Prosa en el Renacimiento español.

LA PROSA EN EL RENACIMIENTO ESPAÑOL.

LA PROSA DIDÁCTICA.

En el siglo XVI la prosa didáctica sigue los mismos ideales de claridad y belleza que los restantes géneros. De entre todas las variedades de escritos destacamos el diálogo, en el que sobresalieron los erasmistas Juan de Valdés (Diálogo de la lengua) y su hermano Alfonso de Valdés, secretario de Carlos I, defensor de la política imperial en su Diálogo de Lactancio y un Arcediano.

LA PROSA ASCÉTICA Y MÍSTICA.

Experimenta un importante desarrollo debido al clima de fervor religioso que sigue a la Contrarreforma y al Concilio de Trento (1563).

La literatura ascética expone recomendaciones dirigidas al perfeccionamiento moral del creyente; mientras que la mística trata de expresar la experiencia inefable de la unión del alma con la divinidad.

SANTA TERESA DE JESÚS (1515-1582)

Nacida en una familia de judíos conversos, fue la gran reformadora de la orden carmelita. Sus escritos tienen como fin el aleccionamiento moral de sus monjas, para ello adopta un estilo vivo y coloquial que no duda en utilizar vulgarismos y recurrir a imágenes populares con tal de hacerse entender.

Su obra en prosa comienza con una autobiografía espiritual: El libro de la vida. Las experiencias místicas están contenidas en Las moradas.

LA PROSA NOVELÍSTICA.

Encontramos dos tendencias:

Novelas de evasión en las que predomina lo imaginativo sobre lo verosímil y novela picaresca, en la que predomina lo verosímil sobre lo imaginativo.

  • Novela pastoril. Los temas se asemejan a los de la égloga: encuentros y desencuentros amorosos en escenario natural idealizado. En España la introdujo Jorge de Montemayor con Los siete libros de la Diana.
  • Novela de caballerías. Fue un género muy leído incluso por gente culta. El modelo será el Amadís de Gaula, cuya versión definitiva publica Garci Rodríguez de Montalvo en 1508.
  • Otras novelas de evasión son: la novela morisca y la novela bizantina.

LA NOVELA PICARESCA

La novela picaresca es una creación original de la literatura castellana. Frente a las novelas de evasión, intenta ofrecer una representación verosímil del presente; la narración huye de toda idealización y se sumerge en los ambientes más sórdidos de la sociedad. El género se inicia con El Lazarillo de Tormes y continúa con la picaresca del periodo barroco que transforma el pícaro en un delincuente e introduce una intención moralizante.

RASGOS COMUNES A LAS NOVELAS PICARESCAS:

  • Narración autobiográfica y retrospectiva.
  • El protagonista es un antihéroe; procede de ambientes marginales, e intenta ascender (“medrar”) y sobrevivir al hambre mediante todo tipo de argucias aprendidas en una sociedad sin moral.
  • Origen deshonroso: hijo de ladrones, prostitutas…Hay un cierto fatalismo en su final, porque es tan deshonroso como sus comienzos.
  • La personalidad del pícaro se va formando a base de golpes en una sociedad que le rechaza.

EL LAZARILLO DE TORMES

La primera edición sale en 1554 sin nombre de autor y con el título La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades. Pronto alcanza éxito y es traducida a varios idiomas, pero en 1559 se la incluye en el Índice de libros prohibidos por el tratamiento satírico de la moral del clero .

LA HISTORIA

Es una narración autobiográfica que consta de un prólogo y siete tratados (capítulos). El origen de la narración aparece en el prólogo y se descubre en el tratado VII: un V. Merced (noble) exige por escrito a Lázaro explicaciones acerca de las habladurías que corren por Toledo sobre el adulterio de su mujer con su último amo, el arcipreste de la iglesia de San Salvador. Desde el primer capítulo se nos informa de como Lázaro nace en una familia marginal y es encomendado por su madre a un ciego que le maltrata. Con él aprende toda suerte de trapacerías para sobrevivir al hambre. Con los dos amos sucesivos el hambre va en aumento: roba al cura de Maqueda para alimentarse, y llega al límite de tener que mendigar en Toledo para alimentar a su nuevo amo, un hidalgo pobre obsesionado con aparentar honra. Tras este duro aprendizaje en el hambre, pasa fugazmente por otros amos y después de conseguir algún dinero, se instala en Toledo como pregonero al servicio de un arcipreste con cuya barragana se casa. Lázaro cree haber llegado a “la cumbre de toda buena fortuna”; en realidad es una situación infame, porque tolera el adulterio de su mujer con el eclesiástico.

