezas de dragón. De cintura para abajo estaba rodeado de víboras, tenía alas y sus ojos despedían llamas. Cuentan que tras luchar con Zeus fue derrotado por el gran dios, que le arrojó un monte encima (el Etna), por el que salen sus llamaradas.
  • Tocayo: del mismo nombre. Procede de una expresión latina dicha por las novias en el momento del matrimonio: ubi tu Caius, ego Caia, “donde tú seas Cayo, yo seré Caya”, identificándose la mujer, por completo, con la persona, trabajo y futuro de su esposo.
  • Trabajo: del latín tripalium, “tres palos”. Era como un cepo, un instrumento de tortura, sinónimo de dolor y sufrimiento.
  • Un día negro: los romanos tenía la costumbre de reflexionar sobre el día que habían vivido. Si lo consideraban bueno, echaban una piedrecita blanca en una urna; si era malo, una negra en otra. Al final del mes hacían recuento.
  • Una odisea: se vive una odisea cuando se experimenta un viaje, una aventura o una actividad cotidiana llena de peripecias, dificultades y sorpresas.
  • Volcán: de Vulcanus, dios romano del fuego (Hefesto en griego) cuyas fraguas forjaban las armas de los héroes. Vivía bajo un monte acompañado de sus hijos los cíclopes (seres gigantescos que sólo tenían un ojo y solían dedicarse al pastoreo).

Otras expresiones y palabras:

  • Un caballo de Troya/un troyano.
  • Y se hizo Troya/fue Troya.
  • Lavarse las manos.
  • Adefesio (ad ephesios).
  • Meterse en un laberinto.
  • Hacer escupir el dinero.
  • Por fas o por nefas.
  • Por estos lares.
  • Vuelo de Ícaro.
  • Con armas y bagajes.
  • De hito en hito.
  • Desprecio olímpico.
  • El parto de los montes.
  • Un dédalo.
  • Pasar bajo el arco…
  • Dormirse en los laureles.
  • Fuerza hercúlea.
  • Islas afortunadas.
  • Roma no paga traidores.
  • Ser el non plus ultra.
  • Paz romana/octaviana.
  • Hasta la última gota.
  • Subirse al carro del vencedor.
  • Rico como Creso.
  • Craso (error…).
  • Zapatero a tus zapatos.
  • Votar con los pies.
  • Subir a la palestra.
  • Condenar al ostracismo.
  • Hacer un panegírico.
  • Condenar/ejecutar en efigie.
  • Hacer de cicerone.
  • Ponerse hecho un basilisco.
  • Los años dorados.
  • Música celestial.
  • Casa de lenocinio.
  • Arrostrar (rostra…).
  • Años dorados/Edad de oro.
  • Apolíneo.
  • Subyugar.

Elaborado por:

Juan Manuel Ojembarrena

jojem@irabia-izaga.org