EL SIGNIFICADO DEL LAZARILLO

Dos temas ocupan la mayor parte de la narración:

  • La obsesión por la honra es tratada con ironía: en el tratado III el hidalgo sufre hambre por mantener su apariencia de noble.
  • La religión. La misma ironía se aplica al estado moral del clero, dominado por dos vicios: la avaricia y la lujuria.
  • Finalmente, el Lazarillo nos muestra las profundas desigualdades de la España imperial, donde “llegar a buen puerto”, como pretende Lázaro, se logra a costa de la humillación.

ESTILO Y LENGUAJE

El estilo y el lenguaje están condicionados por la existencia del narrador autobiográfico de origen humilde y por la intención irónica del libro. Para lograr la verosimilitud de la historia, el autor culto tuvo que mantener un difícil equilibrio entre la expresividad del habla popular propia de un personaje de escasa cultura y el lenguaje culto, sin caer en la afectación. El lenguaje abunda en rasgos del registro coloquial: anacolutos, refranes, locuciones populares, equívocos y juegos de palabras con intención humorística, etc.

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA

UNA VIDA AZAROSA

Nace en Alcalá de Henares en 1547. Con veintidós años se traslada a Italia como servidor del cardenal Acquaviva. Dos años después participa en la batalla naval de Lepanto donde es herido. De regreso a España su barco es apresado por los piratas argelinos y sufre cautiverio en Argel hasta ser rescatado en 1580. Ya en España los problemas familiares y económicos le acosarán a lo largo de toda su vida: fracaso de su matrimonio, encarcelamiento por irregularidades como recaudador de impuestos, etc. Tras unos años en Valladolid, se instala en Madrid hasta su muerte el 23 de abril de 1616. El éxito le llega con la primera parte del Quijote en 1605; este último periodo de su vida es el de mayor intensidad creativa.

LA OBRA DE CERVANTES

Poesía.

Cervantes no fue un gran poeta a la altura de los grandes líricos del Siglo de Oro. Su única obra completa en verso es Viaje al Parnaso.

Teatro.

Las primeras obras coinciden con el auge del teatro como espectáculo popular a finales del siglo XVI. A esta etapa corresponde la mejor tragedia de su tiempo, Numancia, historia de la ciudad soriana que se inmola antes que rendirse a los romanos. Respeta en esta etapa las unidades clásicas de lugar, tiempo y acción, pero años más tarde aceptará la reforma teatral de Lope de Vega. De entre sus últimas comedias citaremos Los baños de Argel, inspirada en sus experiencias de cautiverio, y Pedro de Urdemalas, comedia de ambiente picaresco.

Los entremeses: Son piezas cortas herederas de los pasos de Lope de Rueda, a quien admiraba. Tratan con humor socarrón ciertos temas tabú en la época: la limpieza de sangre, la honra, la infidelidad, etc. Entre los más celebrados están El retablo de las maravillas, La cueva de Salamanca y La elección de los alcaldes de Daganzo.

La obra narrativa.

Cervantes sentía una gran inclinación por la narrativa de entretenimiento: su primera obra es una novela pastoril, La Galatea, y su obra póstuma es una novela bizantina, Los trabajos de Persiles y Sigismunda.

Las Novelas Ejemplares.

Las concibe con el doble propósito de “aprovechar” con su lección y “deleitar” con su intriga. Además tienen el mérito de ser las primeras novelas cortas en lengua castellana. Algunas son obras maestras en la observación satírica de ambientes y personajes: la delincuencia sevillana a través de la mirada de dos mozalbetes en Rinconete y Cortadillo, o la corrupción y el engaño a través del diálogo de dos perros en El coloquio de los perros.

EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Es la principal novela de Cervantes. Podría afirmarse que con ella da comienzo la novela moderna europea. La primera parte apareció en Madrid en 1605; diez años más tarde se publicó la segunda parte.

LA NARRACIÓN.

La narración sigue en orden lineal las aventuras que el hidalgo se va encontrando en el camino, con una importante diferencia: en la primera Cervantes intercala en el hilo narrativo historias amorosas e incluso una novelita entera (El curioso impertinente), mientras que en la segunda parte la acción principal sigue su curso sin interrupciones hasta el desenlace.

Primera parte: El hidalgo manchego Alonso Quijano enloquece leyendo libros de caballerías, toma el nombre de don Quijote y sale en busca de aventuras para reparar la injusticia y ganar el amor de Dulcinea del Toboso. Se hace armar caballero en una venta, sufre una brutal paliza a manos de unos arrieros y es llevado malherido a su casa.

Sale por segunda vez acompañado de Sancho Panza, un vecino simple convertido en su escudero. Tras varios combates con enemigos imaginarios ( molinos de viento, rebaños…) libera a unos presos llevados a galeras por la Santa Hermandad y se refugian en Sierra Morena. Finalmente, el cura y el barbero de la aldea lo encuentran y lo devuelven a su casa fingiendo un encantamiento.

En la segunda parte se narra la tercera salida del protagonista. Don Quijote vence al bachiller Sansón Carrasco disfrazado de Caballero de los Espejos y prosiguen en dirección a Zaragoza, pero al entrar en las tierras de unos Duques son reconocidos y se les hace objeto de todo tipo de burlas. El itinerario acaba en Barcelona, donde el hidalgo es derrotado en duelo por el Caballero de la Blanca Luna ( de nuevo el bachiller) que le impone abandonar la caballería andante. Abatido, regresa a su casa y muere después de recobrar el juicio y abominar de los libros de caballerías.

LOS NARRADORES.

En el Quijote la historia es contada desde la perspectiva de varios narradores, parodiando los libros de caballerías en los que el autor se escondía detrás de un historiador, cronista imaginario de las aventuras del héroe.

LOS PERSONAJES PRINCIPALES.

Don Quijote y Sancho son dos personajes complejos que se van moldeando a lo largo de la novela. El materialista Sancho se va encariñando con la bondad y el idealismo de su amo, y don Quijote ve tambalearse sus fantasías hasta recobrar la cordura. Además, la locura del hidalgo se manifiesta sólo cuando imita los libros de caballería, pero cuando se trata de temas humanos de verdadero calado -la justicia, la libertad amorosa, etc.,- su lucidez consigue admirar a todos.

SIGNIFICADO DEL QUIJOTE.

El Quijote fue leído en su tiempo como un libro humorístico. El mismo autor declaraba su propósito de acabar, mediante la parodia, con los libros de caballerías, “sus fingidas y disparatadas historias”. Los románticos del siglo XIX quisieron ver en Don Quijote y Sancho el eterno conflicto humano entre el idealismo y la desilusionante realidad. Quizás el conflicto representado fuera más profundo: el provocado por las limitaciones que la Contrarreforma impuso a las ilusiones de libertad del Humanismo, y que le tocó vivir a Cervantes.

RASGOS DEL ESTILO.

Hemos visto que el Quijote es una parodia; el humor es su principal característica: “Procurad que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente”, le recomienda un amigo imaginario en el Prólogo. Para lograrlo, Cervantes emplea la ironía de múltiples formas: poniendo en continuo contraste la fantasía del personaje con la realidad, el lenguaje engolado de los libros de caballería con el estilo rústico de Sancho Panza y los cabreros. El propio don Quijote es un compendio de diferentes estilos: elevado cuando alecciona con el discurso a los demás personajes, llano en la conversación íntima con su escudero y bajo en situaciones que provocan su ira. Dentro de esta variedad, el estilo narrativo de Cervantes evita la afectación y se mantiene dentro de sencillez y claridad renacentistas.

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